2. Sinopsis
Cuando su padre muere de forma inesperada, Charlie Price debe
seguir sus pasos y tomar las riendas del negocio familiar: la fábrica de
calzado masculino tradicional Price e Hijos, fundada en 1895 en
Northhampton. Charlie pronto descubre que la fábrica está pasando por
problemas terribles y, a menos que consiga nuevos clientes, la fábrica
compartirá en mismo destino que muchas fábricas de calzado de barrio
que se vieron obligadas a cerrar.
Charlie intenta, sin éxito, conseguir nuevos clientes en Londres. Sin
embargo, conoce a Lola cuando está siendo acosada por una pandilla
de chicos en un callejón. Queda fuera de combate en un galante
intento por protegerla. Cuando recupera la consciencia se encuentra en
el vestuario de un club del West End. Pertenece a Lola, de quien
empieza a darse cuenta de que no es lo que parece. 'De hecho, es un
travestí y actúa en el club Angel, uno de los mejores cabarets de drag
queens de Londres. Lola se sube al escenario mientras él se queda
maltrecho y desconcertado, pero antes de irse observa el espectáculo
entre bastidores.
3. De vuelta en Northampton, ayudado por el leal aliado de
su padre George, Charlie se ve obligado a despedir
trabajadores para que la fábrica pueda seguir abierta
durante al menos unos meses. Los trabajadores
(quienes en esta comunidad pequeña y unida son casi
como su familia) se sienten traicionados por su jefe. Una
de sus trabajadoras más jóvenes, Lauren, le recrimina
con dureza su falta de imaginación y su fracaso para
encontrar un nuevo mercado alternativo que pueda
salvar la fábrica. Mientras tanto, Nicola, la prometida de
Charlie (que esperaba empezar una nueva vida con
Charlie en Londres antes de la muerte de su padre) se
disgusta profundamente cuando se entera de que con
estas circunstancias tendrán que posponer sus planes
de boda.
4. Sin embargo, la idea de un mercado especializado y el recuerdo de Lola
con sus tacones altos en el Soho se mezclan para darle a Charlie una idea
descabellada que podría ayudarle a salvar su fábrica. Se lleva a Lauren a
Londres, al Club Angel para estudiar sobre el terreno la posibilidad de hacer
zapatos femeninos para hombres como los de Lola. Mientras Charlie da
vueltas por este entorno desconocido, Lauren está asombrada por la
escena, repleta de lentejuelas, pelucas, tacones y otros travestís e
instantáneamente se encariña con Lola. Lola hace su ostentosa rutina
habitual, acompañada por las chicas Angel y algún que otro impertinente;
es un espectáculo relumbrante muy distinto a cualquiera que hayan visto
antes Charlie y Lauren. Tras algunas conversaciones con Lola parece
evidente que hay un gran mercado potencial para calzado de fantasía,
duradero y de alta calidad, y vuelven a Northampton donde Charlie empieza
a trabajar en secreto en algunos prototipos. Tiene la intención de llevarlos a
Londres para que Lola les de su aprobación; pero ella se presenta de forma
inesperada en la fábrica, vestida completamente de drag y deja alucinados
a todos los trabajadores, particularmente a Don, todo un "macho". Lola se
queda horrorizada por los prototipos poco atrevidos de Charlie además de
la recepción poco entusiasta que tiene y decide marcharse, pero Charlie
sabe que la necesita y se las arregla para que se quede. Tras pasar la
mayor parte del día pensando en que ponerse para pasar el tiempo en la
fábrica, Lola tiene un encuentro con Don y se esconde en el baño pero
Charlie les habla de sus inseguridades, de como ambos han tenido que
sufrir para estar a la altura de las expectativas de sus padres y las vidas
que sus padres les habían preparado, y salen de allí listos para hacer
botas. Lola se hace cargo del diseño y comienza su colaboración para crear
una colección para presentar en la Feria de Calzado de Milán.
5. Pero el camino hacia Milán está plagado de desafíos y dificultades, la menor de ellas
es que solo tienen 5 semanas para preparar los modelos para Milán. Además, los
costes del viaje a Milán son enormes y Charlie no tiene más salida que rehipotecar su
casa para financiar el proyecto. No se lo dice a Nicola, que mientras tanto ha pensado
en su propio plan para la fábrica. Cree que está maldita y presenta a Charlie a
Richard Bailey (Geoffrey Streatfeild). Se trata de un constructor que se ofrece para
comprar la fábrica para hacer apartamentos. Charlie se queda estupefacto por la
sugerencia de Nicola y rechaza la propuesta (al hacerlo pasa la presión a su relación
con la mujer que ama). Mientras tanto tiene que enfrentarse a la tensión que reina
entre los obreros, que trabajan cada día más y sus futuros siguen siendo inciertos.
Don, el macho antagonista, se convierte en un brillante director de la hostilidad hacia
la aventura de las botas de drag y se ve obligado a superar sus propias debilidades.
Finalmente acepta enfrentarse a Don con sus propias armas y Lola desafía en el pub
local al campeón de lucha de Northampton. Las mujeres de la fábrica, incluso Mel
(Linda Bassett), la más tradicional y escéptica, animan a Lola, con un sentimiento de
solidaridad femenina, pero el machismo de Don permanece intacto porque Lola, en
secreto, pierde el juego.
Sin embargo la presión en la fábrica sigue aumentando y llega a su punto álgido
cuando a tan solo unos días preciados para partir hacia Milán, Charlie desespera a
sus trabajadores con sus exigencias perfeccionistas para conseguir que las botas
salgan a la luz con la altísima calidad que se espera de una zapatería tradicional
Price. Además, su relación con Nicola llega a un punto de ruptura cuando ella
descubre, teniendo una inocente conversación con Lauren, que él ha rehipotecado la
casa. Sin embargo cuando los trabajadores (dirigidos por Don) descubren que Charlie
ha arriesgado su propio futuro por ellos se ponen de su parte y cuando la colección
está terminada todos lo celebran. Charlie mira como Lauren y Lola bailan juntas; las
chicas se dan cuenta del efecto que Charlie Price y las últimas 5 semanas han tenido
en sus vidas. Todo está preparado para Milán, donde Lola y las chicas Ángel posarán
con los zapatos; la presión se centra en Charlie. Pero cuando accidentalmente
descubre que el constructor Richard Bailey es algo más que el nuevo amigo de
Nicola, la presión emocional se dispara hasta llegar a enfrentarse a Lola vestida de
drag y con zapatos altos. Charlie, completamente desesperado, arremete contra ella
y contra todo lo que representa, y pierde a su mejor y más activa aliada en vísperas
de la Feria de Calzado de Milán.
6. Milán. Las botas de diseño sólo atraen miradas divertidas de los
compradores. Sin Lola y sus ángeles allí, parece que la misión de
Charlie está sentenciada. Su único pilar firme sigue siendo Lauren, pero
siguen sin reconocer su atracción mutua y no pueden darle rienda
suelta. Cuando Lauren se entera que Lola no está porque Charlie se ha
peleado con ella se pone furiosa; no entiende como su jefe puede tener
la mente tan estrecha para alejar a la única persona de quien depende
su éxito en Milán. Charlie llama a Lola en un intento de disculparse y
volverse a ganar su apoyo, pero se encuentra con el contestador así
que tiene que dejar un mensaje. De vuelta en Inglaterra nos
encontramos a Lola pensando en las heridas de sus niñez rota abiertas
por lo que ha pasado con Charlie y vuelve a Clacton con la esperanza
de ahuyentar a los fantasmas del pasado y un padre que la rechazó
cuando le dijo que era un travestí.
En un intento desesperado de potenciar el interés por la colección,
Charlie decide posar con las botas rojas de firma de la colección en
lugar de Lola y sus "chicas" Ángel. Pero al final, mientras el debut en las
pasarelas de Charlie se convierte en un desastre, la caravana de drags
de Lola aparece en escena deja a la audiencia de Milán alucinada. Las
chicas Ángel toman al asalto la feria de Milán con un fabuloso
espectáculo con coreografía. Mientras reciben un aplauso triunfal
Lauren se une a Charlie y por fin reconocen su atracción y se besan.