En 2010 Ecuador hizo algo que ningún otro país ha hecho en la historia. Ese año accedió, mediante un acuerdo con fuerza de ley, a dejar bajo tierra parte de sus yacimientos petroleros, y mantenerlos intocables por perpetuidad. El petróleo en cuestión está en los yacimientos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, que constituyen el bloque petrolero ITT, el cual se encuentra parcialmente bajo el biodiverso Parque Nacional Yasuní en la jungla de la Amazonía...
1. ¿Qué pasó con el Yasuní?
(Primera de dos partes)
Carmelo Ruiz Marrero
12/08/2015. Alai
I
En 2010 Ecuador hizo algo que ningún otro país ha hecho en la
historia. Ese año accedió, mediante un acuerdo con fuerza de ley, a
dejar bajo tierra parte de sus yacimientos petroleros, y mantenerlos
intocables por perpetuidad. El petróleo en cuestión está en los
yacimientos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, que constituyen el
bloque petrolero ITT, el cual se encuentra parcialmente bajo el
biodiverso Parque Nacional Yasuní en la jungla de la Amazonía.
El acuerdo, conocido como la Iniciativa Yasuní ITT, causó regocijo
entre ecologistas y activistas del mundo entero, pues se perfilaba
como una demostración de que el cuidado del ambiente podía ir de la
mano con el desarrollo económico.
A cambio de firmar el acuerdo, el país recibiría de la comunidad
internacional una compensación de $3,600 millones, equivalente a la
mitad del dinero que hubiera obtenido si hubiera explotado el bloque
ITT. Este petróleo, estimado en 850 millones de barriles y que
equivale a 20% de las reservas petroleras del país, vale $7,200
millones a precios de 2010, restando los costos operacionales de
extraerlo.
2. El bosque Yasuní, que bordea con Perú en el extremo este de
Ecuador, es una de las mayores maravillas naturales de Suramérica y
del mundo. El Parque Nacional Yasuní, establecido en 1979 y
declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1989, ocupa 982
mil hectáreas.
La rica biodiversidad del Yasuní fue documentada en un estudio de
científicos ecuatorianos y estadounidenses publicado en 2010 en la
revista científica Plos One.
“Yasuní está en el centro de una pequeña zona en donde anfibios,
pájaros, mamíferos, y plantas vasculares todas alcanzan una
diversidad máxima en Suramérica,” informó uno de los autores, el
doctor Clinton Jenkins, de la Universidad de Maryland. "Las 150
especies de anfibios documentados hasta la fecha en Yasuní es un
récord mundial para un área de este tamaño", dijo Diego F. Cisneros
Heredia, de la Universidad San Francisco de Quito (1). "Hay más
especies de ranas y sapos dentro de Yasuní que son nativos de los
Estados Unidos y Canadá juntos."
En una sola hectárea del Yasuní se estima que hay cien mil especies
de insectos. Según el destacado entomólogo Terry Erwin, esta es la
diversidad más alta estimada por área de unidad en el mundo entero
para cualquier grupo de planta o animal. Los científicos autores del
estudio encontraron que el Yasuní es hogar para al menos 121
especies de reptiles, 596 especies de pájaros, 382 especies de peces
y 204 especies de mamíferos.
El Yasuní es también hogar de los pueblos indígenas Waorani,
Kichwa, Shuar, Tagaeri y Taromenane. Estos últimos dos viven en
aislamiento voluntario, es decir que han elegido no tener ningún
contacto con el hombre blanco. Su derecho al aislamiento es
ratificado y afirmado por la constitución de Ecuador y por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
Pero la Iniciativa fracasó. En 2013 el gobierno ecuatoriano declaró el
acuerdo nulo y sin efecto y autorizó la extracción petrolera en el ITT.
Activistas locales e internacionales se rehusaron a abandonar el
Yasuní y formaron la coalición Yasunidos para continuar con la
campaña en pro de su conservación. Los miembros de Yasunidos
acusan al gobierno de Ecuador de ponerles todo tipo de obstáculos en
su camino.
3. ¿Qué pasó? ¿Por qué quedó en nada la Iniciativa Yasuní ITT? ¿De
quién es la culpa?
II
La sede de la organización no gubernamental Acción Ecológica,
localizada en una casa suburbana en la ciudad capital de Quito, está
llena de historia. Esta agrupación estuvo involucrada con la Iniciativa
Yasuní ITT desde que fue concebida en el seno de la sociedad civil
ecuatoriana hasta su fin desafortunado en 2013. Desde su fundación
en 1986, Acción Ecológica atiende una amplia gama de asuntos de
interés ambiental, incluyendo salud, derechos humanos, soberanía
alimentaria, minería, agua, tratados de libre comercio, energía,
desperdicios sólidos, y mucho más. Es hogar y matriz de varios
proyectos, incluyendo la Red por una América Latina Libre de
Transgénicos, la agencia de prensa ecologista Tegantai, una clínica
ambiental multidisciplinaria, el Instituto de Estudios Ecologistas del
Tercer Mundo (ITEM), y también de Yasunidos.
Al entrar a la casa de Acción Ecológica paso hacia la oficinita de
Yasunidos, que se encuentra al final del patio. Ahí me encuentro con
el coordinador de la coalición, Patricio “Pato” Chávez, y nos sentamos
en una mesa al aire libre.
Pato es enfático en que el fin de la Iniciativa Yasuní ITT no es para
nada el fin de los esfuerzos ecologistas por preservar el bosque y
protegerlo del avance de la frontera petrolera. “Queremos un
referendo nacional sobre la extracción petrolera en el Yasuní. Ese es
un derecho que tenemos los ciudadanos bajo el artículo 104 de
nuestra constitución.”
III
Hace falta conocer la historia política reciente de Ecuador para
entender la temática del Yasuní, ya que ambas están íntimamente
relacionadas. En las décadas de 1990 y 2000 hubo tres
levantamientos populares, dirigidos por campesinos e indígenas, que
resultaron en el derrocamiento de tres presidentes neoliberales,
Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. En 2006 diversas
fuerzas progresistas se unieron para formar el partido Alianza PAIS,
el cual proponía una ecléctica combinación de “socialismo del siglo
XXI” con liberalismo reformista burgués denominada la Revolución
Ciudadana. Este nuevo partido, centrado alrededor de la personalidad
carismática de su candidato presidencial, el economista Rafael
4. Correa, se disponía a refundar el estado ecuatoriano mediante una
nueva constitución para el país.
Ese mismo año Alianza PAIS ganó las elecciones generales, y el
nuevo presidente Correa convocó una asamblea constituyente que se
reunió por un año en el pueblo de Montecristi para redactar la nueva
constitución. La asamblea fue presidida por el economista Alberto
Acosta, ecologista identificado con la izquierda, y con una larga
relación con ITEM y Acción Ecológica. Esperanza Martínez, entonces
presidenta de Acción Ecológica, fue asistente de Acosta durante el
proceso constitucional.
La constitución resultante, aprobada por una mayoría abrumadora del
electorado en 2008, es una de las más progresistas del mundo.
“En esta Constitución se reconoce por primera vez en el mundo que
la naturaleza es sujeto de derechos, lo que marca un antes y un
después para la lucha por la naturaleza”, dice la Asamblea Nacional
Ambiental del Ecuador (ANAM). “Adicionalmente, la Constitución del
Ecuador reconoce el derecho al buen vivir o sumak kawsay, concepto
proveniente de los pueblos indígenas que plantea un nuevo modelo
de desarrollo basado en la convivencia social en armonía con la
naturaleza.” (2)
Según el economista ecuatoriano Pablo Dávalos, sumak kawsai “es la
posibilidad de vincular al hombre con la naturaleza desde una visión
de respeto, porque es la oportunidad de devolverle la ética a la
convivencia humana, porque es necesario un nuevo contrato social en
el que puedan convivir la unidad en la diversidad, porque es la
oportunidad de oponerse a la violencia del sistema”. (3)
El nuevo gobierno también se propuso poner fin a la dependencia
económica del país en la exportación de materias primas sin valor
añadido, como petróleo, minerales y productos agrícolas, lo que se
conoce como el modelo extractivista. Esto se lograría mediante lo que
el gobierno de Alianza PAIS llama la “transformación de la matriz
productiva”.
En 2007 el presidente Correa acogió la Iniciativa Yasuní ITT y la
declaró política oficial de su gobierno. Comenzó así el proceso de
negociaciones con las Naciones Unidas el cual concluyó en 2010 con
la firma de un acuerdo vinculante con el Programa de Desarrollo de la
ONU (UNDP). El dinero que la comunidad internacional donaría para
la no explotación del Yasuní iría a un fideicomiso controlado por el
5. UNDP, del cual se desembolsarían fondos para programas de
bienestar social y desarrollo sustentable en Ecuador, descritos en
detalle en el acuerdo con el gobierno ecuatoriano.
IV
La luna de miel con los ecologistas no duró mucho. En 2009 Correa
aprobó una ley de minería que abre el país de par en par a la minería
a gran escala y que según los ecologistas viola derechos reconocidos
en la Constitución de Montecristi, como el derecho de la naturaleza
(art. 72), el buen vivir (art. 275), la soberanía alimentaria (art. 281),
el derecho al agua (art. 12), el principio de precaución (arts. 73 y
397), el derecho a la resistencia (art. 98), el derecho a la consulta
(art.400), y el derecho al consentimiento (art. 57), entre otros.
“La explotación minera es una de las actividades industriales más
nocivas para el medio ambiente, destruye los bosques y la
biodiversidad, altera los ecosistemas, contamina todos los elementos
de la naturaleza, el agua, el aire, grandes extensiones de tierra,
afecta a las poblaciones locales y con ellas a sus formas de vida,
sustento y organización”, denunció Acción Ecológica. “La minería se
ha ganado una merecida reputación de abusiva, violentadora del
medio ambiente como de las personas cuyas tierras ha despojado
para sus operaciones.” (4)
En cuanto a la ley de minería aprobada, dice la organización que “El...
proyecto de ley... crea una serie de mecanismos legales mediante los
cuales pretende arrebatar las conquistas logradas en la nueva
Constitución, vulnerar los Derechos Colectivos y el Derecho a la
Consulta”.
El presidente no reconoció validez alguna a los planteamientos de los
ecologistas, a quienes acusó de “infantiles”. "Nos hacen perder
tiempo... esos demagogos, no a la minería, no al petróleo, nos
pasamos discutiendo tonterías (...) Son los absurdos con los que uno
tiene que luchar, contra gente que no quiere el progreso sino atender
a su fundamentalismo mental”, dijo Correa. “No nos dejemos engañar
por los demagogos, por los charlatanes, por la gente que por
fijaciones no quieren minería." (5)
Acción Ecológica alzó su voz en protesta y Correa respondió
mandando a cerrar la organización, acción de la cual se retractó sólo
tras una campaña internacional de repudio contra la acción del
presidente. Alberto Acosta, por su parte, rompió con Alianza PAIS y
6. se sumó a la oposición, corriendo como candidato presidencial en las
elecciones de 2013.
Los ataques y críticas de sectores indígenas, ecologistas y de
izquierda no han mermado para nada la popularidad del presidente
Correa. En febrero de 2013 fue reelecto con un abrumador 57% del
voto. Según la ANAM, esta victoria electoral envalentonó a Correa en
su discurso y política confrontacional contra los ecologistas
“infantiles” y agravó los conflictos ambientales:
“En el 2013 el presidente Correa es reelecto para un siguiente
mandato y el partido de gobierno alcanza mayoría absoluta en la
Asamblea Nacional. A partir de este momento se inicia un
apuntalamiento sistemático del modelo extractivista. El discurso del
Buen Vivir desde la perspectiva perfilada en la constitución se vacía
de contenido, a la par que posiciona la razón de avanzar hacia el
cambio de matriz productiva desde parámetros productivistas, se
modifican leyes que restringen derechos, y se acentúan el
autoritarismo y la criminalización de la protesta social.” (6)
Parecía entonces que la Iniciativa Yasuní ITT era lo único en que
ecologistas y gobierno se podían poner de acuerdo y trabajar juntos,
pero ni eso se pudo salvar. En agosto de 2013 era evidente que la
recaudación de fondos internacionales para la Iniciativa había
fracasado rotundamente. Correa canceló el acuerdo con Naciones
Unidas y autorizó la extracción del petróleo del bloque ITT.
Ruiz Marrero es autor y periodista puertorriqueño. Dirige
el Monitor de Energía y Ambiente de América Latina y el Blog
de Bioseguridad. Su más reciente libro, “El gran juego de
ajedrez botánico”, se consigue a través de la Editorial Tiempo
Nuevo. Su identidad en Twitter es @carmeloruiz.
URL artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/171675
Notas
1- “Científicos identifican al Parque Nacional de Yasuní de Ecuador
como uno de los lugares más biodiversos del
Planeta” http://www.orellana.gob.ec/turismo/campana-yasuni/143-
yasuni.html
2- Agenda Nacional Ambiental. Ecuador, 2015.
7. 3- Pablo Dávalos. “El Sumak Kawsay (Buen vivir) y las cesuras del
desarrollo” http://www.alainet.org/es/active/23920
4- Acción Ecológica “No queremos ser un país
minero” http://www.accionecologica.org/images/2005/mineria/alerta
s/alerta157web.pdf
5- Enlace ciudadano 245, 12 de Diciembre de 2011
6- Agenda Nacional Ambiental. Ecuador, 2015.
http://www.alainet.org/es/articulo/171675
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http://www.alainet.org/es/articulo/171675#sthash.JoD2p930.dpuf