La asociación con Jesús proporciona varios beneficios. La oración y comunión con Dios brindan bienestar mental y fortalecimiento espiritual. La comunidad eclesiástica ofrece terapia para el alma y el cuerpo. Jesús enseña a perdonar para edificar el carácter. En momentos difíciles, Jesús confió en Dios y nos enseñó a confiar también. Finalmente, Jesús sirvió a otros a través de la enseñanza, predicación y sanación, y nos mostró el modelo de servicio