2. Una de las
manifestaciones mejor
logradas de la fusión de la
cocina prehispánica y
española, es la gastronomía
poblana en ella surge la
base de la cocina mexicana
tal como la conocemos, por
ello a continuación se
revisan algunas de sus
características y evolución:
3. La cocina poblana es
resultado del
mestizaje entre los
usos y alimentos
indígenas y
españoles que se
originó durante el
siglo XVIII cuando
se permitió la
entrada restringida
de viajes y productos
de otras tierras.
4. Factor importante para el
nacimiento de la cocina,
fueron las mujeres indígenas
quienes ofrecieron su mano
de obra a las casa mestizas y
criollas, así como en los
conventos y en la haciendas.
Fueron ellas las creadoras de la
cocina cotidiana, popular las que
para cumplir su trabajo se vieron
en la obligación de crear nuevos
métodos de cocina, al mismo
tiempo fueron dejando las huellas
de sus tradiciones, sus gustos,
ingredientes y texturas en los
platos que sirvieron a sus amos.
5. Las monjas entraron en ese
siglo en la competencia
culinaria, cada conventos
aporto su platillo.
Con la llegada de la azúcar;
los dulces elaborados por
ellas se hicieron famosos.
Se le atribuyo a Sor Juana la
transcripción del recetario
del convento de San
Jerónimo que inicio con un
soneto y que contiene
principalmente receta de
dulce.
6.
7. Es considerado “la joya del barroco
culinario”: el mole poblano es la
muestra más fiel de la existencia del
mestizaje, diferentes leyendas
refieren la creación de este platillo
único; una de las historias dicen que
ante la visita a la cuidad de puebla
del vigésimo rey don Tomas Antonio
de la Cerda y Aragón, conde Paredes
y marques de la Laguna, ocasionó
gran revuelo en los conventos que
deseaban mandarle un regalo, ya
fuera un buen pipián o un
sofisticado dulce.
8. Chiles en Nogada
Fueron las madres agustinas del Convento
de Santa Mónica las encargadas de
elaborar, con sus angelicales manos, un
platillo que hiciera alegoría a la bandera
del Ejercito Trigarante.
Especialmente para la preparación de los
chiles en nogada ellas utilizaron
ingredientes de temporada como el chile
poblano, nuez de castilla tierna y la
deliciosa granada; los chiles fueron
rellenos con carne molida y frutas,
posteriormente los sometieron a un baño
con la salsa de nuez y fueron decorados
con los granos de granada.
También se realizaron algunos de estos
chiles capeados y a esos los adornaron con
hojas de perejil. Así nacieron los
internacionalmente aplaudidos chiles en
nogada.
9. El rompope
Cuando transcurrían plácidamente los
últimos años del siglo XVII se dice que
empezaron a circular en la sociedad de
Puebla de los Ángeles las invitaciones
para un gran acontecimiento social, la
boda de doña Leonor Escalante y Sosa
con el gallardo don Fernando, ambos
miembros de dos familias de mucho
linaje de esta ciudad.
Las religiosas del convento de santa
Clara, tal noticia las alarmo, pues don
Fernando era uno de los benefactores
del convento. Así que los religiosos
pasaron días pensando cómo hacer
presente su agradecimiento por tanto
favores recibidos
• La madre Lorenza de nacionalidad española
y con gran misterio y ante toda la
congregación destapo tres frascos que llevaba
en una cesta; uno de ellos contenía un
líquido amarillo, empezó a servirla en copas
de cristal y fue dando a cada religiosa un
poco, invitándolas a que lo probaran, después
de saborearlo, dieron su aprobación para que
la bebida se obsequiaría para la boda de doña
Leonor y don Fernando.
10. Los camotes de Santa Clara
Cierto día, las Madre Superiora pidió a la
madre encargada de la cocina que preparada
alguna golosina para poder alagar al ilustrísimo
y revenderisimo Señor Obispo , Don Manuel
Fernández de Santa Cruz, quien visitaría el
convento en muy pocos días ; la Madre de la
cocina se reunió con las otras madres para que
le ayudasen a pensar en alguna golosina, pero a
ninguna se le ocurrió algo, solo a Angelina
quien propuso preparar un dulce de camote,
lógicamente la idea fue rechazada por ser el
camote un producto ya detestado entre las
internas.
Angelina no hizo caso de los reclamos y tomo
gran cantidad de camotes, y los puso a hervir y
amaso durante dos horas añadiendo piña y
azúcar hasta obtener una mezcla con la
consistencia de la cajeta, entonces retiro del
fuego, dejo enfriar y comenzó a hacer pequeñas
porciones en forma de bollos finalmente los
bollos fueron decorados con pintura vegetal.
Toda la comunidad estaba admirada para la
habilidad de Angelina y por el sabor del postre
así que la madre superiora aprobó se le sirviera
al obispo, quien después de comer pidió que se
le pusiera una caja con algunos bollos de camote
para llevar.
11. Conclusiones
Al recorrer estos
interesantes paisajes y
elementos de la historia de la
gastronomía, y como la
afirman algunos de los
autores, es en este tiempo
donde se origina la cocina
mexicana, esa que fusiona
las artes y tradiciones
culinarias de ambas culturas,
y es así también que se puede
afirmar que fue en los
conventos donde la cocina
mexicana se acuno, con el
arrullo de rezos y cantos; en
el frescor del recinto y entre
hábitos.