La gobernanza se refiere a las pautas y estructuras que emergen de las interacciones entre actores en un sistema sociopolítico, que establecen las reglas del juego. La gobernabilidad se refiere a la habilidad de un gobierno para gobernar de manera eficaz y legítima. Un gobierno con alta gobernabilidad puede promover formas democráticas de gobernanza, y viceversa. Aunque relacionados, gobernanza y gobernabilidad implican conceptos analíticos distintos sobre cómo se toman decisiones políticas en
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Diferencia entre gobernaza y gobernabilidad
1. DIFERENCIA ENTRE GOBERNAZA Y GOBERNABILIDAD
Gobernanza y gobernabilidad son conceptos muy relacionados; un gobierno eficiente, con alta gobernabilidad será un
mejor moderador de las relaciones de gobernanza, de tal manera que la gobernabilidad es de alguna manera una
condición para promover una gobernanza democrática; a su vez, formas de gobernanza democráticas fortalecerán la
gobernabilidad.
En cuanto a la confusión de los términos de gobernanza y gobernabilidad la discusión es mucho más que terminológica,
ya que implica el significado de situaciones diferentes y de concepciones analíticas distintas: el concepto de
gobernación se encuentra fuertemente vinculado al de gobernanza. La gobernanza puede verse como la pauta o
estructura que emerge de un sistema sociopolítico como el resultado conjunto de los esfuerzos de interacción de todos
los actores intervinientes; esta pauta emergente conforma las reglas del juego en un sistema específico o, en otras
palabras, el medio a través del cual los actores pueden actuar e intentar utilizar estas reglas de acuerdo con sus propios
intereses y objetivos. La gobernabilidad se entiende como la cualidad propia de una comunidad política según la cual
sus instituciones de gobierno actúan eficazmente dentro de su espacio de un modo considerado legítimo por la
ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo mediante la obediencia cívica
del pueblo; la gobernabilidad se refiere a la habilidad para gobernar. Si entendemos a los gobiernos como redes de
instituciones políticas, entonces la gobernabilidad sería la capacidad de procesar y aplicar institucionalmente decisiones
políticas.
La gobernabilidad y la gobernanza surgen frente a conflictividades presentes o futuras; toda sociedad tiene sus
procesos de gobernabilidad y gobernanza.
El análisis de la gobernabilidad de un sistema implica el de su gobernanza, es decir, el descubrimiento del mapa de
actores, sus expectativas, sus conflictos y las estructuras y procesos de interacción.
Una de las condiciones para que podamos construir gobernabilidad democrática nacional y gobernanza democrática
global es que recuperemos la conciencia y la confianza en la política como una excelente y civilizadora actividad
humana.
Podemos decir que la gobernanza es el arte o la manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un
desarrollo social, económico e institucional duradero promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad y el
mercado de la economía; desde una perspectiva político-administrativa la gobernabilidad es la cualidad de un sistema
social que deriva del hecho de que los actores estratégicos del mismo consienten en que las decisiones de autoridad
se adopten conforme a reglas y procedimientos determinados.
El concepto de gobernabilidad asume el conflicto entre actores como una dimensión fundamental sin la que no sería
posible interpretar la dinámica de las reglas, procedimientos o fórmulas –gobernanza- llamadas a asegurar la
gobernabilidad en un momento y en un sistema sociopolítico dados. A mayor eficiencia adaptativa de las fórmulas,
mayor será el grado de procesamiento de los conflictos, mejor el aprendizaje colectivo y el desarrollo incremental de
nuevas fórmulas y, en definitiva, mayor calidad de la gobernabilidad existente.
Gobernanza se refiere a la “metapolítica” y concierne a la estructura institucional de la acción política tanto del
gobierno como de los actores de la sociedad civil. Una aproximación del tipo gobernanza debe explorar el potencial
creativo de esos actores, y especialmente la habilidad de los líderes de superar la estructura existente, de cambiar las
reglas del juego, y de inspirar a otros para comprometerse en el esfuerzo de hacer avanzar la sociedad por nuevos y
productivos caminos. La gobernanza concierne a la institucionalización de los valores normativos que pueden motivar
y proveer cohesión a los miembros de una sociedad. Esto implica que es improbable que pueda emerger un Estado
fuerte en ausencia de una sociedad civil vibrante.