2. La falta de libertad es un asesinato.
Tengo un sueño, un solo sueño, seguir
soñando. Soñar con la libertad, soñar con
la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya
no tuviera necesidad de soñarlas.
Se es libre cuando no se es dominado. Se
es libre cuando se pueden pronunciar las
palabras, no deseadas por el público, sino
por el locutor.
Se es libre cuando se toman decisiones por
el propio placer de tomarlas y no por la
necesidad, y en el caso de ser por
necesidad, esta última proviene de uno
mismo y no se ve extraña a los ojos.