1. C uando las teorías evolucionistas
es porque le ven enmarcado en
ser vivo.
El hombre es sapiente porque ha podido
definen al hombre como el “homo sapiens”,
contextos diferentes a los de cualquier otro
hacer su historia, acumulando costumbres
culturales y transmitiéndolas a sus semejantes. Y, además, ha podido hacer
recoger su historia porque es un ser inteligente, capaz de ver las relaciones entre
los acontecimientos.
Pero la relación entre “saber” e “inteligencia” se da gracias al proceso, en el
que los individuos humanos se enriquecen con determinados saberes o experiencias
concretas; en definitiva, cuando participan de la cultura y se enriquecen espiritualmente.
Pues bien, si el hombre puede tomar parte del mundo que le rodea, enriqueciéndose espiritualmente, es porque
es EDUCABLE.
Nassif define esta capacidad del hombre como la disposición individual para recibir influencias y elaborar sobre
ellas nuevas estructuras espirituales.
También queremos incluir una idea acerca del carácter humano de la educabilidad. Esta es presentada por A. San
Cristóbal como la disposición del hombre a la acción educativa. Por su naturaleza, al ser humano le es necesario
aprender cada uno de los movimientos que debe realizar para educarse al medio en que se encuentra.
Pero no hay que entender este “adecuarse al medio” como el movimiento por lograr una subsistencia natural,
sino que el hombre, por ser esencialmente espiritual, tiene a su alcance medios que le hablan de un mundo de
valores que son los que le motivan a “ aprender”; es decir, a educarse y, por tanto, a adecuarse el medio.
El papel de la Escuela en la tarea de educar, debe estar orientada siempre en buscar
modelos que propongan la excelencia. Es decir, la máxima realización del ser humano.
Además, las modelos que proponga la Escuela deben ser aplicables a todas las personas
de cualquier época y raza, tomando en cuenta la cultura que singulariza a cada ser
humano
Nos parece que, este mismo sentido, habla Fernando Salvater cuando afirma que la principal tarea de la escuela
es ofrecer modelos de excelencia, señalando también que el modelo que propongan debe marcar unas pautas de
reconocimiento que sirvan, a la vez, de apoyo a la autoestima de todos los implicados por reforzar la autonomía
personal.