Sahelanthropus tchadensis fue descubierto en 2001 en Chad. Data de entre 6-7 millones de años y muestra una combinación de rasgos primitivos y avanzados. Su cráneo plano tenía una capacidad cerebral de solo 350 cm3, más similar a los simios que a los humanos modernos. Sin embargo, sus dientes y huesos de la cara eran más parecidos a los humanos, lo que sugiere una estrecha relación con nuestro último antecesor común con los chimpancés.