Este documento discute lo que la Biblia enseña sobre Cristo y el sábado. Explica que Cristo es el Creador del sábado y Señor del sábado, y que la Biblia muestra que el sábado permaneció sagrado incluso después de la resurrección de Cristo. También describe cómo Cristo modeló una forma de observar el sábado enfocada en acciones de amor como sanar y predicar, en lugar de un enfoque legalista.