El documento describe la detención de Jesús por parte de las autoridades religiosas y políticas de Jerusalén en ese tiempo. Caifás era el sumo sacerdote judío que presidía el Sanedrín, el consejo religioso judío. Poncio Pilato era el gobernador romano encargado de mantener el control para Roma y cobrar impuestos. Herodes era la autoridad judía pero en realidad no tenía poder, ya que todo era controlado por los romanos y no era querido por el pueblo.