1. ADVIENTO: LUZ Y ESPERANZA
1º.- VEN SEÑOR, VEN SALVADOR. (Isa. 35, 4).
“Mirad a nuestro Salvador que viene; no temáis”.
Nuestro deseo, en este tiempo de Adviento, es que el Señor venga.
Él es nuestro SALVADOR.
Dicho nombre encierra cuál debe ser nuestra actitud y nuestro deseo:
Silencio para escuchar.
Acogida para entender.
Liberación para detectar.
Vida para ofrecer.
Amor para ayudar.
Dedicación para responder.
Oración para suplicar y
Regalo para sorprender.
2º.- ESTAD VIGILANTES;
EL SEÑOR LLEGA. (Mc. 13, 33 – 37)
Vigilantes para acoger
para asistir,
para querer,
para compartir.
Vigilantes para percibir,
para ayudar,
para corregir,
para acompañar.
3º.- PREPARAD EL CAMINO; ALLANAD SENDEROS. (Lc. 3, 4)
EL ADVIENTO, es “volver a empezar el camino”
para encontrarnos con nosotros mismos, con los demás y con Dios.
Preparemos el camino al Señor…:
Acogiendo personas, dilucidando situaciones, saboreando cosas, cuidando sensaciones, suscitando deseos, agradeciendo deseos, aten- diendo necesidades, acariciando personas .
Por eso, el Señor nos invita a preparar el camino; a salir de nosotros mismos, rectificar lo que sea necesario y encontrarnos con el Señor mientras vamos de camino.
4º.- ESCUCHAD SU VOZ.
“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. (Ap.3, 10).
SEÑOR: que podamos escuchar tu voz.
Que podamos abrirte la puerta.
Que podamos convivir juntos.
Que nos podamos sentar en la misma mesa.
SEÑOR: Hoy, también te haces presente.
Hoy, también ofreces liberación.
Hoy, sigues ofreciéndonos LUZ,
PAZ y SALVACIÓN.
SEÑOR: Que aprovechemos tu encuentro.
Que saboreemos tu misericordia.
Que nos siente bien tu alimento.
Que nos rodee la concordia.
Muéstranos, SEÑOR:
Nuestra virtud y nuestro defecto, nuestra sinceridad y nuestra mentira, nuestra cualidad y desperfecto, nuestra tristeza y nuestra alegría, nuestra limitación y nuestra posibilidad, nuestra seguridad y nuestra duda, nuestra salud y nuestra enfermedad.
Nuestro GOZO y nuestra ESPERANZA.
5º.- EL SEÑOR NACE ENTRE NOSOTROS UNA VEZ MÁS.
Si ése es nuestro deseo, volverá a ser NAVIDAD.
