Este documento describe la historia de Alfonso García, un empresario español que comenzó a exportar frutas y verduras de España a Rusia en la década de 1990. Fue el primero en llevar tomates españoles a Siberia, vendiendo sus productos desde Moscú hasta Vladivostok. Aunque tuvo éxito inicial, también enfrentó dificultades como amenazas de la mafia rusa y la quiebra de su empresa. Finalmente pudo establecer una cadena exitosa de tiendas de muebles en Siberia y servir como proveed
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EL CORREO 63
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LOS RESTOS DE JOSEP PERNAU
ALLENDE SERÁN ENMUDECIÓ AL Lula
EXHUMADOS RECONOCER A charla
PARA ACLARAR SUS PADRES EN con
un niño
SI LE MATARON UNA FOTO DE LA durante
O SE SUICIDÓ GUERRA CIVIL la
P68 P69
El almeriense
que conquistó
Siberia
Alfonso García abrió el mercado ruso a las frutas españolas
El empresario posa en el memorial a los caídos en la Segunda Guerra Mundial de Krasnoyarsk, la ciudad siberiana en la que reside. :: FRANCISCO APAOLAZA
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Se arruinó, se escapó de la mafia y
terminó llenando Rusia de tomates.
Alfonso García cuenta su loca aventura
sada y la Unión Soviética, en caí- tura». También tuvo que hundir- RIESGOS 60.000 euros que se han compra-
11.000 kilómetros da libre. «Yo no podía volver a Es- se para salir a flote. La empresa do los que como él, hicieron ne-
en coche paña arruinado», admite. Las hui- quebró y le dejaron como pago
«Acepté un gocio en un país que tenía que re-
das hacia adelante a veces salen 100.000 dólares en muebles de construirse. «Ganamos mucho y
Desde hace una década, Alfonso bien. En la cabeza de Alfonso se Murcia en una tienda de Krasno- contrato por miedo nos hemos arruinado varias ve-
García sufre miedo a los aviones cuadró el dos más dos: «Si yo ex- yarsk. «Llegué, contraté a su per- ces». Ahora, los inversores de me-
y prefiere tomar el coche en sus portaba fruta y allí no había nada, sonal y los vendimos». Años des- a que fueran de la dio mundo miran a Rusia como
viajes entre Siberia y Almería. no tenía más que importarla. pués, llegó a regentar más de una mafia y venían de uno de los golosos caramelos de
«En los Urales no puedes parar, Mandé faxes a todos mis contac- decena de tiendas de Muebles de los países BRIC (Brasil, Rusia, In-
porque te atracan», confiesa, y tos para que me enviaran lo que España traídos desde el Levante, parte de Boris dia y China). El almeriense ya no
explica que en algunos casos,
agente corruptos de tráfico le
fuera». Corría el año 1991. En Es-
paña bajaba el Betis a Segunda,
y vendidos desde el Mar de China
hasta Mongolia. En todas había
Yeltsin» le ve negocio a sus muebles y sus
pimientos, que ya vienen de Chi-
:: FRANCISCO han parado hasta en treinta oca- Ucrania vivía el desastre de Cher- una bandera rojigualda en la na –sí a clínicas de maternidad y
APAOLAZA siones. nóbil, en el Kremlin juraba el car- puerta y si dentro no sonaba Julio adolescente con los brazos tatua- los geriátricos de lujo– y hace un
go Boris Yeltsin y en una casa Iglesias, el director de turno po- dos canta una suerte de reggae- tiempo decidió cerrar el chirin-
moscovita, con diez kilos de pata- día meterse en problemas. Para ton. «Todo ha cambiado mucho guito de los muebles y de las fru-
versas que en su pueblo le cono- tas en la despensa y veinte dóla- los clientes amigos –muchos y aquí. Cuando llegué a esta ciudad tas. En unos meses cumplirá los
cían como ‘Rumasa’. res en el bolsillo, un tal García muy ricos, tanto como para com- no había nada. En la calle Lenin 60 y se jubilará. ¿Siguiente eta-
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ive muy lejos. En los noventa, la apertura co- fundaba FruitSpain, empresa prarse una estantería de 3.500 circulaban tres coches». pa? Vivir la maldición del emi-
Tanto que Goo- mercial de la URSS y su posterior rusa dedicada a importar casi de euros–, un cuadro con ‘Vuela Ahora, delante del Mama grante: «Cuando esté allí, echaré
gle Maps no sabe desmembramiento iban a cam- todo desde España. Hace 20 años. amigo, vuela alto’ en ruso. Roma, donde come Alfonso a dia- de menos esto. Y cuando esté
dibujar una ruta biar su vida. «Conseguí cerrar un Ahora en la discoteca ERA, a la rio, hay pequeños utilitarios pa- aquí, querré estar en España...».
entre Cuevas de contrato de cinco millones de dó- Chirimoyas y nísperos orilla del Yenisei, no se escucha gados a crédito, reliquias de los Se encoge de hombros, busca a la
Almanzora, el lares que me costó una botella de Llegaron a los mostradores rusos ‘Bamboleo’. Suena rap y un indio años 80 y también bólidos de a camarera: «‘Sh’ot’». (La cuenta).
pueblo de Almería en el que nació Vega Sicilia por la que pagué productos nunca antes conoci-
hace 59 años y la ciudad que dis- 160.000 pesetas». No lo amorti- dos. «Yo me iba a las plazas y allí
curre a sus pies. Bajo una colina zó. «Mandé 40 camiones, un mi- hacía demostraciones con chiri-
rematada por la ermita en honor llón de dólares y no me pagaron. moyas, nísperos y aguacates, por- Bigmac ruso del capitalismo que confirma- ese pueblo de Almería, asegura
de la Virgen de Paskeeva, protec- Me vi en la ruina, no podía hacer que no habían visto uno en toda
tora de viajeros intrépidos, entre nada en España». Y tomó una de- su vida». Vendió frutas españolas
con sabor andaluz ba la caída inminente de la
Unión Soviética. Aquel día se
que las había enviado desde allí
en el primer convoy de frutas y
el humo de las fábricas se despa- cisión: se iría a Holanda tras su di- desde Moscú hasta Vladivostok, sirvieron miles de BigMac, ese verduras españolas hacia Rusia.
rrama con irregular capricho su nero. «Allí me dijeron que los que hasta en la residencia del presi- Por aquellos años, los rusos es- filete ruso con inconfundible Hoy ya no es noticia comer en
ciudad. Es Krasnoyarsk, corazón me debían estaban en Moscú, así dente, como si fueran joyas. En el taban acostumbrados a hacer sabor a capitalismo americano. un McDonalds en Moscú. El
de Siberia, el Este del Este, plaza que emprendí para allá el viaje en tiempo en el que en el país se co- colas, pero la que se montó Las crónicas hablan de su pre- restaurante de comida de la ca-
conquistada por los feroces cosa- tren, pues no tenía dinero para el mían salchichas de cuarta, el kilo aquel 31 de enero del año 1990 cio: el sueldo de media jornada, lle Pushkin –el más frecuenta-
cos del XVII, parada de pasajeros avión y comía gracias a los bolli- de mandarinas españolas se ven- estaba fuera de lo común. Con pero pocos sabían que las le- do de la cadena alimentaria en
del transiberiano, gulag de disi- tos dulces que me dio un pasaje- día a 160 rublos (unos cuatro eu- temperaturas bajo cero, más de chugas no eran ‘gringas’, sino el mundo– ha atendido a más
dentes y destino de aventureros ro. Los del negocio eran gentes de ros de hoy, una fortuna) y lo más cinco mil personas se agolpa- del pueblo almeriense de Cue- de 73 millones de clientes y ya
locos. Alfonso García Guerrero es la mafia que se hospedaban en el chic era beber agua mineral em- ban ante el primer McDonalds vas de Almanzora. no tiene que utilizar género
de los últimos, uno de esos hom- hotel Moscú». Lo trataron bien: botellada sin gas – «hasta enton- que abría en el país, un símbolo Alfonso García, natural de importado de otros países.
bres bala cuyas vidas se disparan una habitación, champagne, ca- ces no se conocía»– que venía
alto y lejos. Entre sus aventuras viar,chicas... Ni rastro del dinero. desde Cantalar (Caravaca de la
cuenta con el honor de ser el pri- «Me ponía de rodillas delante de Cruz, Murcia).
mer español que trajo por aque- ellos, pero...» Debió insistir de- «Yo no quería trabajar con la
llas carreteras los tomates espa- masiado. En una de las excursio- administración, porque todo lo
ñoles. ¿Cómo fue? «¿Tienes tiem- nes por la ciudad, uno de los ma- copian y lo lían», explica Alfonso,
po?», pregunta con un acento tones le dio un mensaje: «Escápa- que sostiene que rechazó ser el
Comerciante. España co- mezcla imposible de ruso y alme- te. Te van a matar». proveedor del propio Mijail Gor-
menzó a exportar frutas a riense. Conduce un Lexus todo Su vida valía por aquel enton- bachov. Pero aquellos dos arma-
la antigua URSS en 1990, terreno entre los Ladas que tiñen ces 50 dólares en el mercado de la rios roperos con abrigo de cuero
productos que se conside- las carreteras con su vómito gris. calle, así que se fue con el dinero hasta los pies que le fueron a visi-
ran de nivel alto. Un kilo Suelta el titular: «Soy el español justo para un café –en un local en tar a la oficina le hicieron cam-
de mandarinas ha llegado que trajo las primeras frutas de el que estuvo resguardado cuatro biar de opinión. «Acepté su con-
a costar cuatro euros. :: España a este país. Los primeros horas– y el arrojo suficiente para trato porque creía que eran de la
FOTOS F. A. tomates, las primeras lechugas». entrar en el Banco Central a la mafia y resulta que no, que ve-
A la ecuación vital habría que hora del cierre, pedir dinero y nían de parte de Yeltsin». Duran-
añadirle viajes sin comida, ruina, plantar el aval de su reloj de oro te cinco años sirvió al dirigente,
amenazas de la mafia, la nieve, encima de la mesa de la jefa de «un borrachón» fallecido en
media docena de casualidades y Internacional. Funcionó. En Es- 2007, y estuvo entre la elite de
una canción de Julio Iglesias. paña, su mujer, Marie Rosa, y su los empresarios del país. Pero la
Todo comenzó en 1951. Nacía hijo no tenían qué comer. «Todo vida le reservaba una sorpresa
en Almería un niño emprendedor lo fiaba Alfonsa, la tendera de de- más, otro éxito salido del fracaso.
que antes de la mayoría de edad bajo de casa», recuerda. Y se le «Me encargaron importar des-
conseguía la licencia de exporta- quiebra la voz. de España 300.000 dólares en
dor gracias a un viaje a Madrid a Sabe bien que en la crisis están muebles. Yo les dije que si esta-
dedo por las cunetas. A los veinti- las oportunidades. Porque en esos ban locos, que yo no sabía nada
tantos había trabajado en Francia, tiempos, en los mostradores de de muebles, pero insistieron. Me Un filete ruso entre panes. El 31 de enero de 1990, cinco mil personas esperaron horas de cola para
moviendo verduras y tenía bares, las tiendas de Moscú «no había fui camino de España para com- poder estrenar el restaurante de McDonalds que abrió en la Plaza Pushkin. Las lechugas que se sir-
discotecas e inversiones tan di- nada». La economía estaba colap- prar género y así empezó la aven- vieron en las hamburguesas las había enviado Alfonso García desde Cuevas de Almanzora (Almería).
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Arriba, un coche abandonado junto a uno de los parques de juego de una ciudad en continuo crecimiento. Abajo, una mujer celebra la Pascua en un templo de la calle Lenin.
Krasnoyarsk:
el este del este
Bienvenidos a Siberia: Dos millones
de habitantes para una región cinco
veces más grande que España
:: F. A. Sus habitantes no sonríen por la triados, ya fueran disidentes del ciones de ópera. Al caer la noche,
E
n Krasnoyarsk, la se- calle y miran extrañados al que lo imperio de los zares –como el hay fiesta comedida en bares con
gunda ciudad de Siberia, hace, pero una vez saltado el propio Lenin, que vivió en una precios de Madrid (cuatro euros la
soledad no significa lo muro del primer contacto, abren barca en el río– o del régimen so- cerveza de medio litro) y música
mismo que en Burgos. un mundo amable de calles con viético. Miles de ellos se termina- local.
Soledad es una ciudad de un mi- música ambiental, luces en los ár- ron pudriendo en los gulags con
llón de habitantes en una región boles, calefacción a todo tren y el mismo frío helador que hoy Sevillanas cosacas
con dos millones, que tiene cinco una conversación interesante si permite varias estaciones de es- Una comunidad amplia de la ciu-
veces la superficie que España, el ciudadano se apaña en inglés, quí en las afueras. dad liderada desde la Universidad
una décima parte de Rusia, desde cosa no muy común. El milagro pervive. Hoy, Kras- Federal de Siberia se mueve para
el hielo del Ártico hasta las cordi- Krasnoyarsk es un milagro hu- noyarsk sigue creciendo en po- fomentar lazos de países distan-
lleras de Artai, en el Sur. Lejos es mano. El hombre vino a pelear y blación y la demanda de vivien- tes pero no tan distintos, a juzgar
allí, en la Asia europea, encima de conquistar, como siempre. En das es altísima (unos 60.000 eu- por la soltura con la que baila se-
Mongolia y China, más allá de In- 1628 llegaron los cosacos a formar ros el piso) pese a que el sueldo villanas en el sótano de un pub
dia, en la tierra que cruzaron un fuerte que hoy ocupan edifi- medio no supera los 400 euros al Julia Vavílova, bailaora local for-
Gengis Khan y los turcómanos. cios modernos. Después, sobrevi- mes, aunque no haya miseria. mada en Granada. Desde hace dos
Cerca significa dos días en coche. vió como parte de la ruta siberia- Cuando se funde la nieve, culti- años, un centenar de alumnos
Frío tampoco es lo mismo: en in- na hacia Vladivostok y se desarro- van deliciosas patatas y dulces re- aprenden el idioma de Cervantes
vierno pueden caer heladas de 40 lló en los primeros planes quin- molachas en el mar de huertas y en el centro de lenguas de manos
bajo cero. Krasnoyarsk, con toda quenales tras la Revolución Rusa dachas de madera que rodea la de un español de Cádiz, Pablo Te-
su ‘siberianidad’ a orillas del Yeni- En Rusia aún se bebe la popular y con la industria desplazada de ciudad y que permiten subsistir a rradillos. A final del mes pasado
sei –el segundo río más grande de Mirinda. :: F. A. Ucrania durante la Segunda Gue- muchas familias durante el in- celebraron un ciclo de cultura es-
Asia– representa uno de esos te- rra Mundial. Tuvo fábrica de pa- vierno. Que haga frío no quiere pañola al que acudieron poetas,
rritorios de aventuras por los que pel, astillero, plantas de aluminio decir que no haya nada que hacer. cineastas, cantantes, filólogos y
podrían cabalgar personajes como y conserva la segunda central hi- La ciudad está horadada con pe- periodistas y en el que se habló
Miguel Strogoff. droeléctrica más grande del mun- queños y grandes teatros, además desde cine hasta de toros y fla-
Con todo, es una ciudad cálida. do. Siempre fue tierra de expa- de cines y frecuentes programa- menco.