1. TERCER DOMINGO DE CUARESMA. CICLO B. DIA 8 DE MARZO DEL 2015
Monición de entrada
Para nosotros el Templo es, por tradición “La casa de Dios”. El lugar de reunión, de oración y
culto de los cristianos.
Aunque el verdadero culto a Dios no es precisamente el que expresamos en las ceremonias
religiosas y en el lugar sagrado, sino el que realizamos con los demás antes y después de las
ceremonias y fuera del recinto sagrado.
El primer acto de culto a Dios es el amor al prójimo y la defensa de los derechos humanos.
En el evangelio de hoy vemos a Jesús expulsando del Templo a los mercaderes: “No convirtáis
la casa de mi Padre en un mercado”, les dice.
Vamos a reflexionar sobre esto en esta Celebración de la Eucaristía.
Pedimos perdón
Pidamos una vez más, hermanos, que el Señor nos conceda el regalo de una auténtica
conversión, que transforme nuestros corazones y nuestras vidas, y que perdone nuestros
pecados.
-Por vivir muchas veces nuestra fe más como una obligación que como un regalo, Señor, ten
piedad.
-Por no dejar que tu presencia en nuestras vidas las transforme completamente, y olvidarnos
de ser cristianos todos los días y a todas horas, Cristo, ten piedad.
-Por evitar demasiado a menudo los conflictos permitiendo muchas injusticias que ocurren a
nuestro alrededor para evitar meternos en problemas, Señor, ten piedad
Monición a la lectura
Si estamos atentos, nos daremos cuenta de que los mandamientos del Libro del Éxodo son los
mismos que los que nosotros conocemos, pero con otro vocabulario. Sólo nos extrañará oír
que Dios castiga, pero ya sabemos que hasta que llegó Jesús diciendo lo contrario, la gente
creía que lo malo que les ocurría era castigo de Dios.
Lectura del libro del Éxodo 20, 1-17
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras:
«Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.
No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el
cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra.
No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso:
castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen.
Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a
quien pronuncie su nombre en falso.
Fíjate en el sábado para santificarlo.
2. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado
al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava,
ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades.
Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos.
Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va
a dar.
No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu
prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su
esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 18, 8. 9. 10. 11 (l.: Jn 6, 68)
R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al
ignorante.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da
luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son
verdaderos y enteramente justos. R/.
Más preciosos que el oro, más el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los
Corintios 1,22-25
Hermanos:
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados
-judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los
hombres.
Palabra de Dios.
Jn 3, 16ALELUYA
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único. Todo el que cree en él tiene vida
eterna.
3. Monición al Evangelio
Los judíos iban en Pascua a Jerusalén a llevar animales al Templo para que los sacerdotes los
sacrificaran, porque creían que eso era lo que agradaba a Dios. Jesús, con el gesto que vamos a
escuchar, quiere demostrar que lo que quiere Dios no es que le ofrezcamos “sacrificios” sino
que sepamos amar a los demás, que es el camino correcto. El Evangelista Juan también nos
dice cuál es el verdadero “templo” de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los
vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de
cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las
monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
-«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: - «¿Qué signos nos muestras para obrar
así?»
Jesús contestó:
- «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron:
-«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los
discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que
había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre,
viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y
no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de
cada hombre.
Palabra de Señor
Homilía
Peticiones
La comunidad de los seguidores de Jesús debe estar abierta a todos. Lo mismo la oración y el
culto en los templos. Por eso, todos unidos, vamos a orar a Dios con confianza.
Todos: Guíanos, Señor.
– Guíanos, Señor, a toda la Iglesia y ayúdanos a no salirnos de tu camino. OREMOS…
– Guía, Señor, a los políticos y a los gobernantes y ayúdalos a defender los derechos de los más
débiles. OREMOS…
– Guía, Señor a nuestros padres y profesores y ayúdalos a que caminen delante de nosotros.
4. OREMOS…
– Guía, Señor, a los que van por los caminos equivocados y ayúdalos a buscar el verdadero.
OREMOS…
– Guíanos, Señor, a los que estamos participando en esta Eucaristía y ayúdanos a caminar
junto a ti. OREMOS…
Escúchanos, Padre, permanece siempre en nuestros corazones y en el de todos tus hijos. Por
JNS…
Presentación de la ofrenda
(Todos sentados, el sacerdote se pone de pie y se acercan al altar un niño, un joven, un
matrimonio y un abuelo, en representación de todos los de la Comunidad. El sacerdote dice:)
Dios misericordioso, acéptanos hoy a todos nosotros como ofrenda. Somos tan poca cosa, que
nos unimos a la ofrenda que hizo tu Hijo Jesús de su propia persona y de su vida. Queremos
crucificarnos con Jesús, porque sólo Él te dio el culto verdadero y Tú lo aceptaste, sintiéndote
satisfecho. No permitas, Señor, que pretendamos darte cosas, en lugar de darnos nosotros
mismo con generosidad. Y ayúdanos, para que vivamos la vida como una ofrenda a Ti.
Padre nuestro
Jesús nos ha enseñado a buscarte allí donde de verdad te encuentras, no tanto en los templos
de piedra o de ladrillo, sino en el fondo de cada vida humana. El mundo es tu templo, cada
persona es tu templo. Recogemos ahora el eco de toda la creación y unimos nuestras voces
para decirte: Padre nuestro…
La paz
Al compartir hoy la paz, ha de aflorar en nosotros sentimientos de perdón, pero, a la vez, el
compromiso de que la paz no es posible entre los hombres, si no reina entre ellos la justicia.
Que la paz…
Comunión
La mesa del Pan está preparada y abiertas las fuentes de la Vida para todos los que tienen el
corazón cansado e insatisfecho. Acerquémonos con fe y sentiremos el alma rejuvenecida,
porque estamos invitados a la Mesa del Señor…
Oración
Tenemos hermosos templos, bellas catedrales;
esbeltas torres y campanarios que llaman la atención.
Cada pueblo, cada barrio, cada rincón
tiene su propio templo, lugares de oración.
Muchos son sencillos, sin lujos ni apariencias,
pero acogedores y llenos del calor de la amistad.
A veces en los templos falta lo más importante:
5. las comunidades, los grupos de amigos solidarios,
que llenen de vida estos templos.
No queremos ser despachados del templo,
aunque hay veces que nos lo merecemos,
como aquellos mercaderes,
que usaban el templo, para sus negocios personales.
Hay veces que parecemos mercaderes,
que negocian con Dios la salvación.
Queremos comprar al Señor y su salvación,
por un puñado de limosnas y oraciones.
Hoy, Señor, hemos usado el templo para reunirnos.
Hemos acogido tu enseñanza cariñosa,
hemos recibido la fuerza de tu Comunión,
y vamos a salir a la tarea de cada día
a vivir como cristianos que se ayudan unos a otros.
Ayúdanos a cumplir lo que prometemos.
Bendición
Dejamos la casa de la Iglesia, pero seguimos unidos en el verdadero templo de Dios. Todos
formamos parte de él, como piedras vivas y elegidas. Seamos conscientes con lo que Dios nos
ha dicho a través de su Palabra, que afecta a nuestras vidas. Y que nos acompañe la bendición
de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
6. las comunidades, los grupos de amigos solidarios,
que llenen de vida estos templos.
No queremos ser despachados del templo,
aunque hay veces que nos lo merecemos,
como aquellos mercaderes,
que usaban el templo, para sus negocios personales.
Hay veces que parecemos mercaderes,
que negocian con Dios la salvación.
Queremos comprar al Señor y su salvación,
por un puñado de limosnas y oraciones.
Hoy, Señor, hemos usado el templo para reunirnos.
Hemos acogido tu enseñanza cariñosa,
hemos recibido la fuerza de tu Comunión,
y vamos a salir a la tarea de cada día
a vivir como cristianos que se ayudan unos a otros.
Ayúdanos a cumplir lo que prometemos.
Bendición
Dejamos la casa de la Iglesia, pero seguimos unidos en el verdadero templo de Dios. Todos
formamos parte de él, como piedras vivas y elegidas. Seamos conscientes con lo que Dios nos
ha dicho a través de su Palabra, que afecta a nuestras vidas. Y que nos acompañe la bendición
de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.