12. Diversos estudios sostienen que es posible perder hasta el 80% de la jornada laboral por interrupciones
generadas por urgencias aparentes. En la mayoría de los casos es evidente que no lo eran tanto.
Hay cosas que son importantes y urgentes, pero muchas menos de las que pensamos.
13. Las causas de este caos cotidiano pueden ser múltiples
14. Sin duda alguna, una de
las más frecuentes es
que hay quien vive para
causar el caos y la
angustia desde la
urgencia, para asegurar
su control, su poder y
posición, llegando a ser
un tábano impertinente,
una mosca cojonera.
15. Con ello, lo que buscan es demostrar quien tiene la autoridad
16. Pero con una total falta de las habilidades que
les permitirían ser realmente competentes.
17. El profesionalismo y la
eficiencia tienden a ser
discretos, humildes y elegantes
18. Urgir y apretar se pueden
considerar la misma cosa, y
quien no sabe gestionar de
manera eficiente y humana
21. La urgencia en muchos casos es el elocuente
disfraz de la incompetencia, el cretinismo y el
propio vacío interior.
22. Cada vez hay más gente deprimida
en el entorno laboral debido a la
presión y la angustia, claros
síntomas de la urgencia
23. Ya es tan popular, que en el entorno profesional
abundan frases como :
“en todo el día no he tenido tiempo de ir al servicio”
(¿Se lo imaginan?)
24. “La semana que viene no puedo ni ponerme
enfermo ni tener una crisis: tengo ya la
agenda a tope”
“Llego tarde a la sesión de yoga: ¡que estrés!”
25. Expresiones que ponen de manifiesto la
insensatez de la especie y un estilo de vida
cuando menos, malsano.
26. Son voces de profesionales anónimos estresados y
cabreados, presos o victimas de “lo urgente” impuesto por
un tercero y muchas veces, también, por uno mismo.
27. Una parte del problema es la prisa que tiene todo el mundo
28. Las personas no han encontrado sentido en
sus vidas, por eso corren
constantemente buscándolo
29. Esclavizados por
próximo coche, la
próxima casa, el
próximo trabajo. Y
después descubren
que esas cosas
también están vacías,
y siguen corriendo
30. En lugar de buscar las causas profundas e
íntimas de la urgencia en nuestro interior, es
más fácil echar mano del analgésico o el
apósito de fácil aplicación que enmascara el
dolor agudo.
31. O incluso tirar del
producto lácteo o el
multivitaminas que
promete
reforzar nuestras
defensas para que no
paremos hasta que
reventemos
32. y eso es válido
para los pequeños de la casa,
que deben ir todo el día a tope.
33. Además, acostumbrados a vivir en una
sociedad enamorada de las técnicas que
proporcionan atajos (Internet, mandos a
distancia, navegadores, analgésicos…),
nos cuesta aceptar que a la calidad de
vida no se llega desde el camino del atajo.
Pero el alivio temporal que nos aportan
los atajos nos da fuerzas que empleamos
para estar cada vez más ocupados en
otras cosas, sin ni siquiera detenernos a
meditar si lo que hacemos es en verdad lo
que más importa, lo que realmente añade
valor al proyecto, a la tarea, a la relación,
al medio, a nosotros mismos.
34. Difícilmente la calidad de vida se fundamenta en la rapidez,
y menos en la urgencia.
Tiene más importancia lo que se hace y como se hace
que la velocidad en realizarlo.
35. Hay una paradoja que por desgracia se da con mucha frecuencia en nuestros días:
buenos profesionales, que aplican ingentes cantidades de tiempo y recursos a analizar y
gestionar hasta el último detalle de su empresa, incluso de cada producto y servicio,
son incapaces de administrar con un mínimo de solvencia su propia vida.
36. Quizás por pereza, por ignorancia, por prisa, por miedo. O porque reinventarse es un
ejercicio que requiere mucha honestidad y coraje. O porque no siquiera se lo han
planteado. O porque nadie les ha dicho que eso también puede hacerse y no es cosa de locos.
37. Cuando lo esencial detiene a lo urgente
Todos sabemos que algún día moriremos, pero nos cuesta creerlo.
Probablemente solo cuando la vida nos hace una fuerte llamada de atención a través de la
enfermedad inesperada, el grave accidente o la muerte del ser amado, solo entonces nos
enfrentamos a lo esencial, a los temas cruciales de la vida que normalmente tienen que ver
con el sentido (¿para que vivimos?), o con el amor.
38. Entonces la urgencia se va a tomar
viento de repente y lo importante,
lo esencial,
aflora con una nitidez
que hace sonrojar al mas listo
39. Dijo William James que “ser sabio es el arte de saber qué pasar por alto”.
40. Quizá vivimos y provocamos la
urgencia para llenar el vacío
que provoca nuestra avidez..