El documento describe cómo los sistemas vestibular y propioceptivo influyen en los niveles de atención en los niños. Estos sistemas ayudan a procesar el movimiento, la postura y la orientación espacial, y su integración afecta funciones como la coordinación, el equilibrio, el tono muscular y la representación corporal, lo que a su vez influye en la atención, el aprendizaje y el comportamiento. Los trastornos en estos sistemas pueden causar problemas motrices, de equilibrio y distractibilidad.