Este documento analiza el potencial de los videojuegos como herramienta educativa. Discute cómo los videojuegos pueden desarrollar habilidades sociales y competencias digitales a través de la colaboración y la competición. También describe cómo se implementó un "aula digital" en la que los estudiantes jugaron videojuegos en grupos y discutieron estrategias de juego, lo que fomentó el aprendizaje entre pares y redujo el miedo al fracaso. El documento concluye que los videojuegos siempre pueden ser