El documento define "zafar" como evadir una responsabilidad asumida y proporciona ejemplos de cómo se usa en diferentes contextos cotidianos como estudiantes, policías e infractores que evaden castigos. Explica que la cultura del "zafar" se encuentra instalada en cada uno de nosotros aunque no siempre es evidente, y reconocerla es el primer paso hacia el cambio. Al invertir las sílabas de "zafar", se revela que tiene algo de farsa, pues alguien puede salvarse a costa de otros. El
1. “ZAFAR”
Definición imaginaria: “Verbo. Acción de evitación de una responsabilidad previamente
asumida”.
USOS COTIDIANOS
Alumno primario/secundario/universitario: “Zafé, me copié todo, me salvé de estudiar”.
Policía/Inspector: “Con las ‘contribuciones’ zafo, y llego a fin de mes”.
Infractor: “Zafé, me aceptaron el ‘arreglo’, me salvé de la multa”.
(Casi) todos: “Si me gano el Loto/Quini 6, etc.,etc., zafo”.
Empresario: “Aprovechando el desempleo, bajamos los sueldos y zafamos”.
Cooperador escolar: “¿No se puede hacer por izquierda, así zafamos?”.
Funcionario: “Desviamos parte de los fondos y zafamos”.
Comerciante: “Zafé unos días, le di un cheque sin fondos”.
Represor / Corrupto: “Gano una intendencia y zafo unos años más”
Estos son sólo unos pocos ejemplos, Ud., lector o lectora, podrá encontrar otros.
LA CULTURA DEL ZAFAR O EL ZAFAR EN LA CULTURA
La actitud se encuentra instalada en cada uno de nosotros; pero no siempre, ni en todo
lugar. Hay una lucha interna entre el esfuerzo y la cultura del trabajo, por un lado; y el
deseo inconsciente de zafar, de hacer la cómoda, de no cumplir con la responsabilidad
asumida, de comportarnos especulativamente. Este sería el primer paso: reconocer que
forma parte de nosotros. Si reconocemos el “zafe” solamente en los otros, el cambio de
actitud será imposible.
EL ZAFAR ES UNA FARSA
Jugando con la palabra, invirtiendo las sílabas, descubrimos que zafar tiene algo de farsa,
en el sentido de lo falso. Podemos pensar que lo falso pasa por la fantasía de la salvación
individual, de considerar que alguien puede salvarse a costa de que los demás se hundan.
Cuando alguien zafa, algo (una tarea, un objetivo) o alguien se perjudica, hay una ética
que falla, hay deshonestidad, falta de una moral, de saber lo que está bien y lo que está
mal. Se puede decir que estamos bastante confundidos.
LOS OPUESTOS DEL ZAFAR
¿Cuál sería el término contrario de zafar?. Aparecen palabras que también son de uso
cotidiano: “hacéte cargo”, en el sentido de asumir una obligación pertinente. “Es tu
hijo, hacéte cargo”. “Es tu función, hacéte cargo”. “Para eso te pagan, hacéte cargo”.
A modo de slogan: “NO ZAFE, HÁGASE CARGO”.
2. EL FUTURO ZAFANDO O HACIÉNDONOS CARGO.
Con la cultura del zafar predominando nos espera un futuro incierto, individualista,
donde impera la ley de la selva, de la especulación. Si, por el contrario, prevalece la
cultura del trabajo, del esfuerzo fecundo, solidario, honesto; tendremos un país más
habitable, menos violento, menos injusto, donde las personas tengamos mejores vínculos
y una mejor calidad de vida.
Carlos Iñón
Lic. Prof. en Psicología
carlos_inon@yahoo.com.ar