1) Henry Boisrolin caracteriza al presidente haitiano Martelly como un neoliberal con tendencias fascistas que ha violado sistemáticamente la constitución y reprimido a la oposición.
2) Las tropas de la ONU han cometido violaciones de derechos humanos durante sus 10 años en Haití y probablemente introdujeron el cólera que ha matado a más de 10,000 personas.
3) Existe resistencia popular creciente contra Martelly y la Minustah, pero se necesitan esfuerzos redoblados para lograr su retiro y construir una altern
Entrevista a Henry Boisrolin, dirigente del Comité Democrático Haitiano
1. Entrevista a Henry Boisrolin, dirigente del Comité Democrático
Haitiano
"El presidente Martelly es un neoliberal con tendencias
fascistas"
Por Carlos Aznárez
Se podría decir que Henry Boisrolin vive los graves problemas de su
pueblo con extraordinaria pasión pero también con una dosis alta de
dolor. Afincado a medias en Argentina, donde ejerce como profesor
universitario, la combina con largos períodos de permanencia en
Haití, buscando fórmulas colectivas para que la emancipación lograda
en 1804, vuelva a ser una realidad. Figura de consulta obligada a la
hora de hablar de qué significan las tropas de ocupación de las
Naciones Unidas y la intermitente presencia de militares de EEUU,
Boisrolin apunta directamente a estos elementos, a la hora de marcar
a un culpable de la tragedia de su pueblo.
Resumen Latinoamericano habló con Boisrolín justamente ahora que
se recuerdan diez años del desembarco más que polémico de la
soldadesca internacional en la nación haitiana.
-Este pasado primero de Junio se han cumplido 10 años de la
presencia de la "Misión de las Naciones Unidas para la
estabilización" (Minustah) en Haití. ¿En qué han perjudicado y
en qué han favorecido estas tropas al pueblo haitiano.
Obviamente es importante saberlo, debido a la polémica
instalada en todos nuestros países por la fuerte presencia
latinoamericana en la Minustah?
-Esos 10 años han servido de alguna forma para corroborar, lo que
las organizaciones populares haitianas veníamos diciendo desde el
principio, que no se trataba de una misión de estabilización ni de
2. ayuda humanitaria sino de ocupación del país cumpliendo un
rol fundamental para responder y favorecer los intereses imperialistas
y no los intereses del pueblo haitiano.
Durante esos 10 años, han cometido aberraciones, violación de
derechos humanos de todo tipo: violaciones de niñas, de mujeres
haitianas, de jóvenes haitianos, represión a movilizaciones populares
contra el hambre o a favor de aumentos salariales. Han reprimido
en barriadas populares masacrando a los pobladores.
Inclusive, se ha dado una abierta injerencia en los asuntos internos
del país, como ocurriera en las últimas elecciones de 2010-2011.
Hace falta ver solamente la entrevista del profesor brasilero Ricardo
Seitenfus, quien fuera representante de la OEA en Haití, para darse
una idea sobre lo que es el intervencionismo que sufre nuestro
pueblo. Seitenfus denuncia lo que había pasado durante esas
elecciones donde el representante del Secretario General de la ONU,
jefe político de la Minustah, había decidido que iba a fletar un avión
para enviar al presidente Préval al exilio.
-Volvamos a las tropas de Naciones Unidas: Organizaciones
haitianas denuncian que soldados de ese contingente fueron
los culpables de la epidemia de cólera.
-Después del terrible terremoto que nos costó centenares de miles de
muertos, 300 mil según datos oficiales, han introducido el cólera, no
hay dudas. Según investigaciones científicas la epidemia de cólera se
ha producido a través de las tropas de Nepal, miembros de la
Minustah, y ya hay más de 10 mil muertos, más 600 mil personas
infectadas.
Entonces, esos 10 años representan para nosotros no solamente
violación a nuestra soberanía, a nuestro derecho a
la autodeterminación, sino fundamentalmente un genocidio que se
está cometiendo y no hay forma de que ellos puedan explicar en este
momento o justificar lo que se está haciendo porque desde el
principio lo hemos dicho.
Hay problemas, pero los problemas nuestros tienen que ser resueltos
por el pueblo haitiano. No estamos diciendo que no hace falta ayuda
pero la ayuda tiene que ser en función de lo que decida el pueblo
haitiano, sus organizaciones legalmente constituidas sin
injerencia externa. Eso estamos pidiendo.
Entonces, el retiro de la Minustah se ha trasformado en el eje
fundamental de las movilizaciones en estos momentos. Ahora hay
otro balance que hace falta hacer, ¿por qué durante esos diez
años las organizaciones populares haitianas no pudimos resolver este
tema? Evidentemente hay autocriticas que hacer, hay que revisar
nuestras tácticas, hasta nuestros reservorios de movilizaciones,
etcétera, para ver realmente como podamos realizar o lograr el final
de esta ocupación que nos impide absolutamente todo.
Hay un replanteo que nosotros necesitamos hacer de manera interna
3. y también con los que nos ayudaron durante estos 10 años. Porque
tengo que reconocer la ayuda que nos brinda la Coordinadora en
Uruguay,o los Comites en Brasil y en Argentina, por ejemplo.
Entonces, tenemos que redoblar los esfuerzos para poder avanzar y
terminar con la presencia de la Minustah.
-¿Cómo caracterizarías el actual gobierno haitiano? Sobre
todo, a esa figura tan controvertida que es el
presidente Ricardo Martelly, que por un lado actúa de una
manera francamente represiva contra su población y por otro
lado tiene relaciones en el campo latinoamericano con países
como Venezuela, Cuba y el resto de los países progresistas.
-En primer lugar queda claro que Martelly es una recuperación del
Duvalierismo, del apoderamiento del poder por los sectores más
retrógrados de la sociedad haitiana. El gobierno de Martelly es un neo
duvalierismo. Por ende, pertenece al campo más reaccionario de la
sociedad haitiana, eso queda clarito. Además, desde hace tres años
que él asumió el poder por decisión de la llamada "comunidad
internacional", ellos han determinado esto, han impuesto a Martelly
como presidente. Día tras día, mes tras mes, este hombre ha estado
violando sistemáticamente la Constitución haitiana. Las conquistas
democráticas alcanzadas desde la caída del régimen han sido
violentadas por este señor: arrestos arbitrarios de dirigentes de la
oposición, represión permanente a las movilizaciones. Inclusive,
ahora determina que el Campo de Marte, que es la plaza pública
más importante de la capital, puede haber ninguna movilización
popular en contra de su régimen, supuestamente porque la
están reparando. Ahora resulta que para conmemorar y festejar sus
tres años él sí hizo un acto con sus partidarios en el Campo de Marte,
4. y les niega esa posibilidad a quienes, por miles, se le oponen.
Realmente es un absurdo.
En cuanto a sus relaciones amistosas con Cuba y Venezuela, es
simple oportunismo por su parte. Él entiende que hoy por hoy, el
apoyo de Venezuela, es fundamental para la energía en el país, para
los medios de trasporte, la gasolina y el petróleo que puede recibir.
En segundo lugar, la ayuda de Cuba es inestimable porque Cuba no
apoyó a Haití sólo después del terremoto, sino que desde el año
1998 hay brigadas de médicos cubanos. Realmente si no fuera por la
presencia de ellos no sé qué hubiese pasado con la salud del país en
este momento.
Entonces, Martelly lleva adelante una política neoliberal. La consigna
más importante de su gobierno es: “Haití is open for business”, es
decir, “Haití abierto a los negocios”, esa es la consigna y lema de su
gobierno. Pero sabiendo muy bien que las grandes potencias
capitalistas están haciendo negocios importantes con
la reconstrucción del país a través de las ONGs, pero los dos países
que realmente brindan ayuda concreta son Cuba y Venezuela. De allí,
sus permanentes viajes, sus elogios a esos gobiernos
latinoamericanos. No se trata de un planteo ideológico y político
para tratar de imitar lo que se está haciendo en Venezuela o en Cuba.
Al contrario, totalmente al revés, es un neoliberal y con tendencias
fascistas.
-En ese marco que describes ¿Cuál es la situación del campo
popular? ¿La izquierda haitiana está en resistencia?, ¿Hay
posibilidades de construir una alternativa popular para salir de
este largo periodo de ocupación y de desestructuración de
la sociedad haitiana? ¿Hay conciencia de que esto ocurre por
culpa de los diversos invasores que azotaron al país, y sobre
todo por culpa de los Estados Unidos que desde hace
centenares de años vienen generando allí una política de
intervención y de injerencia?
-La situación del campo popular puede dividirse en dos grandes ejes.
Sigue habiendo resistencia, cada vez mayor, lo que significa que hay
una buena inserción a nivel de masas. Existe una manifestación de un
alto nivel de conciencia en cuanto a las causas de los problemas del
país y del hambre, del empobrecimiento cada vez mayor de
la inmensa mayoría del pueblo haitiano.
También hay una visión antiimperialista cada vez más clara y una
visión de liberación. Es interesante ver que se ha dado una resolución
del Senado haitiano, que no es un Senado revolucionario ni nada por
el estilo, que plantea el retiro gradual de la Minustah. Habían previsto
el 28 de mayo como último día para que esa gente se fuera del país.
Eso, por presión de la calle, por presión de las masas.
Pero como dije al principio, tenemos que hacer una autocrítica porque
fueron insuficientes las movilizaciones, fueron insuficientes los
5. discursos, los contactos internacionales, las presiones.
Nosotros creemos que hay que redoblar esfuerzos, hay que
replantear ciertas formas de lucha y estamos ante una situación
donde el imperialismo desde 2004 al imponer la Minustah ha hecho
una especie de tercerización del imperialismo, a través de tropas
de Argentina, de Brasil, Uruguay, Paraguay, etcétera. Por ejemplo, la
Minustah está bajo comandancia militar de Brasil pero los verdaderos
dueños de la situación siguen siendo los imperialistas
norteamericanas, Francia y Canadá. Ellos son los que deciden
realmente lo que hay que hacer en el país.
La lucha por sacar a la Minustah, también es una lucha
antiimperialista.
-¿Los yanquis tienen fuerte presencia?
-La injerencia norteamericana es permanente. Para dar un ejemplo,
en las elecciones de noviembre de 2010 la embajada norteamericana
sacó un comunicado diciendo que no estaba de acuerdo con
el resultado del Consejo Electoral haitiano. La señora Clinton, que era
Secretaria de Estado en aquel momento, viajó a Haití para poder
presionar y determinar como el Consejo Electoral tenía que cambiar
el resultado que había dado anteriormente y conforme a lo que la
misión de expertos de la OEA había decidido. Entonces, si eso no
es injerencia, si eso no es control, no sé cómo podría interpretarlo.
En el campo popular, que tiene fuerza e inserción a nivel de masas,
tenemos que revisar nuestros métodos de lucha para poder concretar
y mejorar nuestras relaciones internacionales, para mejorar también
las condiciones de solidaridad con las gentes realmente
revolucionarias y antiimperialistas que hay en este continente.
-Recientemente tuvimos la posibilidad de ver una película
6. sobre Haití, sobre la tragedia haitiana, que se llama
“Asistencia mortal” del cineasta haitiano Raoul Peck, donde
cuenta con mucho dolor el trabajo mezquino, y yo
diría bochornoso, de algunas ONGs que concurrieron a Haití
con la excusa de ayudar después del trágico terremoto. Ese
film me recordó el trabajo de las ONGs y de la ayuda
humanitaria en Iraq después de la destrucción que hizo la
invasión norteamericana. ¿Cómo está realmente el pueblo
haitiano, la gente que no recibe ayuda del gobierno ni de las
ONGs? ¿Cómo vive lo cotidiano?
-En primer lugar tendría que aclarar algo: el sistema de explotación y
de dominación, que ha transformado a Haití en una especie de
neo colonia no tiene solamente un solo componente, no es solamente
la Minustah. Ese sistema se reproduce también a través de elementos
o de aparatos, como las ONGs de distinta naturaleza, proveniente
de varios países y con objetivos claros de hacer negocios.
En la reconstrucción de Haití después del terremoto fue el pretexto
tomado por muchas ONGs para montar proyectos y hacer negocios.
La prueba está en la cantidad de damnificados que provocó el
terremoto, la enorme mayoría de esta gente no encontraron
soluciones a sus problemas. Sí, no hay tantas carpas en las ciudades
de Haití, pero uno tiene que preguntarse adónde se fue esa gente.
Las casas que hicieron, realmente son bochornosas, representan una
afrenta a la dignidad de un ser humano. Construir esas casas,
trasladar a la gente a lugares donde el sol mata, donde no hay ni un
solo árbol.
Para resolver esto tendría que haber un proyecto nacional elaborado
por los haitianos, no proyectos elaborados alrededor de lindas mesas,
con estupendas comidas, con vinos ricos y hablando de los pobres de
Haití. Eso no se hace así.
Entonces, esta película muestra eso, enseña como realmente se
negocia con el dolor y los padecimientos de los vulnerables, de los
que sufren desastres. Esta película demuestra el nivel de injerencia
internacional en los asuntos internos del país. Es un buen
material capaz de ayudar a sacar a Haití de la invisibilización en
que se encuentra el país, que es otra forma de dominar Haití. Porque
al hacer invisible a Haití, al hablar de Haití a través de estereotipos,
de clichés: país más pobre, gente muerta de hambre, huracanes,
dictaduras, etc, pero sin hablar de la historia del país, de la brillante y
gigantesca historia escrita por el pueblo haitiano en contra de la
esclavitud. Porque un pueblo que fue capaz de hacer esto difícilmente
vamos a ser derrotados al final.
Yo tengo confianza plena en las reservas del pueblo haitiano para
poder superar esas adversidades. Y si los esclavos en condiciones
infrahumanas pudieron hacer lo que hicieron, la primera y única
revolución antiesclavista victoriosa en la historia de la humanidad,
7. eso marca un camino a futuro.
La independencia de Haití fue un desafío a la modernidad y al sistema
de poder impuesto en aquel momento basado en la esclavitud, al
sistema de ideas que sustentaban esto.
Entonces, hoy por hoy estamos frente a un nuevo desafío histórico,
donde hay que tener confianza en las masas haitianas para poder
terminar con esto.
-¿Cómo debería ser la solidaridad con el pueblo de Haití?
¿Cuáles son los déficits que notas de lo hecho hasta ahora y
qué se podría modificar para que realmente la solidaridad sea
efectiva y no solamente de palabra sino de hechos, de acción?
-No hay que ir lejos. Hay un modelo claro: el modelo de Cuba y
el modelo de Venezuela que no se quedan estas ayudas en el plano
discursivo sino de hecho. Si hay luz ahora en Haití en muchas zonas
es gracias a Venezuela, si hay un medio de transporte que puede
seguir funcionando, eso es gracias a Venezuela. En materia de salud,
ni hablar de la acción de los médicos cubanos y también la ayuda
cubana en otros planos como la pesca, etcétera y las becas que dan a
jóvenes haitianos para estudiar en Cuba.
Hay un modelo que está claro, y resalto esto por la simple razón de
que no hay un solo soldado cubano ni un solo soldado venezolano
sobre el suelo haitiano. Ese es el modelo.
El otro componente que hay que ver: hay que tratar de entender que
la solidaridad no puede pasar solamente en establecer relaciones
amistosas con Martelly o con su gobierno, sino las organizaciones
populares haitianas necesitamos también ser entendidas,
comprendidas y ayudadas, entender nuestras razones también. Es
ese esfuerzo, que yo creo que falta. Hay que tratar que en los
próximos meses podamos montar algún tipo de proyecto donde las
voces de los sin voz puedan llegar a ser escuchadas en distintas
partes del mundo, principalmente en la región latinoamericana.
Difundir aún más la realidad haitiana como la vemos nosotros los
haitianos, no como la cuentan organismos internacionales como las
Naciones Unidas a través de sus enviados, el FMI y el Banco Mundial
o los grandes expertos que ellos mandan. Hay trabajos hechos por
investigadores haitianos, por organizaciones populares y sindicatos
haitianos que hace falta difundirlos, conocerlos, para realmente
empezar a hablar de ayuda real, porque nadie va a luchar por lo que
no entiende y nadie va a morir por lo que no ama. La realidad
haitiana es un desafío. Defender Haití, como dicen los compañeros y
compañeras del Brasil, es defenderse a sí mismo.