El documento habla sobre la construcción social de la realidad a través del lenguaje y la vida cotidiana. Explica que el lenguaje permite objetivar el ser propio imponiendo reglas y tipificando experiencias que trascienden el tiempo y el espacio. Además, constituye campos semánticos que acumulan conocimiento social y esquemas clasificadores que diferencian la realidad según grados de familiaridad.