1. EL CUENTO DE PLIM Y PLOM
“Hace mucho tiempo en un lugar muy lejano existía un país todo lleno de puntos, y, he aquí la
historia de dos de ellos, uno muy pequeñito llamado Plim y otro muy grande llamado Plom.
Plim vivía en una casa pequeña, con una puerta pequeña, con una ventana pequeña, con una
chimenea pequeña... todo en la casa era muy pequeño... y Plim sonaba así: (sonido suave con
un instrumento de pequeña percusión).
Plom vivía en una casa muy grande, con una puerta muy grande, con una ventana muy grande,
con una chimenea muy grande... todo en la casa era muy grande... y Plom sonaba así: (sonido
fuerte con un instrumento de pequeña percusión).
Plim y Plom eran muy amigos y se divertían tanto juntos que un día Plom invitó a Plim a pasar
la tarde en su casa.
Plim se puso muy contento y de camino a casa de Plom iba cantando una canción (el profesor
canta suave la canción del cuento). Plom preparaba su casa para recibir a Plim y mientras tanto
cantaba esta canción (el profesor canta fuerte la canción del cuento).
Cuando Plim llegó a casa de Plom se quedó impresionado, ¡qué grande era todo!: en el gran
salón había una gran mesa donde Plom había preparado una gran merienda. Plom invitó a Plim
a sentarse pero Plim era tan pequeñito que Plom tuvo que ayudarle a subirse a la silla. En la
mesa había un gran plato y cuando Plim se asomó... ¡chof! Se cayó en las natillas. - ¡Ja, ja, ja!
(risa fuerte) – se reía Plom - ¡Ji, ji, ji! (risa suave) – se reía Plim.
Después de merendar Plom invitó a Plim a jugar una partida de parchís. ¡Oh,oh!, las fichas eran
demasiado grandes y Plim sudaba y sudaba cada vez que le tocaba moverlas, por lo que
tuvieron que dejarlo y decidieron que lo mejor sería reunirse la semana siguiente en casa de
Plim.
Cuando llegó el día de la cita, Plom, muy contento, se dirigió a casa de Plim y de camino
cantaba su canción (la misma que la anterior). Plim en su casa preparaba la merienda y
también cantaba su canción.
Cuando Plom llegó a la casa se quedó asombrado... ¡qué pequeño era todo! El primer
problema era entrar por la puerta... ¡imposible! Plom era demasiado grande, así que Plim tuvo
que sacar la merienda al jardín. Segundo problema, el plato de natillas era tan pequeño que
Plom se quedó con hambre. Tercer problema, el parchís... era tan pequeño que cuando Plom
intentaba mover su ficha, movía todas las demás, así que tuvieron que suspender otra vez la
partida.
¡Qué desastre!, si miraban el uno al otro desconcertados, - ¿qué hacemos? Llamaremos al
magos de los puntos, seguro que él nos puede ayudar. Así lo hicieron, y el mago llegó. Plim y
Plom le contaron su problema y el mago se puso a pensar... -¡ya lo tengo!, trazaré un camino
de una casa a la otra.
2. - Este camino os servirá de gran ayuda -continuó- porque cuando Plim se dirija casa de Plom irá
creciendo y creciendo y al llegar será un punto tan grande como Plom. Lo mismo le ocurrirá a
Plom cuando salga de su casa para ir a la casa de Plim que se irá haciendo cada vez más
pequeño hasta convertirse en un punto chiquito como Plim.
¡Qué contentos se pusieron los dos!, ya podían merendar y jugar al parchís sin ningún
problema.”
Recursos didácticos: http://escuelademusicaymusicos.blogspot.com.es/2011/10/el-cuento-de-
plim-y-plom.html