2. Consejos de Salomón
sobre la resolución
de los conflictos
interpersonales:
1. Cubre las faltas (Proverbios 17:9; 19:11)
2. Sé justo (Proverbios 17:10; 19:25)
3. Habla con sabiduría (Proverbios 18)
4. Escucha (Proverbios 18:2, 17)
5. Sé veraz (Proverbios 19)
3. «El que cubre la falta busca
amistad; mas el que la divulga,
aparta al amigo» (Proverbios 17:9)
«La cordura del hombre detiene
su furor, y su honra es pasar
por alto la ofensa» (Proverbios 19:11)
¿Qué es lo que induce a una persona a pasar por alto la ofensa de un amigo?
¿Qué diferencia hay entre
cubrir una falta y justificar
el pecado?
«Cubrir» lleva implícita la idea
de perdonar, ocultar y olvidar
(Salmo 85:2).
El pecado debe ser perdonado,
aunque reprendido; debe ser
ocultado, en ningún caso
promulgado (chismeado), ni
justificado; debe ser olvidado
para que la amistad perdure.
«En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia»
(Proverbios 17:17)
4. «La reprensión aprovecha al
entendido, más que cien
azotes al necio» (Proverbios 17:10)
«Hiere al escarnecedor, y el simple se
hará avisado; y corrigiendo al entendido,
entenderá ciencia» (Proverbios 19:25)
El pecado debe ser
reprendido. Para poder
rectificar su conducta, la
persona que cometió la
falta debe ser
consciente de su error.
El perdón que Jesús
ofrecía a los pecadores
iba acompañado
también de una
admonición:
«no peques más»
(Juan 5:14; 8:11)
El amor que nos lleva a cubrir las ofensas no debe ser ciego ni incondicional.
5. «Los seres humanos, ellos mismos entregados al mal,
tienden a tratar duramente a los tentados y a los que
yerran. No pueden leer el corazón; no conocen sus
conflictos y sus penas. Tienen necesidad de aprender a
dar ,
y »
E.G.W. (Los hechos de los apóstoles, pg. 411)
6. Las palabras
tienen un gran
poder, tanto para
el bien como para
el mal (v. 21).
Las palabras
sabias son aguas
profundas, que
rebosan sabiduría
(v. 4).
Las palabras necias
provocan contiendas y
merecen castigo (v. 6);
meten en dificultades
al que las pronuncia
(v. 7).
Los chismes son
como golosinas,
penetran
profundamente
para mal (v. 8).
Responder antes de
terminar de escuchar,
o sin meditar la
respuesta, causa
grandes dificultades
(v. 13).
La lengua puede difamar
la reputación y llevar a
una persona a la pobreza
o la muerte. Si se la usa de
acuerdo a la voluntad de
Dios, para bendecir y
alegrar a otros o para
proclamar el Evangelio del
reino, puede realizar
mucho bien.
7. «Al necio no le complace el discernimiento; tan sólo
hace alarde de su propia opinión» (Proverbios 18:2 NVI)
«¿Para qué hace falta discutir este asunto?
¡Yo tengo la razón!»
Podemos llegar a estar tan seguros de
nuestra propia sabiduría que no creamos
necesario escuchar a la otra parte.
«Justo parece el primero que aboga por su causa;
pero viene su adversario, y le descubre» (Proverbios 18:17)
Si escuchamos a la otra parte del conflicto, corremos el
riesgo de que se descubra que estábamos
equivocados.
La persona que se deja guiar por la sabiduría divina
nunca emitirá juicio sobre una contienda sin escuchar
a todas las partes involucradas en el conflicto.
Únicamente Dios no necesita una segunda opinión.
8. «Mejor es el pobre que camina en
integridad, que el de perversos
labios y fatuo» (Proverbios 19:1)
Una mentira puede proporcionarnos
beneficios momentáneos (un ascenso, un
amigo, librarnos de un castigo, …). Pero a
corto o largo plazo, la mentira será
descubierta y sus consecuencias serán
mucho más graves que los exiguos
beneficios obtenidos.
Lo que es peor, aquello que hayamos
conseguido por nuestras mentiras
(pecados, al fin y al cabo), se pudrirá en
nuestras manos y amargará nuestras
relaciones.
«El testigo falso no quedará sin
castigo, y el que habla mentiras
no escapará» (Proverbios 19:5)
9. «Aferrémonos a la veracidad con mano firme, y
sea ella parte de nuestra vida. Practicar el
disimulo y jugar al tira y afloja con la verdad,
para acomodar los planes egoístas de uno,
significa provocar el naufragio de la fe. “Estad
pues firmes, ceñidos vuestros lomos de
verdad.” Efesios 6:14. El que declara falsedades,
vende su alma a bajo precio. Sus mentiras
pueden parecerle útiles en casos de apuro; de
esta manera le parecerá que adelanta en sus
negocios como no podría hacerlo mediante un
proceder correcto, pero llega finalmente al
punto en que no puede confiar en nadie»
E.G.W. (Los hechos de los apóstoles, pg. 62)