Dossier realizado sobre a obra "El extranjero" e o seu autor Albert Camus para os Clubs de Lectura Ágora. Atoparás información sobre a obra, sobre Camus e todos os materiais que nas Bibliotecas Municipais temos dispoñibles do autor.
2. Albert Camus (Mondovi, Argelia, 1913 - Villeblerin, Francia, 1960)
Novelista, dramaturgo y ensayista francés, nacido en Argel en el seno de una modesta
familia de colonos franceses (pieds-noirs). Su infancia y juventud transcurrieron en
Argel, a donde la familia se trasladó tras la muerte de su padre, herido en combate en
la Batalla del Marne, durante la Primera Guerra Mundial.
Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel, que
no pudo concluir debido a que enfermó de tuberculosis.
Formó entonces una compañía de teatro de aficionados que representaba obras
clásicas ante un auditorio integrado por trabajadores. Ejerció como periodista durante
un corto período de tiempo en el Diario del Frente Popular, ligado a la izquierda,
mientras viajó intensamente por Europa. En
En 1939 publicó Bodas, conjunto de artículos que incluyen numerosas reflexiones
inspiradas en sus lecturas y viajes. En 1940 marchó a París, donde entró en contacto
con el movimiento libertario, y comenzó a escribir como articulista en varias
publicaciones anarquistas.
Empezó a ser conocido en 1942, cuando se publicaron su novela corta El extranjero,
ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que
reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. Tal influjo se materializa en
3. una visión del destino humano como absurdo, y su mejor exponente quizá sea el
«extranjero» de su novela, incapaz de participar en las pasiones de los hombres y que
vive incluso su propia desgracia desde una indiferencia absoluta, la misma, según Camus,
que marca la naturaleza y el mundo.
Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del
momento: militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino
Combat, y de 1945 a 1947, su director y editorialista. Sus primeras obras de teatro, El
malentendido y Calígula, prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al
existencialismo, mientras los problemas que había planteado la guerra le inspiraron
Cartas a un amigo alemán.
Su novela La peste (1947) supone un cierto cambio en su pensamiento: la idea de la
solidaridad y la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir se impone
a la noción del absurdo. La peste es a la vez una obra realista y alegórica, una
reconstrucción mítica de los sentimientos del hombre europeo de la posguerra, de sus
terrores más agobiantes. El autor precisó su nueva perspectiva en otros escritos, como
el ensayo El hombre en rebeldía (1951) y en relatos breves como La caída y El exilio y el
reino, obras en que orientó su moral de la rebeldía hacia un ideal que salvara los más
altos valores morales y espirituales, cuya necesidad le parece tanto más evidente
cuanto mayor es su convicción del absurdo del mundo.
Si la concepción del mundo lo emparenta con el existencialismo de Jean-Paul Sartre y
su definición del hombre como «pasión inútil», las relaciones entre ambos estuvieron
marcadas por una agria polémica. Mientras Sartre lo acusaba de independencia de
criterio, de estirilidad y de ineficacia, Camus tachaba de inmoral la vinculación política
de aquél con el comunismo.
De gran interés es también su serie de crónicas periodísticas Actuelles. Tradujo al
francés La devoción de la cruz, de Calderón, y El caballero de Olmedo, de Lope de
Vega. En 1963 se publicaron, con el título de Cuadernos, sus notas de diario escritas
entre 1935 y 1942. Galardonado en 1957 con el Premio Nobel de Literatura, falleció en
un accidente de automóvil.
Camus murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de automóvil, dejando un
manuscrito inconcluso, El primer hombre de fuerte contenido autobiográfico
(Texto elaborado a partir de la entrada de Albert Camus en Biografías y Vidas : La
enciclopedia biográfica en línea)
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/camus.htm)
4. El extranjero
Meursault, un chico joven recibe un
telegrama anunciando la muerte de su madre,
a quien había decidido enviar a un asilo de
ancianos puesto que, como admitirá
ulteriormente, ya no tenían más nada que
decirse. El joven Meursault toma un par de
días de descanso de su trabajo, el autor no
da una idea concreta de cual es su trabajo
(solo que se encuentra en una oficina en el
puerto), y asiste al funeral de su madre
durante el cual no siente ni manifiesta
congoja
alguna y sólo le incomoda el calor implacable
del verano argelino y el no poder fumar
delante del féretro. De vuelta en la ciudad se
encuentra con una antigua compañera de
trabajo con quien inicia una relación y a la
que manifiesta estar dispuesto a casarse con
ella a pesar de estar convencido de no
amarla.
En esos días traba amistad con Raymond, un sujeto que aparenta ser un proxeneta y
que se halla en problemas con un grupo de árabes. En un paseo a la playa el nuevo amigo
de Meursault es amenazado por un grupo de árabes, pasado el incidente Meursault
regresa a confrontar a sus adversarios, revolver en mano y deslumbrado por el sol
dispara varias veces sobre uno de ellos hasta matarlo.
Meursault es procesado en una atmósfera absurda y en el Tribunal se establece que no
ha llorado por la muerte de su madre, que tiene relaciones sexuales extramaritales con
una mujer apenas dos días tras el fallecimiento de su progenitora y, según su propio
testimonio, que ha disparado contra el árabe porque la luz del sol le había deslumbrado.
Es hallado culpable y condenado a muerte. Frente al capellán de la prisión, la víspera de
su ejecución manifiesta su ateísmo, su falta de temor ante la muerte y la conciencia de
la indiferencia absoluta entre morir un día u otro, en aquel momento o cincuenta años
más tarde. Su único deseo, al final, es acudir al patíbulo rodeado por los gritos de odio
de la multitud enfebrecida.
5. Camus, filosofía de un espontáneo
Por Fernando Savater, 7 nov 2013
En : cultura.elpais.com
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/11/06/actualidad/1383734422_805585.html
¿Camus, filósofo? En todo caso “un
filósofo para alumnos de bachillerato”, se
burlaron en su día los detractores. Hoy
sigue siendo la opinión de no pocos
académicos. En efecto, como señaló
Sartre desde la primera hora (ni siquiera
se conocían personalmente aún) “Camus
pone cierta coquetería en citar textos de
Jaspers, de Heidegger, de Kierkegaard,
que por otra parte no siempre parece
entender bien”. ¡Tocado! En “El mito de
Sísifo”, añado yo, repite el tópico de un
Schopenhauer indecente predicando el
suicidio ante una mesa bien servida: pues
bien, Schopenhauer no recomendó el
suicidio, todo lo contrario. Ese tipo de erudición no es lo suyo, lo cual no le descarta
como pensador como aclara el propio Sartre de los buenos tiempos: “Sus verdaderos
maestros son otros: el contorno de sus razonamientos, la claridad de sus ideas, el corte
de su estilo de ensayista y un cierto tipo de siniestro solar, ordenado, ceremonioso y
desolado, todo anuncia un clásico, un mediterráneo”. Más tarde también Czeslaw Milosz,
que le estaba agradecido por ser uno de los poquísimos intelectuales que le acogió bien
cuando huyó del comunismo, le defendió contra la acusación común de que carecía de
doctorado filosófico: “Pero, en primer lugar, ¿qué se entiende por filosofía? Para
algunos, como Camus, la filosofía exige una alimentación casi carnal y se rehúsan a
hablar de las cosas que no tocan por sí mismos”.
¿Por qué escribes novelas o dramas teatrales?”, pregunta la filosofía; y Camus
responde: “Para vivirte mejor…
Entonces ¿era o no era filósofo? Digamos que fue un espontáneo que saltó al ruedo de
la filosofía sin llevar nada más que su hambre vital de voyou argelino y la vergüenza
torera de no aceptar una existencia irreflexiva. El capote con que dio sus primeros
pases en esa faena improvisada (“El mito de Sísifo”) fue el absurdo, mucho más que una
palabra y algo menos que un concepto. El absurdo no es el sinsentido del mundo, sino la
falta de sentido en un mundo que nosotros –los inventores y huérfanos del sentido-
reclamamos que lo tenga: “El hombre se encuentra ante lo irracional. Siente en sí mismo
su deseo de felicidad y de razón. El absurdo nace de esa confrontación entre la llamada
humana y el silencio sin razones del mundo”. El absurdo no es un dato elemental sino un
divorcio: la demanda de los hombres y la callada por respuesta del universo, un amor
6. imposible. La peculiaridad del absurdo es que deja der serlo si lo aceptamos como tal:
es un pensamiento inaceptable y sólo si no lo aceptamos, si nos sublevamos contra él,
podemos pensarlo. No es una idea, ni mucho menos una doctrina, ni siquiera algo que
pueda explicarse en el aula, como las categorías de Aristóteles o la dialéctica
trascendental de Kant. El absurdo… ¡eso hay que vivirlo! Tal como decimos de otros
padecimientos. Por eso se presta mejor a la narración que al tratado. Pero se equivocan
quienes expulsan a Camus del jardín de la filosofía, porque sin la filosofía no se
entienden ni se justifican sus ficciones, que son el modo que utiliza para hacerla
comprensible. “¿Por qué escribes novelas o dramas teatrales?”, pregunta la filosofía; y
Camus responde: “Para vivirte mejor…”.
Para Camus, la democracia –despreciada por los revolucionarios y por Sartre- tiene el
gran mérito de solicitar modestia: nadie puede zanjarlo todo por sí mismo, hace falta el
consejo de otros y el acuerdo
Intelectualmente el absurdo es un callejón sin salida aunque la vida consiste
precisamente en hacer como si la tuviera. El muro que nos cierra el paso es
infranqueable, pero nosotros pintamos voluntariosamente una puerta en él y la puerta
se abre…o al menos nos permite imaginar que se abre y salimos por ella. De esa puerta
pintada en el muro de la realidad, imposible pero irrenunciable, es de lo que habla “El
hombre rebelde”, donde por segunda vez el espontáneo Camus se echa al ruedo de la
filosofía. La primera faena se la perdonaron como una manifestación de simpática
inexperiencia, pero por esta otra ya fue seriamente sancionado por los comisarios de la
plaza. “Me rebelo, luego somos”: ¿habrase visto mayor atrevimiento? Sublevarse
entonces no es una consecuencia histórica de la solidaridad, sino que la solidaridad nace
a partir de la individualidad que se subleva por impulso metafísico. El ser humano se
rebela y al hacerlo descubre la humanidad que le vincula a los demás. Los dogmáticos de
la revolución comprendieron que ésta, violenta y totalitaria, forma parte del muro de la
realidad contra el que se insurge el rebelde. “Los hombres mueren y no son felices”,
resume Calígula. Pero cada hombre puede rebelarse contra lo que impone la muerte y la
infelicidad, descubriendo así su camaradería con los demás. Y esa rebelión no es simple
grandilocuencia, sino búsqueda de soluciones políticas, es decir, contra el estado de
guerra que exige mantenerse en el odio. Para Camus, la democracia –despreciada por
los revolucionarios y por Sartre- tiene el gran mérito de solicitar modestia: nadie
puede zanjarlo todo por sí mismo, hace falta el consejo de otros y el acuerdo.
Rebelarse contra la infelicidad del terror exige evitar el absolutismo decapitador de
los principios y a menudo atenerse a los matices, a las medias tintas: ¡qué bien
comprendemos hoy, tras las contradicciones de las primaveras árabes, la actitud
tentativa y fluctuante de Camus ante el conflicto de Argelia a finales de los años
cincuenta!
En Youtube puede verse una breve filmación de Albert Camus en la que, con una sonrisa
y aire de pillo, finge ante la cámara muletazos sin toro ni muleta. Es un espontáneo, el
maletilla que aspira a la gloria. O que ya la conoce: “Comprendo aquí lo que se llama
gloria: el derecho de amar sin medida” (Bodas).
7. El mito de Sísifo (1942)
Pequeño opúsculo donde Camus va desplegando su filosofía del
Absurdo, que se refleja en el suplicio incesante de Sísifo, condenado a
subir una piedra redonda enorme por una cuesta para dejarla rodar y
comenzar nuevamente.
Calígula (1944)
Esta revisión de la figura del cruel emperador romano es una de las
grandes piezas dramáticas de Albert Camus. En ella, el autor trata los
temas recurrentes del absurdo existencial: la enajenación matafísica,
el sufrimiento del hombre y la lógica del poder. En definitiva, una
indagación sobre la complejidad, la ambigüedad y la riqueza de la
condición humana
O malentendido
Martha y su madre son dos seres aparentemente inocentes, que
asesinan a las personas que pernoctan en su pensión para robarles y
subsistir. Cuando Jan, hermano de Martha, regresa a su ciudad natal
y se albergue en la pensión familiar sin desvelar su identidad, sufrirá
el mismo destino que los demás inquilinos. Como en otras piezas
dramáticas, Camus muestra su habilidad para desplegar conflictos
ideológicos y éticos a través de personajes veraces y situaciones
límite.
Cartas a un amigo alemán (1948)
Desde la Francia ocupada durante la II Guerra Mundial, Camus se
enfrenta dialécticamente con un amigo alemán que ha abrazado el
nacionalsocialismo. Lo hace a través de cuatro cartas, escritas entre
julio de 1943 y julio de 1944, días después de la liberación de París.
En 1948, en la edición italiana se editan juntas. En 2007 se editan por
primera vez al castellano.
La peste (1947)
La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad
como consecuencia de una epidemia. Esta situación pondrá de
manifiesto lo mejor y peor que cada uno de sus ciudadanos lleva
dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la
solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración... Un clásico de la
literatura francesa de todos los tiempos
8. El estado de sitio : (1948)
En El estado de sitio Camus retoma el argumento de la plaga y el
aislamiento de una ciudad. La acción transcurre en un Cádiz mítico,
habitado por un pueblo pintoresco, simpático y resignadamente
sometido al arbitrio de los opresores; sobre la ciudad cae el azote de
la Peste y de la Muerte, dos poderes de vieja estirpe apocalíptica que
simbolizan en este caso la sujeción de los hombres a la tiranía de la
razón.
El primer hombre
Albert Camus, murió en un accidente automovilístico el 4 de enero
de 1960, en las cercanías de París. Dentro de su automóvil llevaba un
maletín negro. En el maletín junto a algunos objetos personales, se
encontró un manuscrito de 144 páginas. La obra fue publicada en
1995 cuando su hija facilitó el manuscrito para su edición. Se trata
la historia de la infancia del autor
El revés y el derecho (1958)
Estos ensayos, escritos en la Argelia de su primera juventud,
contienen algunas de las más sinceras reflexiones del Premio Nobel
de Literatura de 1957 sobre su propia obra. Camus subraya en este
libro que su fuente de inspiración nace«en ese mundo de pobreza y
de luz en el que viví tanto tiempo y cuyo recuerdo me ampara aún de
los dos peligros contrarios que amenazan a todo artista, el
resentimiento y el contento».
Los justos (1950)
A través de esta pieza teatral Camus sumerge al espectador en la
revolución rusa de 1905 y en la inconformidad de un grupo de
revolucionarios que quieren atentar contra la tiranía del zar. El
autor habla de ideales, de terror, de quiénes lo ejercen y de sus
“justificaciones” mostrando la fina línea que separa el más bello
ideal de la más aberrante acción.
9. Para seguir leyendo
Información sobre el autor
Entrevista a Albert Camus – Filosofía digital
http://www.filosofiadigital.com/?p=400
Albert Camus / por Jean Daniel. En : Letras libres : revista digital
http://letraslibres.com/revista/entrevista/albert-camus
Coloquio Albert Camus. Una visión y un pensamiento en evolución : (Buenos Aires,
agosto 2010)
http://www.coloquioalbertcamus.com.ar/index.html#contacto
Albert Camus: cien años no es nada / Albert Lladó
http://www.lavanguardia.com/cultura/20131107/54393844733/albert-camus-cien-anos.html
Información sobre la obra
El extranjero de Albert Camus, / Elisa Palacios Santos
http://www.konvergencias.net/camus39.htm
El extraño caso de amoralismo de monsieur Mersault. O lecturas de El Extranjero en
clave multicultural. Breve ensayo crítico / Ester Massó Guijarro
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/masso59.pdf
La estética del absurdo en Camus. Del héroe trágico romántico al héroe absurdo del
siglo XX / Adolfo I. Monje Justo,
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/monje34.pdf
Adaptaciones de El extranjero al cómic y al cine
El extranjero - la novela gráfica
http://diario.latercera.com/2011/07/15/01/contenido/cultura-entretencion/30-
76501-9-publican-novela-grafica-de-el-extranjero-de-albert-camus.shtml
Lo straniero / Luchino Visconti
http://www.filmaffinity.com/es/film537948.html
10. Bibliotecas Municipais A Coruña
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