En todo Brasil, Bolsa Familia llega a 13,7 millones de hogares – siendo que 93.2% de las tarjetas están a nombre de las mujeres. Son ellas las que reciben y distribuyen el ingreso familiar.
"Yo vivía la esclavitud," dice Lucia Alves Rocha, 31 años, una de las seis hijas del jefe. A la edad de tres meses, muy enferma, ella fue dada por su padre a sus abuelos para que la criaran. Cuando ellos murieron, una tía se encargó de a la chica. "Pensé que ella no iba a aguantar aquella vida de campo tan pobre: ¿era vida aquello?, pregunta la tía Delci. Luzia trabajó en el campo, pasó hambre, perdió madrugadas subiendo la sierra para tal vez regresar con el agua en la cabeza....
Pronunciamiento de Mujeres en defensa de la Ley 348
Severinas: las nuevas mujeres del sertão
1. Severinas: las nuevas mujeres del sertão
Adital
Eliza Capai/Agencia Pública
"Cada uno tiene que saber su lugar: una mujer tiene una calidad
inferior, el hombre tiene una calidad superior", Es así que habla, sin
rodeos, uno de los hombres más respetados del municipio de
Guaribas, en el interior de Piauí, padre de siete hijos (seis mujeres y
un hombre). "El hombre es el gigante de la mujer", completa el
"Jefe", como le conoce en
la comunidad a Horacio
Alves da Rocha.
Para llegar a Guaribas son
diez horas desde Teresina
la capital, hasta la
pequeña ciudad de
Caracol. De ahí, todavía
40 minutos por camino de
tierra en medio de catinga
hasta el joven municipio,
fundado en 1997. En
2003, Guaribas fue
elegido como ‘municipio piloto’ del programa Hambre Cero. Tenía,
entonces, el segundo peor IDH (Índice de desarrollo humano) de
Brasil, 0,214 - para tener una referencia de este índice, el país con
IDH peor del mundo es Burundi en África con índice de 0.355.
Hoy en día, Guaribas tiene 4.401 habitantes, 87% de ellos recibiendo
el Bolsa Familia. Son beneficiadas 933 familias, con un ingreso
promedio mensual de R$ 182. El IDH saltó a 0508.
En todo Brasil, Bolsa Familia llega a 13,7 millones de hogares –
siendo que 93.2% de las tarjetas están a nombre de las mujeres. Son
ellas las que reciben y distribuyen el ingreso familiar.
"Yo vivía la esclavitud," dice Lucia Alves Rocha, 31 años, una de las
seis hijas del jefe. A la edad de tres meses, muy enferma, ella fue
dada por su padre a sus abuelos para que la criaran. Cuando ellos
murieron, una tía se encargó de a la chica. "Pensé que ella no iba a
aguantar aquella vida de campo tan pobre: ¿era vida aquello?,
pregunta la tía Delci. Luzia trabajó en el campo, pasó hambre, perdió
madrugadas subiendo la sierra para tal vez regresar con el agua en la
cabeza.
2. "Cuando teníamos comida, comíamos, si no dormíamos igual que los
pajaritos”, dice.
Trabajaba sin ningún derecho laboral, sin saber cómo sería la vida si
la sequía no pasaba y si la lluvia no regaba el frijol y la yuca. Era así,
la esclavitud.
Cuando la sequía empeoró, Luzia pensó migrar a São Paulo. Fue
entonces que llegó el programa social del gobierno: "Con esta ayudita
ya consigo llevar la vida”, expresa. Luzia decidió quedarse en
Guaribas. Ahí, los niños van a la escuela. Su marido y ella se
encargan de la huerta.
"La liberación de la "dictadura de la miseria" y del amplio control
masculino familiar sobre sus destinos, permite a las mujeres un
mínimo de programación en sus vidas y, en esa medida, les posibilita
el comienzo de espacios de autonomía en su vida moral. Este último
elemento es fundamento de la ciudadanía ", analizan los
investigadores Walquiria Leão Rego y Alessandro Pinzani, de la
Universidad de Campinas y de la Universidad Federal de Santa
Catarina, en el libro Voces del Bolsa Familia: autonomía, dinero y la
ciudadanía. Durante la investigación, ellos escucharon a beneficiarios
del programa observando las transformaciones operadas a
consecuencia del Bolsa Familia – en especial en la vida de las
mujeres. Llegaron a la conclusión que el cambio es grande: "Cuando
tienes un nivel de igualdad básico mínimo, cambias la sociedad. Claro
que las cosas no son automáticas. Esto no se puede proponer como la
salvación de la nación, pero es un comienzo".
Lucia logró realizar el
sueño de las diversas
mujeres oídas por la
socióloga Walquiria Leão.
Ella juntó R $ 50 y fue
hasta el hospital de la
cercana ciudad de São
Raimundo Nonato para
hacerse la ligadura de
trompas: "si tuviera más
hijo la vida iba a ser
mucho peor". Según
Walquiria, el deseo de controlar la natalidad fue expresado por varias
de las mujeres que entrevistó, entre 2006 y 2011 en Alagoas, Vale do
Jequitinhonha, Piauí, Maranhão, y Pernambuco.
Serena, una de las hijas de Lucía, tiene 8 años y está en tercer
grado. Ayuda a ordenar la casa, ya sabe cocinar, también ayuda en
3. los trabajos de la huerta. Pero no pierde sus clases. Pronto, después
de estudiar el alfabeto y los números, dice que quiere ser "abogada y
médica”. Cuando se le preguntaba sobre casamiento, la pequeña,
dice con la mano en la cintura: "no me voy a casar, voy a ser sol-te-
ra”, se expresa, prolongando las sílabas.
En mayo, el valor de la Bolsa Familia de Luzia saltó de R$ 70 reales a
R$ 212. La madre celebra: "ahora puedo comprar cosas para mi hija:
rompió su sandalia y ahora puedo comprarle otra”. En los pies de la
niña, está el calzado que costó R$ 7,50. "Primero compré para mi
hija, el próximo mes compro para mí", explica Lucía, con los pies
descalzo.
"Mi destino"
Al otro lado del valle que
conecta el centro de
Guaribas al Barrio
Fazenda, Norma Alves
Duarte, 44 años, vive en
una casa de dos
dormitorios. En la sala de
estar, paredes mal
repelladas muestran las
marcas del yeso. En la
esquina, una pequeña
unidad con TV. Toda su
vida ayudó a su madre enferma, casi no estudió –llegó sólo hasta el
segundo grado. Como todas las mujeres del lugar, sus actividades
cuando niña incluían cosechar de frijoles, recoger leña y traer agua
en el ojo d' agua, que se encuentra a dos kilómetros.
Norma tiene 12 hermanos, dos hijos y vive con su segundo marido –
el primero la abandonó después de 20 días. "Era sólo palo y
aguardiente. Entonces me arregle con el padre de estos niños. Es
bueno, pero es loco, vanidoso el viejo, también bebedor...El es
grosero, duro, muy ignorante. Pero… ¿Qué voy hacer? Destino es
destino: Quien trae una sina (un tuerce) tiene que aceptarla".
"Esta palabra, sina (tuerce), es parte de lo que llamamos cultura de
la resignación y creo que en realidad, esta cultura, está siendo rota
por el Bolsa Familia", dice la socióloga Walquiria Leão.
Al principio del programa, Norma percibía R$ 42 con su tarjeta. Ahora
"saca" R $ 200. [La situación] "cambió porque ahora tomo mi
dinerito, compro mis cosas, hago así aunque que él (el esposo) quede
irritado e insultando. Yo no le doy, [mi dinero] el tiene el suyo. Él no
4. me da, ni un real, pone dinero para comer en casa, pero no me da un
real, ni diez centavos más". Para Walquiria Leão, "tener un ingreso
[fijo] libera a la persona de relaciones privadas opresoras y de
controles personales sobre su intimidad, pues ahí se conforma una
función social determinada, permitiendo mas movimiento y, por tanto
nuevas experiencias”;
Más divorcios
Al salir de la miseria, "de la espera resignada de la muerte por
hambre y enfermedades relacionadas con la pobreza”, en palabras de
Walquiria, estas mujeres están empezando a ser protagonistas de sus
vidas.
En la pequeña aldea de
Cajueiro, a una hora
desde el centro de
Guaribas por un camino
de tierra lleno de baches,
donde el agua aun no ha
llegado a las casas.
Elenilde Ribeiro, 39 años,
camina con su sobrina por
un arenal con una lata en
la cabeza y otra en la
mano. Es ella quien cría a
la niña. "No quiero que sufra como yo sufrí", dice. Al llegar a la casa,
los detalles cuidadosos se muestran en los tapetes de tela para poner
los vasos metálicos, en el estante con fotos familiares, en el escudo
del equipo Palmeiras, y en un gato porcelana junto a la imagen de
Jesús. En el exterior, el baño – donde se utiliza taza y bacinilla -, un
patio bien barrido, una enredadera florida y una parva de leña que
Elenilde recoge y raja, señalando: "aquí está mi tanque [o bombona]
de gas".
Los ojos de Elenilde se humedecen cuando cuentas haber sido
abandonada por su marido hace 13 años, pero el tono de su voz no
cambia cuando habla del papel del ingreso económico en tu vida.
"Saco R$ 134 con mi tarjeta de Bolsa Familia, pero para mí están
siendo como mil. Porque con este dinerito yo tengo la cantidad justa
para comprar (en la venta) y el dueño confía en mí. Y yo sé que con
esto [la tarjeta], él puede confiar en mí, yo estoy comiendo más ",
explica. Elenilde también pudo librarse de tener que trabajar en la
huerta de otros vecinos, a cambio de un jornal de R$ 5.
"Cuando recibo mi dinero (tarjeta) voy a la venta, pago la factura
anterior y espero por la voluntad del tendero, el va y autoriza nuevas
5. compras... Y voy y compro de nuevo". Segundo Walquíria Leão, así
[el programa] ha ayudado a la mujer a conquistar un nuevo papel en
la comunidad. "La experiencia anterior de vida siempre fue ser
irrespetada, ignorada porqué ella no tenía dinero".
Al final de la misma calle, Dominga Pereira da Lima, 28 años, no se
arrepiente de haber dejado a su marido. "El quedaba saliendo con
una y con otra y yo no resistí, y me fui". Conteniendo el llanto, ella
continúa: "me dejaba con los niños y se iba por medio del mundo. La
vida no es fácil pero la estoy llevando despacito aquí". Desde
entonces, Domingas cuida de sus cuatro niños con el apoyo de las
hermanas y de su madre.
En 2003, año cuando llegó el Hambre Cero, fueron solicitados 993
divorcios en Piauí. En 2011 el número saltó a 1.689 casos. De los
casos no consensuados, 134 fueron requeridos por las mujeres en
2003; en 2011 este número saltó a 413 – un aumento de 308%.
A pesar de los cambios señalados, en el pequeño Guaribas, la mujer
queda presa en casa en los días de fiesta, el alcoholismo y la
infidelidad masculina son historias contadas con naturalidad. ”¡Qué
barbaridad! Aquí se cuentan con los dedos las mujeres que no son
golpeadas por el marido", esta es una afirmación común entre las
mujeres.
En la estación de policía del pueblo, el delegado explica que el clima
siempre es "muy tranquilo, sin ninguna denuncia. Sólo algunas peleas
de parejas, situación en las que aconsejamos y ellos regresan", dice.
Mirela Aline Alves da Rocha es una de las que se cuenta con los
dedos. A sus 18 años, la hermosa joven explica: "A pesar de mi edad
ser avanzada para la gente de aquí, no me importa lo que ellos dicen.
Yo quiero estudiar”. La mayoría de sus amigas se casaron a los 13
años. En cambio Mirele, soltera, cursa tercer año de secundaria en la
escuela estadual de Guaribas, donde vive con su tía - sus padres
viven en el municipio de Cajueiro. La tarjeta de Bolsa Familia está a
nombre de su madre, que recibe $R 102 por Mirele y por la hija
menor de nueve años. Ambas están estudiando. "Veo la realidad de
mi madre y no quiero seguir el mismo camino. Quiero estudiar para
tener un futuro, para ser independiente, para no quedar dependiendo
de un hombre ", proclama con firmeza la joven.
En el primer trimestre de 2013, en Guaribas, la asistencia escolar
alcanzó 96.23% por ciento, para niños y adolescentes entre 6 y 15
años de edad – el equivalente de 869 alumnos – y 82.29% para
jóvenes entre 16 y 17 años, que suman 175.
6. Mirele va hacer el Enem* y "ver qué pasa". Para estudiar en la
universidad ella tendrá que dejar el Guaribas, pero planea graduarse
y regresar: "Me gusta vivir aquí."
"Nunca esta demás recordar que nuestra pobreza no es un hecho
contingente, sino que descansa y tiene profundadas raíces en nuestra
historia y en la forma de conducir políticamente las decisiones
estatales”, evalúa Walquiria. "El Bolsa Familia debería ser
transformado en política pública, no solo política de un gobierno”. "Es
un proceso, un avance que solo está comenzando. Todavía es muy
insuficiente. Pero quien narra una historia, tiene que ser capaz de
narrar cada paso de esta historia”, concluye
Eliza Capai documentalista independiente, autora de la película ‘Tan
lejos es Aquí. Este reportaje fue realizado a través del Concurso de
Microbolsas [Micro Becas] para reportajes de Pública, publicado
originalmente en la Agencia pública (http: www.apublica.org) con
becas de reportaje a través de nuestro proyecto de crowdfunding
Reportajes Pública.
*_ Enem: Examen establecido a nivel federal, como paso para poder
ingresar a la universidad.
Traducción:ricazuga51@yahoo.com