La Iglesia no se deja comprar
Carta abierta de Iglesias y Minería sobre la seducción de las empresas mineras
Iglesias y Minería es una red latinoamericana de comunidades cristianas, religiosas y religiosos que, con el apoyo de diversos obispos, de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), del departamento de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) y del Consejo Latino Americano de Iglesias (CLAI), se articula desde hace dos años para hacer frente a los impactos de la minería[1].
Partidos políticos, presentación sobre el partido político morena.
Carta abierta de Iglesias y Minería sobre la seducción de las empresas mineras
1. Carta abierta de Iglesias y Minería sobre la seducción de las
empresas mineras
– 7 ABRIL, 2015. Para contactar-nos y conocer nuestras propuestas
concretas: iglesiaymineria@gmail.com
La Iglesia no se deja comprar
Carta abierta de Iglesias y Minería sobre la seducción de las
empresas mineras
Iglesias y Minería es una red latinoamericana de comunidades
cristianas, religiosas y religiosos que, con el apoyo de diversos
obispos, de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), del departamento
de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Latinoamericana
(CELAM) y del Consejo Latino Americano de Iglesias (CLAI), se
articula desde hace dos años para hacer frente a los impactos de la
minería[1].
Conocemos de cerca el sufrimiento de muchas comunidades y
pueblos tradicionales, así como las violaciones a los derechos
ambientales y de las futuras generaciones provocadas por los
grandes emprendimientos mineros en expansión en nuestro
continente. Tratase de operaciones empresariales contra derechos en
violación de la Convención Americana de Derechos Humanos y de los
principios de la ONU sobre empresas multinacionales y derechos
humanos.
Varios obispos y algunas conferencias episcopales en muchas
ocasiones se han pronunciado para apoyar a las comunidades
afectadas y han denunciado los conflictos provocados por las
compañías mineras, muchas veces con el aval de los Estados
nacionales[2].
2. La actuación pastoral de las iglesias, al lado de las comunidades y con
sus posicionamientos oficiales, ha sido eficaz para demostrar la
contradicción del modelo económico extractivista y sus daños a
la vida humana y al Planeta. De la misma forma, han contribuido para
fortalecer a los pueblos en sus luchas y resistencias, así como en la
construcción de alternativas.
Las más grandes multinacionales de la minería están intentando
organizar estrategias que se opongan a esta actuación y a las
denuncias. Incluso aumentando su presencia en los territorios y junto
a las comunidades, las empresas no han conseguido seducir a
los líderes y a los habitantes más conscientes, organizados en
muchos casos en torno a las comunidades cristianas.
Hubo entonces una aproximación institucional: los altos ejecutivos y
los mayores accionistas de varias compañías mineras solicitaron una
jornada de “retiro” en el Vaticano (en octubre de 2013) y un día de
reflexión en Canterbury, para acercarse a la Iglesia Anglicana (en
octubre de 2014).
También en estos casos, a pesar de encontrar escucha y
apertura al diálogo, no consiguieron cooptar a las iglesias y
lograr que bendijeran sus operaciones, puesto que las mineras
pretenden evidentemente satisfacer intereses económico –
financieros y, en la mayor parte de los casos, sus declaraciones
formales no corresponden a una práctica efectiva de escucha y
respeto a las comunidades en los territorios.
La tercera iniciativa seductora fue lanzada recientemente. Queremos
que sea conocida, junto con nuestro más profundo repudio.
Denominada “minería en alianza[3]”[4], se propone “ayudar a los
seminarios teológicos de diversas partes del mundo para
equipar mejor a los pastores y líderes de la iglesia para servir
a las comunidades afectadas por los proyectos
mineros”. Ejemplifica los beneficios que esta iniciativa traerá tanto a
las empresas como a las iglesias. Propone que las iglesias “piensen
teológica, ética y litúrgicamente sobre la minería, a nivel local e
internacional”.
Sobre esta iniciativa, queremos expresar nuestra posición:
3. Repudiamos la invitación para que la iglesia realice una
alianza con las empresas mineras. Releyendo el documento
redactado con ocasión del “retiro” en el Vaticano, queda aún más
claro lo que las empresas entienden por esta alianza: Ellas se
preguntan “¿Cómo es que la industria minera puede causar una
mejor impresión?” y un empresario declara que su expectativa es
que “un líder de opinión de la estatura de la Iglesia Católica (…)
ayude a informar a la población a nivel global acerca de los progresos
significativos hechos en el sector de la minería”.
No es papel de las iglesias convencer a sus fieles sobre la
bondad de un emprendimiento. También es absurdo pensar
que simplemente quepa a la iglesia “servir a las comunidades
afectadas por los proyectos mineros”. La iglesia (cf.GS1) asume
los dramas, las esperanzas y las reivindicaciones de los más pobres y
de las víctimas de una economía que tiende a descartar cada vez más
personas (EG53) y que está comprometiendo definitivamente el
equilibrio de la Creación. El deber de las empresas, sometidas al
control del Estado, es obtener el consentimiento previo de las
comunidades antes de instalar un emprendimiento, garantizar
condiciones adecuadas para su licenciamiento, evitar daños sociales y
ambientales, pagar impuestos al Estado para sus políticas sociales y
multas por cada violación provocada. Y es haciendo esto, y no
sugiriendo otro tipo de financiamiento o alianza, que obtendrán
nuestro reconocimiento como actores responsables.
Reconocemos la importancia del diálogo entre las comunidades
cristianas y las empresas mineras. Estamos buscando cotidianamente
ese diálogo (muchas veces en vano) en los más diversos contextos
locales de conflicto, donde las comunidades denuncian violaciones
concretas y presentan reivindicaciones específicas. Es allí que debe
comenzar el diálogo; allí se mide la real disposición de las empresas
con las comunidades. Los agentes pastorales no necesitan de la
formación de las mineras para ejercer con competencia la
mediación de este diálogo.
Financiar iniciativas en conjunto con los seminarios teológicos nos
parece una estrategia para cooptar a la iglesia, utilizarla en beneficio
de los intereses de las mineras y dividirla, debilitando su papel de
“abogada de la justicia y defensora de los pobres” (Papa Francisco5).
Las empresas, en lugar de destinar dinero para reparar todos los
4. daños denunciados por las comunidades, invierte en proyectos de
propaganda o en actividades que apuntan a apoyar económicamente
a los líderes de los movimientos sociales, sindicatos o pastorales, con
el evidente objetivo de reducir la crítica no a través del
cambio, pero sí por la cooptación de quien la levantó.
Invitamos, entonces, al Pontificio Consejo de Justicia y Paz, a las
Conferencias Episcopales, a las iglesias hermanas reformadas, a
los/as teólogos/as, a las organizaciones cristianas empeñadas
en la defensa de las comunidades afectadas por las
violaciones a los derechos socioambientales y a las personas
de buena voluntad, a manifestar con nosotros su repudio por
otra iniciativa de cooptación de las grandes compañías mineras.
Continuaremos humilde y persistentemente nuestro acompañamiento
a las comunidades: es en ellas y por ellas, cada vez más
conscientes, protagonistas y enraizadas en la defensa de sus
territorios, que se viene construyendo el Reino de Dios.
Iglesias y Minería, abril de 2015.
Ação Franciscana de Ecologia e Solidariedade – AFES –
Agenda Latinoamericana Mundial
Amerindia Colombia y Continental
Associação Ecumênica de Teólogos/as do Terceiro Mundo – ASETT
Associação Madre Cabrini, Irmãs Missionárias do Sagrado Coração
de Jesus – Brasil
Asociación Menonita para Justicia, Paz y Acción Noviolenta -
JUSTAPAZ-
Caritas de El Salvador, El Salvador
Caritas Jaén, Perú
Centro de Ecología y Pueblos Andinos -CEPA- Oruro Bolivia
Centro de Justicia y Equidad -CEJUE- Puno, Perú
Centro Franciscano de Defesa dos Direitos, Brasil
Claretianos San José del Sur, Uruguay, Paraguay y Chile
Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación, Chile.
Consejo Latinoamericano de Iglesias – CLAI-
Consejo Mundial de Iglesias, Justicia Climática -CMI-
Conselho Indigenista Missionário -Brasil-
Coordinación Continental de Comunidades Eclesiales de Base
Comissão Verbita, JUPIC- Amazonía.
5. Comitê em Defesa dos Territórios frente à Mineração, Brasil.
Comunidades Construyendo Paz en los Territorios – Fe y Política -
Conpaz- Colombia.
Comisión Intereclesial Justicia y Paz -Colombia-
Comissão Pastoral da Terra -CPT- Brasil.
Comunidades de Vida Cristiana -CVX-
Comunidades Eclesiales de Base, Colectivo Sumaj Kausay,
Cajamarca, Argentina.
Coordinación Continental de Comunidades Eclesiales de Base.
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Perú.
CPT Diocese de Óbidos, Pará, Brasil.
Derechos Humanos Sin Fronteras, Perú.
Derechos Humanos y Medio Ambiente de Puno -DEHUMA-, Perú
Diálogo Intereclesial por la Paz en Colombia, DIPAZ, Colombia
Diocesis de Copiapó- Alto del Carmen – Chile
Diocese de Itabira- Fabriciano Minas Gerais, Brasil
Dirección Diocesana Cáritas de Choluteca, Honduras
Equipe de Articulação e Assessoria as Comunidades Negras do
Vale do Ribeira, EAACONE, Brasil.
Equipo Investigación Ecoteología, Universidad Javeriana, Bogotá.
Equipo Nacional de Pastoral Aborigen, ENDEPA, Argentina.
Franciscans International.
Hermanas de la Misericordia de las Américas, Argentina.
Iglesia Evangélica Presbiteriana de Chigüinto, Chile.
Irmãos da Misericórdia das Américas Juventude Franciscana do
Brasil – JUFRA-
Justiça, Paz e Integridade da Criação Verbitas – JUPIC SVD –
Província BRN
Mercy International Association at the UN
Mesa Ecoteológica Interreligiosa de Bogotá D.C. – MESETI -
Misioneros Claretianos Centro América y San José del Sur,
Argentina
Misioneros Combonianos, Brasil e Ecuador
Movimento dos Atingidos por Barragens no Vale do Ribeira -
MOAB- Brasil.
Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina -OCMAL-
Oficina de JPIC OFM, Roma.
Oficina de JPIC Sociedad Misionera San Columbano, Chile
6. Orden Franciscana Seglar, Uruguay
Organización de Familias de Pasta de Conchos, México
Pastoral de Cuidado de la Infancia, Bolivia
Pastoral Indígena, Ecuador
Pastoral Indigenista de Roraima -Brasil-
Pastoral Social Cáritas Oruro, Bolivia
Pastoral Social Diócesis de Duitama Sogamoso, Boyacá, Colombia
Pastoral Social Diócesis de Pasto, Nariño, Colombia
Radio el Progreso Yoro-ERIC- Honduras
Red de Educación Popular de América Latina y el Caribe de las
Religiosas del Sagrado Corazón
Rede de Solidariedade Missionárias Servas do Espírito Santo,
Brasil
Red Muqui, Perú
Red Regional Agua Desarrollo y Democracia, Piura, Perú
Secretariado Diocesano de Pastoral Social, Garzón Huila,
Colombia
Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad Oscar Romero -
Sicsal-
Servicio Interfranciscano de Justicia, Paz y Ecología -SINFRAJUPE-
, Brasil.
Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con América
Latina, Oscar Romero, -SICSAL-
Servicios Koinonia
Vicaría de la Solidaridad, Oficina de Derechos Humanos, Jaén,
Perú.
Vicariato Apostólico San Francisco Javier, Jaén, Perú.
Vivat International.
Para contactar-nos y conocer nuestras propuestas
concretas: iglesiaymineria@gmail.com
Notas:
[1] Anexamos el documento final del último encuentro ampliado de
Iglesias y Minería, realizado en diciembre de 2014 en Brasilia, con la
presencia de cerca de 100 representantes de las comunidades
afectadas en América Latina y aliados de América del Norte y de
Europa.
[2] Se encuentra en la biblioteca del Observatorio de Conflictos
7. Mineros en América Latina una reseña de los más recientes
documentos de las iglesias de Canadá, Brasil, Argentina, Perú y del
mismo CELAM sobre este
tema: http://www.conflictosmineros.net/?Itemid=203
[3] Anexamos el documento con la propuesta completa, que fue
recibida por algunas de nuestras congregaciones religiosas en marzo
de 2015.
[4] Nota de traducción: La expresión en inglés: “Mining in
Partership” y en portugués: “Mineração em Parceria”.
[5] Discurso a las comunidades de Río de Janeiro en julio de 2013.