SlideShare a Scribd company logo
1 of 7
Kevin Reyes Guerrero
         Sr.Manohar
                 9-1
Los gritos de los niños te tienen los nervios de punta. El más grande
  es el único que no está llorando. Pero el que te tienes más inquieta es el
  que sostiene en tus brazos. El que aun amamantas, pero que no es
  suficiente para calmar su apetito. Le colocas el seno en la boca, pero no
  es suficiente y comienzas de nuevo a gritar. Ahora el mediano lo
  acompaña en los gritos. Es un infierno. Y tú apenas ha comido un poco
  de comida que te regalaron, por ende, no tienes fuerzas para soportarlo.
  Despega al bebé del seno y al mismo tiempo lanzas un grito de
  desesperación enorme.
-
¡Cállense!

Por unos segundos reina el silencio pero no llegas a apear un pie de la
  cama cuando comienzan los gritos con mayor intensidad.
El vecino de al lado te cocea que calles a los niños, pero te haces la desentendida.
Como si no viviera más nadie en la pensión, sólo tú y tus niños.

Pero no quieres causar muchos ruidos en la pensión, pues, deben dos semanas de
  la habitación. Decides prepararles agua de azúcar a los niños para calmarle el
  apetito.

Le cruzas por encimas al más grande que se encuentra acostado en un colchoncito
   en el suelo.

Coges el agua del bebé y echas un poco en un jarro. Tres cucharadas de azúcar para
  que quede bien dulce.

Le echas el agua de azúcar al biberón del mediano y al del pequeño. Le pasas el
   biberón al de dos años y al pequeño le colocas el de él en la boca. Se han
   calmados los gritos.
Escuchas un sonido de motor parecido al de Miguel. Abres la puerta
de la habitación para que no tenga que tocar. De seguro éste te traes
algo para cenar y la leche de los niños.

Efectivamente, es Miguel que ha llegado. Empuja la puerta y entra. Este
se quita el chaleco de moto concho y lo coloca encima de la mesita que
tienen.

Te quedas sin habla pues ha visto que no ha traído nada, más que un
olor a ron.
 Entonces… No le trajiste la leche a los niños. ¡Dime!

- Muchacha…Ni 50 peso hice.

- Aja…Y ese olor a ron ¡Dime!, no me diga que te lo dieron.
Muchacha… ¿Cuál olor a ron? Tú te estas poniendo loca.

- Loca…buen maricón. Loca es el hambre que tengo. Me dejas sin
comida y sin leche. Y llegas como si nada. Con tú carita muy linda.
Buen azaroso. A que fue a jugar en las maquinitas que te pusiste.
Maldito…Y no pensaste en tus hijos y en tú mujer. ¡Verdad que no!

 Oye, oye... ¡Está bueno ya! Mejor cállate y acuéstate.

Al terminar de decir Miguel esto, el hambre, la desesperación y la
violencia de tus circunstancias te hacen perder los estribos y le brincas
encima. Lo aruñas, lo intentas morder. Sí, quieres desaparecerlo.
Pero tú fuerza no es suficiente y Miguel te repele a trompa limpia.
Hasta el extremo de dejarte casi inconsciente.

Desde el suelo donde te encuentras lo ve abrir la puerta y marcharse.

Mientras te golpeaba no escuchabas los gritos de los niños pero ahora
tendida en el suelo los escuchas. Y, desde luego, también escuchas al
vecino decir.

- Se están matando otra vez.
Gritos de hambre y desesperación

More Related Content

Viewers also liked (20)

La historia de stefani
La historia de stefaniLa historia de stefani
La historia de stefani
 
Poesías undécimo
Poesías undécimoPoesías undécimo
Poesías undécimo
 
(Educación media bachilleratos)
(Educación media bachilleratos)(Educación media bachilleratos)
(Educación media bachilleratos)
 
Informatica
InformaticaInformatica
Informatica
 
Violencia domestica
Violencia domesticaViolencia domestica
Violencia domestica
 
Poder público
Poder públicoPoder público
Poder público
 
La cinicienta
La cinicientaLa cinicienta
La cinicienta
 
Gazteliza 14 15
Gazteliza 14 15Gazteliza 14 15
Gazteliza 14 15
 
Como emprender a traves del teletrabajo agustín
Como emprender a traves del teletrabajo   agustínComo emprender a traves del teletrabajo   agustín
Como emprender a traves del teletrabajo agustín
 
Maniobra+de+heimlich
Maniobra+de+heimlichManiobra+de+heimlich
Maniobra+de+heimlich
 
Humor Ramoniano
Humor RamonianoHumor Ramoniano
Humor Ramoniano
 
Educación del siglo xxi
Educación del siglo xxiEducación del siglo xxi
Educación del siglo xxi
 
Gobierno le entrega a cuba equipos contra derrames.
Gobierno le entrega a cuba equipos contra derrames.Gobierno le entrega a cuba equipos contra derrames.
Gobierno le entrega a cuba equipos contra derrames.
 
Leyenda
LeyendaLeyenda
Leyenda
 
Aspecto positivo de canada
Aspecto positivo de canadaAspecto positivo de canada
Aspecto positivo de canada
 
Augas subterraneas
Augas subterraneasAugas subterraneas
Augas subterraneas
 
Los medios de transporte.
Los medios de transporte.Los medios de transporte.
Los medios de transporte.
 
Haití y dominicana analiza estrategia contra la cólera
Haití y dominicana analiza estrategia contra la cóleraHaití y dominicana analiza estrategia contra la cólera
Haití y dominicana analiza estrategia contra la cólera
 
Yoseht góngora guzmán
Yoseht góngora guzmánYoseht góngora guzmán
Yoseht góngora guzmán
 
Proceso de la Información.
Proceso de la Información.Proceso de la Información.
Proceso de la Información.
 

More from Eugenio Maria de Hostos (20)

Foto álbum
Foto álbumFoto álbum
Foto álbum
 
Photo album
Photo albumPhoto album
Photo album
 
No más al maltrato infantil
No más al maltrato infantilNo más al maltrato infantil
No más al maltrato infantil
 
áLbum de fotografías
áLbum de fotografíasáLbum de fotografías
áLbum de fotografías
 
Prevencion del embarazo en la adolesencia
Prevencion del embarazo en la adolesenciaPrevencion del embarazo en la adolesencia
Prevencion del embarazo en la adolesencia
 
No a la violencia escolar
No a la violencia escolarNo a la violencia escolar
No a la violencia escolar
 
Alcoholismo
AlcoholismoAlcoholismo
Alcoholismo
 
Alcoholismo
AlcoholismoAlcoholismo
Alcoholismo
 
Violencia photo album
Violencia photo albumViolencia photo album
Violencia photo album
 
Carta circular 17 2010-2011
Carta circular 17 2010-2011Carta circular 17 2010-2011
Carta circular 17 2010-2011
 
Suicidio
SuicidioSuicidio
Suicidio
 
Violencia domestica
Violencia domestica Violencia domestica
Violencia domestica
 
Drogadiciion
DrogadiciionDrogadiciion
Drogadiciion
 
Suicidio album
Suicidio albumSuicidio album
Suicidio album
 
Violencia domestica
Violencia domesticaViolencia domestica
Violencia domestica
 
Violencia doméstica
Violencia domésticaViolencia doméstica
Violencia doméstica
 
Violencia doméstica
Violencia domésticaViolencia doméstica
Violencia doméstica
 
áLbum de fotos sobre la prevención del maltrato
áLbum de fotos sobre la prevención del maltratoáLbum de fotos sobre la prevención del maltrato
áLbum de fotos sobre la prevención del maltrato
 
Photo album
Photo albumPhoto album
Photo album
 
Photo album alcoholismo
Photo album alcoholismoPhoto album alcoholismo
Photo album alcoholismo
 

Gritos de hambre y desesperación

  • 1. Kevin Reyes Guerrero Sr.Manohar 9-1
  • 2. Los gritos de los niños te tienen los nervios de punta. El más grande es el único que no está llorando. Pero el que te tienes más inquieta es el que sostiene en tus brazos. El que aun amamantas, pero que no es suficiente para calmar su apetito. Le colocas el seno en la boca, pero no es suficiente y comienzas de nuevo a gritar. Ahora el mediano lo acompaña en los gritos. Es un infierno. Y tú apenas ha comido un poco de comida que te regalaron, por ende, no tienes fuerzas para soportarlo. Despega al bebé del seno y al mismo tiempo lanzas un grito de desesperación enorme. - ¡Cállense! Por unos segundos reina el silencio pero no llegas a apear un pie de la cama cuando comienzan los gritos con mayor intensidad.
  • 3. El vecino de al lado te cocea que calles a los niños, pero te haces la desentendida. Como si no viviera más nadie en la pensión, sólo tú y tus niños. Pero no quieres causar muchos ruidos en la pensión, pues, deben dos semanas de la habitación. Decides prepararles agua de azúcar a los niños para calmarle el apetito. Le cruzas por encimas al más grande que se encuentra acostado en un colchoncito en el suelo. Coges el agua del bebé y echas un poco en un jarro. Tres cucharadas de azúcar para que quede bien dulce. Le echas el agua de azúcar al biberón del mediano y al del pequeño. Le pasas el biberón al de dos años y al pequeño le colocas el de él en la boca. Se han calmados los gritos.
  • 4. Escuchas un sonido de motor parecido al de Miguel. Abres la puerta de la habitación para que no tenga que tocar. De seguro éste te traes algo para cenar y la leche de los niños. Efectivamente, es Miguel que ha llegado. Empuja la puerta y entra. Este se quita el chaleco de moto concho y lo coloca encima de la mesita que tienen. Te quedas sin habla pues ha visto que no ha traído nada, más que un olor a ron. Entonces… No le trajiste la leche a los niños. ¡Dime! - Muchacha…Ni 50 peso hice. - Aja…Y ese olor a ron ¡Dime!, no me diga que te lo dieron.
  • 5. Muchacha… ¿Cuál olor a ron? Tú te estas poniendo loca. - Loca…buen maricón. Loca es el hambre que tengo. Me dejas sin comida y sin leche. Y llegas como si nada. Con tú carita muy linda. Buen azaroso. A que fue a jugar en las maquinitas que te pusiste. Maldito…Y no pensaste en tus hijos y en tú mujer. ¡Verdad que no! Oye, oye... ¡Está bueno ya! Mejor cállate y acuéstate. Al terminar de decir Miguel esto, el hambre, la desesperación y la violencia de tus circunstancias te hacen perder los estribos y le brincas encima. Lo aruñas, lo intentas morder. Sí, quieres desaparecerlo.
  • 6. Pero tú fuerza no es suficiente y Miguel te repele a trompa limpia. Hasta el extremo de dejarte casi inconsciente. Desde el suelo donde te encuentras lo ve abrir la puerta y marcharse. Mientras te golpeaba no escuchabas los gritos de los niños pero ahora tendida en el suelo los escuchas. Y, desde luego, también escuchas al vecino decir. - Se están matando otra vez.