La revolución americana y la revolución francesa marcaron el fin del Antiguo Régimen y el inicio de la Edad Contemporánea. La revolución francesa comenzó en 1789 con el estallido de los Estados Generales, dando paso a la Asamblea Nacional que abolió los privilegios feudales y aprobó la Declaración de Derechos. Sin embargo, la familia real y la nobleza se oponían al nuevo régimen, lo que llevó a la formación de la Convención y al establecimiento de la Primera República frances