El documento resume el contexto histórico, político, cultural y religioso del mundo del Nuevo Testamento. Explica que el Imperio Romano gobernaba la región, mientras que el Helenismo había extendido la cultura y lengua griegas. En el plano religioso, el judaísmo coexistía con las religiones paganas del Imperio. El documento también describe las principales sectas del judaísmo y la dispersión de los judíos por el mundo (la Diáspora).