La retinopatía diabética es una complicación ocular común causada por la diabetes que puede provocar ceguera. Existen dos formas principales: la retinopatía diabética no proliferativa, caracterizada por microaneurismas e hiperpermeabilidad vascular, y la proliferativa, en la cual se forman nuevos vasos anormales que sangran fácilmente. El control adecuado de la glucemia y la presión arterial, así como el tratamiento oportuno con láser, pueden prevenir la progresión de la enfermedad y la p
2.
La retinopatía diabética es una de las complicaciones
oculares mas importantes causadas por la diabetes (En
especial Diabetes Mellitus Tipo 1).
Hay 2 razones para explicar porque la retinopatía
diabética es una causa importante de ceguera:
1ª.- Los pacientes con diabetes mellitus de larga evolución
con relativo buen control y sin síntomas oculares tiendan a
acudir con menos frecuencia a consulta medica
especializada y en consecuencia, los cambios iniciales en la
retina no son detectados oportunamente
3. 2ª-. Esta ligada de manera estrecha a la naturaleza de una
enfermedad crónica y progresiva: El inicio de la retinopatía no
tiene prioridad en el tratamiento inicial y control del paciente
diabético, lo que provoca que pase a un segundo término en
prioridades de atención y permita así que el cuadro se agrave
y la visión se deteriore.
Se ha demostrado que si la
retinopatía diabética se encuentra
bajo control médico adecuado y
un
manejo
oftalmológico
cuidadoso, incluida la terapéutica
de la con laser, las probabilidades de
puede progresión y deterioro visual son
menores de 2 a 6% a cinco años.
Alrededor del 25%
población
diabética
evolucionar a formas graves de
retinopatía diabética.
4. La retinopatía diabética tiene diferentes estadios de
afección que, a su vez, tienen diversas formas de
progresión en diferentes grupos de población de
diabéticos.
Una manera rápida de entender estas implicaciones es
ubicar 2 formas de presentación que hablan del estadio
de intensidad: la retinopatía diabética no proliferativa
(RDNP) y la retinopatía diabética proliferativa (RDP.
5. La división se ha hecho necesaria en vista de
que la forma proliferativa implica la
neoformación de vasos anormales que
tienden a sangrar hacia la cavidad vítrea, así
como el desarrollo de membranas
fibrovascualares epirretinianas que tienden
a traccionar y desprender la retina.
Este ultimo evento termina en perdida importante de la visión o
en la ceguera. De aquí que la detección, el estudio, el
entendimiento, el seguimiento y el manejo apropiados de los
pacientes con la forma no proliferativa son en la actualidad los
aspectos de mayor importancia en la evaluación oftalmológica
del paciente diabético; obviamente, después de entender las
consideraciones terapéuticas para quien padece la forma
proliferativa.
6. La retinopatía diabética se traduce como una
microangiopatía progresiva de la red vascular
retiniana, consecuencia del alteraciones metabólicas y
bioquímicas.
Se desarrollan conglomerados intracapilares de eritrocitos
y plaquetas, así como secreción inadecuada de hormona
del
crecimiento
y
glucosilación
de
proteínas
hísticas, eventos que concluyen en anormalidades de la
permeabilidad vascular e hipoperfusión histicas. Esto se
expresa a traves de multiples cambios retinianos
identificables en la oftalmoscópía.
7. Por ello la cascada de
eventos de daño a la retina
que crece y aumento con el
paso del tiempo, 2 cambios
responsables
de
su
progresión:
Y el cierre de capilares
retinianos.
El
aumento
de
la
permeabilidad vascular que
produce
salida
de
elementos formes de la
sangre
al
intersticio
retiniano
8. Las alteraciones de permeabilidad vascular que ocasionan
exudación de lípidos, suero y hemorragias intrarretinianas llevan
a la formación de edema macular.
Los capilares incompetentes, por alteración del endotelio
vascular como resultado de los cambios bioquímicos, tienen
permeabilidad anormal y microaneurismas.
Por otro lado, la oclusión de los capilares retinianos se debe a
anormalidades de las paredes vasculares o a trastornos locales de
coagulación, con la consecuente conglomeración de plaquetas y
células rojas que interrumpen el flujo de sangre a través de la luz
capilar.
9. Los fenómenos en el fondo de
ojo
se
observan
a
consecuencia
de
esta
interrupción circulatoria son:
Interrupción de la entrada del
medio de contraste a nivel
capilar,
arrosariamiento
venoso, que se manifiesta
como dilataciones focales de
las
venas
retinianas
y
anormalidades
microvasculares
intrarretinianas, manifestadas
como
dilataciones
telangiectásicas y tortuosidad
de capilares retinianos.
Conforme aumenta
el área de cierres
capilares, la retina
intenta restaurar el
abastecimiento de
oxígeno y desarrolla
proliferación
de
nuevos vasos.
A esta fase se le
conoce
como
retinopatía diabética
proliferativa.
10.
A diferencia de los vasos intrarretinianos
normales, los vasos de neoformación crecen
sobre la superficie de la retina o del disco
óptico, no poseen la estructura y vitalidad que
permite
conservar
las
funciones
hemodinámicas necesarias y por lo tanto
filtran suero, fluoresceína y quimiotácticos
para elementos formadores de fibrosis, y
sangran hacia la cavidad vítrea, con lo que se
produce cicatrización intraocular
que
mientras avanza, tracciona y desprende la
retina.
11. La Retinopatía Diabética No Proliferativa:
o
Leve, consiste en la presencia de hemorragias intrarretinianas y
microaneurismas.
o
Moderada, donde hay hemorragias y microaneurismas en cuatro
cuadrantes del fondo, así como anormalidades vasculares
intrarretinianas y arrosariamiento venoso en un cuadrante.
o
Intensa,
en
la
que
vemos
hemorragias
intrarretinianas, microaneurismas, anormalidades microvasculares
intrarretinianas y arrosariamiento venoso en los cuatro cuadrantes
12.
13. La Retinopatía Diabética Proliferativa:
Se divide de acuerdo con la progresión de su gravedad y el riesgo de
desarrollar perdida intensa de la visión o ceguera.
Estos vasos anormales tiene tres estadios:
Neovasos con mínimo de tejido fibroso, difícilmente visible.
Neovasos con mayor extensión y tejido fibroso visible.
Membranas fibrovasculares que traccionan o desprenden la
retina
El edema macular puede estar presente o ausente en cualquier tipo
de retinopatía diabética.
Puede producir daño funcional e irreversible con baja visual, este
fenómeno influye de manera desfavorable en la visión central de
quien lo padece.
14.
15.
16. Visión Borrosa
El paciente debe ser referido al oftalmólogo para descartar la
presencia de edema macular, en especial si manifiesta
disminución de la agudeza visual, ya que de estar asociada con el
edema requerirá tratamiento con laser
17. Tipo de Diabetes
La diabetes tipo 1 tiende a presentarse más
tempranamente, con mayores síntomas y su inicio es súbito;
tiende a desarrollar antes la retinopatía diabética.
Duración de la Diabetes
La prevalencia de la retinopatía se relaciona con la duración o
tiempo de evolución de la diabetes. Su aparición y gravedad es
más importante entre mayor tiempo tenga la evolución de la
diabetes.
18. Estado de la Hemoglobina A1c
La mayor incidencia y gravedad de la retinopatía diabética cuando
el paciente tiene concentraciones altas y crecientes de
hemoglobina A1c.
Nefropatía Diabética y Disfunción Renal
La asociación de nefropatía y retinopatía diabéticas es alta, y se
asocia en la aparición de edema macular y baja visión
Hipertensión Arterial en Pacientes Diabéticos de Larga
Evolución
La aparición de hipertensión arterial tiende a agravar la isquemia
retiniana, el edema macular y el grado de disminución de la
agudeza visual.
19. Embarazo
Toda paciente con diabetes tipo 1 deber tener una vigilancia
periódica, en particular si la diabetes inicio antes de los 29 años
de edad y tienen cinco años de diabética.
Adolescencia
Hay una relación entre la progresión de
la
retinopatía
diabética
y
la
adolescencia debido a los cambios
hormonales.
20.
En la mayoría de los pacientes a quienes se les diagnostica
diabetes no se encuentra retinopatía diabética en el
examen oftalmológico inicial.
En pacientes a quienes se le diagnostica diabetes antes de
los 30 años, la incidencia de retinopatía diabética después
de 4 años en ojos previamente no afectados es
aproximadamente 60%.
El riesgo de desarrollar retinopatía diabética los 10 años
después de la detección de la diabetes es de 70%, y después
de los 20 años es de alrededor de 97%.
21.
Fundoscopia
Las hemorragias, el engrosamiento de la retina y los exudados
lipídicos en la región de la mácula, son los principales cambios
que deben detectarse para prevenir la perdida moderada
permanente de la visión.
22.
La presencia de isquemia en la mácula también empeora el
pronostico visual.
Una manera de localizar neovascularizaciones con el
oftalmoscopio directo es localizar la papila y en forma
sistemática recorrer los meridianos en sentido de las
manecillas del reloj, tratando de observar la retina lo más
periférico posible.
Signos de alto riesgo:
Neovascularización en la papila o disco óptico
Neovascularización de la retina de mas de 3 diámetros de
disco
Hemorragía Vítrea o prerretiniana
23. Las probabilidades de que un paciente desarrolle
neovascularización retiniana y sangrado intraocular con
perdida visual son de:
5% en un año en forma leve
25% en un año en forma moderada
50% en un año en forma mas avanzada
El esquema de evaluación fundoscopica para un paciente con
retinopatía diabética no proliferativa se sugiere sea una vez al
año si tiene la forma leve, cada seis meses si tiene la forma
leve, cada seis meses si tiene la forma moderada y cada tres
meses si tiene la forma intensa.
24. La fotocoagulación selectiva de la macula evita la filtración de
microaneurismias que producen edema macular clínicamente
significativo y potencialmente irreversible de la visión central.
El edema macular desaparece entre los 4 y 6 meses después del
tratamiento.
25. El tratamiento está encaminado a evitar la cronicidad del
edema y a detener la pérdida progresiva de la visión
central.
El objetivo de la fotocoagulación panretiniana es disminuir la
demanda de oxigeno de la retina externa, que inhibe la
producción del factor vasoproliferativo. Así se logra promover
la involución de las neovascularizaciones, evitar el desarrollo
de nuevos penachos de neoformación vascular y, formación de
membranas fibrovasculares y hemorragias en vítreo.
26.
Debe realizarse inmediatamente después de la
identificación de la retinopatía diabética proliferativa.
La fotocoagulación panretiniana solo se realizar
cuando existe la forma proliferativa
Efectos secundarios:
Disminución de los campos visuales periféricos
Disminución de adaptación a la oscuridad
Disminución de la sensibilidad al contraste