El documento describe la creación y dedicación en 1983 de un monumento en Cacabelos, León, dedicado a la vendimia. El ayuntamiento encargó al escultor Pedro F. García la creación de una escultura que representara el trabajo de la viña y el vino. La escultura resultante, tallada en piedra caliza de 8 toneladas, presenta dos figuras principales de un vendimiador y una vendimiadora, así como dos figuras laterales de niños sentados. La escultura captura con naturalismo y realismo el espíritu ancestral de la reg
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Monumento a la Vendimia. Pedro García Cotado. Cacabelos
1. PEDRO F.
GARCÍA
COTADO:
MONUMENTO A
LA VENDIMIA
1983
Cacabelos. León
2. EL MONUMENTO A LA VENDIMIA
La inauguración
Corría el año 1983 cuando un domingo 15 de mayo –S. Isidro
Labrador –, se inauguraba en Cacabelos el Monumento a la Vendimia.
3.
4. La prensa
Ya en estos momentos, la prensa, cambia el nombre de “Monumento a la
vendimia” por el de “Monumento al vendimiador”
5.
6.
7.
8.
9. A la inauguración asisten los alcaldes del
Bierzo , el Gobernador Civil, así como la
gente de Cacabelos y de los alrededores.
La presentación del monumento corre a
cargo del pintor cacabelense José
Sánchez Carralero –cuyo asombro no
dejó indiferente a su autor-
La escultura, como no podía ser de otro
modo, fue bautizada con vino de la
tierra.
10. El encargo
En 1981 el Ayuntamiento de
Cacabelos encarga a Cotado la
realización de una escultura cuyo
tema esté relacionado con el trabajo
de la viña, el vino… símbolo, por
decirlo de alguna manera, que
representa desde tiempos remotos al
municipio.
Cotado –hasta ahora conocido como
pintor- presenta el diseño y comienza
su andadura como escultor.
El material
Piedra caliza de Novelda, Alicante.
Bloque de 8 toneladas por unos 3
metros de altura.
19. El conjunto monumental está realizado en piedra caliza de 8 toneladas y
más de 3 metros de altura, procedente de Novelda, Alicante.
Tallada por los cuatro costados, con dos figuras principales -el
vendimiador y la vendimiadora- y dos laterales en las que se representan
a una niña y un niño en posición sentada.
Si algo define este conjunto es el naturalismo y realismo de las figuras.
El detalle en las cestas, la tensión de los brazos, los pliegues del ropaje, la
mirada serena , y a la vez, llena de un cansancio infinito.
La verticalidad del conjunto que se rompe ante la flexión de las piernas de
los niños.
La monumentalidad se vuelve ternura, capta perfectamente el espíritu
ancestral de la zona, sometimiento y a la vez rebeldía.
Gracias, Pedro.