El Castillo de Galeras en Cartagena fue construido inicialmente durante el reinado de Felipe II para proteger los barcos de guerra españoles que fondeaban en el puerto. A lo largo de los años fue modificándose para adaptarse a los cambios en las técnicas militares y los tipos de barcos. En 1770, por orden de Carlos III y el Conde de Aranda, comenzó la construcción de la fortaleza tal como se conoce hoy en día.