2. TEXTO CLAVE “Porque desde donde el
sol nace hasta donde se
pone, es grande mi
nombre entre las
naciones; y en todo lugar
se ofrece a mi nombre
incienso y ofrenda limpia,
porque grande es mi
nombre entre las
naciones, dice Jehová de
los ejércitos”
Malaquías 1:11
3. INTRODUCCIÓN
Problema:
¿Qué dice el profeta Malaquías
acerca del compromiso de Dios
con su pueblo y las
responsabilidades de este?
5. Hacía ya muchos años que el Templo había sido reconstruido en tiempos del rey
persa Darío. Su sucesor, Artajerjes, envió a Nehemías como gobernador para
reconstruir la ciudad de Jerusalén.
En ese tiempo (entre 444 y 432 a.C.), Esdras y Nehemías dirigieron un importante
movimiento de reforma espiritual entre el pueblo.
Pero, cuando estos dos hombres faltaron, el pueblo cayó en la
desidia espiritual. Alrededor del año 425 a.C., Malaquías fue llamado
al ministerio profético para hacer recapacitar al pueblo sobre su
infidelidad hacia su Creador, renovando de nuevo el llamado:
“Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros” (Malaquías 3:7)
1. Dios merece nuestra fidelidad (Mal. 1)
2. Dios quiere que seamos fieles con los demás
(Mal. 2)
3. Dios promete bendecir nuestra fidelidad
(Mal. 3:1-12)
4. Dios guarda un registro de nuestra fidelidad
(Mal. 3:13-18)
5. Dios da una misión a su pueblo fiel (Mal. 4)
6. MALAQUIAS SIGNIFICA MI MENSAJERO
Profecía de la palabra de Jehová contra
Israel, por medio de Malaquías.
Mal 1:2 Yo os he amado, dice Jehová; y
dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era
Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y
amé a Jacob,
7. Mal 1:3 y a Esaú aborrecí, y convertí
sus montes en desolación, y
abandoné su heredad para los
chacales del desierto.
La frase "y a Esaú aborrecí" no se refiere al destino
eterno de Esaú. Simplemente significa que Dios escogió
a Jacob para ser el medio por el que surgiría la nación de
Israel y el Mesías . Dios permitió a Esaú ser padre de una
nación, pero esta nación, Edom, más tarde se volvió uno
de los principales enemigos de Israel.
8. “Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me
despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo
hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda.
¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová”
(Malaquías 1:13)
Los sacerdotes menospreciaban de tal
manera los ritos del santuario que
aceptaban animales cojos o dañados para
los sacrificios y consideraban fastidiosos
los ritos y ceremonias sagradas.
Con esta actitud, no solamente eran
infieles con Dios, sino que rechazaban la
Salvación al no apreciar en aquellos
sacrificios al “Cordero de Dios, que quita
el pecado del mundo” (Juan 1:29)
“En el antiguo ritual que era el Evangelio expresado en símbolos, ninguna ofrenda
defectuosa podía llevarse al altar de Dios. El sacrificio que había de representar al Cristo
debía ser inmaculado. La Palabra de Dios señala esto como ejemplo de lo que deben ser
sus hijos: un “sacrificio vivo,” “santo y sin mancha,” “agradable a Dios.” Romanos
12:1; Efesios 5:27”
9. “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre,
¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová
de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y
decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” (Malaquías 1:6)
Dios exige fidelidad porque Él es
Padre, Señor y Gran Rey de Israel
(Mal. 1:6, 14)
1. El hijo ha de honrar a su
Padre.
2. El siervo ha de honrar a su
Señor.
3. El súbdito ha de honrar a su
Gran Rey.
Como hijos, siervos y súbditos,
debemos honrar triplemente a
nuestro Dios.
10. El pueblo de Dios es acusado de deslealtad mutua y de deslealtad entre los cónyuges.
“¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo
Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el
otro, profanando el pacto de nuestros padres?” (Malaquías 2:10)
“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de
tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la
mujer de tu pacto” (Malaquías 2:14)
Malaquías toma el matrimonio como
un ejemplo para ilustrar la falta de
fidelidad y compromiso mutuos. De
acuerdo con la Biblia, el matrimonio es
una institución sagrada establecida por
Dios. El pueblo de Israel fue advertido
contra los casamientos fuera de la fe,
porque el hacerlo pondría en riesgo su
compromiso con el Señor y caería en la
idolatría (ver Jos. 23:12, 13).
11. “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob,
no habéis sido consumidos” (Malaquías 3:6)
La infidelidad del pueblo de Israel merecía
la destrucción. Pero la fidelidad y el amor
de Dios no cambian y, por eso, no habían
sido destruidos.
Ahora, Dios les pone (nos pone) una prueba
de fidelidad: “Traed íntegro el diezmo para
los fondos del templo, y así habrá alimento
en mi casa” (Mal. 3:10 NVI p.p.)
Y, además, añade una
promesa de bendición:
“Probadme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y ved si no
abro las ventanas del cielo y derramo sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde” (Mal. 3:10 )
12. “Cuando los hijos de Dios, en cualquier época
de la historia del mundo, ejecutaramos alegres
y voluntariamente el plan de la benevolencia
sistemática y de los dones y ofrendas, la
permanente promesa de que la prosperidad
acompañaría todas sus labores en la misma
proporción en que le obedecieramos. Siempre
que reconoscamos los derechos de Dios y
cumplamos con sus requerimientos,
honrándole con su sustancia, sus alfolíes
rebosaran; pero cuando robamos a Dios en
los diezmos y las ofrendas, tenemos que
darnos cuenta de que no sólo le estamos
robando a él, sino que lo defraudamos
nosotros mismos; porque él limitaba las
bendiciones que les concedía en la proporción
en que ellos limitaban las ofrendas que le
llevaban”
13. “Entonces los que temían
a Jehová hablaron cada
uno a su compañero; y
Jehová escuchó y oyó, y
fue escrito libro de
memoria delante de él
para los que temen a
Jehová, y para los que
piensan en su nombre. Y
serán para mí especial
tesoro, ha dicho Jehová
de los ejércitos, en el día
en que yo actúe; y los
perdonaré, como el
hombre que perdona a su
hijo que le sirve. Entonces
os volveréis, y
discerniréis la diferencia
entre el justo y el malo,
entre el que sirve a Dios y
el que no le sirve”
(Malaquías 3:16-18)
Ante la demora de Dios de
cumplir sus juicios sobre los
pecadores, los israelitas
llegaron a una conclusión
errónea: “Por demás es servir
a Dios. ¿Qué aprovecha que
guardemos su ley, y que
andemos afligidos en
presencia de Jehová de los
ejércitos?” (Mal. 3:14)
Pero Dios
escucha y anota
las palabras y
actos de aquellos
que claman por
justicia y,
aferrados a los
méritos de
Cristo, le sirven
gozosos, al
amparo de Su
gracia.
14. “Que perdones ahora su
pecado, y si no, ráeme
ahora de tu libro que has
escrito” (Éxodo 32:32)
“Mi embrión vieron tus
ojos, y en tu libro estaban
escritas todas aquellas
cosas que fueron luego
formadas, sin faltar una
de ellas” (Salmos 139:16)
“Y acontecerá que el que
quedare en Sion, y el que
fuere dejado en Jerusalén,
será llamado santo; todos
los que en Jerusalén estén
registrados entre los
vivientes” (Isaías 4:3)
“Y el que no se halló
inscrito en el libro de la
vida fue lanzado al lago
de fuego”
(Apocalipsis 20:15)
15. “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol
de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y
saltaréis como becerros de la manada” (Malaquías 4:2)
Dios le encarga al pueblo fiel que
vive los últimos momentos de la
historia de este mundo una obra
doble:
1. Recordar la Ley dada a Moisés
(Mal. 4:4)
2. Hacer volver el corazón de los
padres hacia los hijos, de los
hijos hacia los padres, y el
corazón de todos hacia Dios
(Mal. 4:6)
16. “Ahora, justamente antes de la venida
de Cristo en las nubes del cielo, ha de
efectuarse una obra como la que realizó
Juan el Bautista. El Señor llama a
hombres que preparen a un pueblo que
esté firme en el gran día del Señor.
El mensaje que precedió el ministerio
público de Cristo fue: “Arrepentíos,
publicanos y pecadores; arrepentíos, fariseos y saduceos; arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado”. Véase Mateo 3:2. Como
pueblo que cree en la pronta manifestación de Cristo, tenemos un
mensaje que dar: “Preparaos para ir al encuentro de vuestro Dios”.
Nuestro mensaje debe ser tan directo como lo fue el de Juan. Reprendió
a reyes por su iniquidad. A pesar de que arriesgaba constantemente su
vida, no vaciló en declarar la Palabra de Dios; y nuestra obra en estos
tiempos debe realizarse con la misma fidelidad”
17. REFLEXIÓN
•¿Qué dice el profeta Malaquías acerca del
compromiso de Dios con su pueblo y las
responsabilidades de este?
Dios tiene un compromiso de
bienestar con su pueblo, lo
ama; quiere bendecirlo y lo
llama a ser fiel en todas las
esferas de su vida.
18. CONCLUSION
Malaquías nos da principios prácticos acerca del
compromiso con Dios. Dios merece lo mejor
(1.7-10). Debemos estar dispuestos a dejar
cualquier estilo de vida pecaminoso (2.1, 2).
Debemos hacer de la familia una prioridad
durante toda la vida (2.13-15).
Debemos estar listos para el proceso de
refinamiento de Dios en nuestra vida (3.3).
Debemos dar el diez por ciento de nuestro
ingreso (3.8-12). No hay lugar para la soberbia
(3.13-15).
Malaquías cierra sus mensajes señalando el gran
día del juicio final. Para todos los que estemos
dedicados a Dios, será un día de gozo debido a
que moraremos en la eterna presencia de Dios.