El documento habla sobre la importancia del juego entre padres e hijos. Señala que el mejor juguete para un niño es un padre dispuesto a jugar. Sin embargo, es importante que los padres sepan cómo jugar correctamente para evitar la frustración del niño. El juego debe ajustarse al nivel del niño y dejar que él dirija la actividad para que sea más enriquecedor. El documento también cita a un experto que explica que el juego libre permite al niño desarrollarse y expresarse.
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
EL MEJOR JUGUETE DL MUNDO
1. El mejor juguete del mundo… Un papá
dispuesto a jugar!!!
Así de entrada, todos estamos de acuerdo en que no hay
momento más feliz y placentero para un niño que el rato
que sus papás dedican a jugar con él… pero… ¿lo
hacemos realmente bien?. ¿Cuánto tiempo debemos
invertir?. Muchas veces se termina aburriendo
¿porqué?.
Desde nuestra tienda física como en internet, los
Consejeros Didácticos resuelven multitud de dudas
sobre qué tipo de juguete debemos dar a nuestro niño o
cual es más adecuado para estimular esta u otra aptitud,
pero facilitar el juguete correcto no es sinónimo de que
estemos proporcionando un juego placentero y adecuado. El juego también necesita la interacción
con otras personas, por lo tanto, conseguir nuestro objetivo va a depender mucho de la forma y el
repertorio que despleguemos en la acción de jugar con nuestro hijo.
J. Bruner, catedrático de la universidad de Harvard, nos da algunas pistas:
- El juego es una actividad que no tiene consecuencias frustrantes: No debemos atosigar al niño
incitándole a que realice actividades que supongan un reto muy difícil. Conseguiremos una rápida
frustración y el abandono del juego.
- El juego es una actividad que produce placer: Por otra parte, el juego siempre debe ir acompañado
de pequeños retos. Conseguirlos produce un enorme placer y sin ellos el niño se aburriría
fácilmente. Es muy importante que los papás calibren muy bien las propuestas que les hacen a sus
hijos.
- El juego es una proyección del mundo interior: Observa a tu hijo mientras juega, te
dará innumerables pistas sobre su desarrollo, gustos, aficiones..
- Deja que sea el protagonista. Ahora él manda: Los estudios han demostrado que el juego
desarrollado en compañía de un adulto es más prolongado y enriquecedor, ahora bien, no debemos
caer en la tentación de intentar dirigirlo (aunque pensemos que así va a ser más divertido…) Él te
necesita para que te conviertas en un juguete más de su cuarto. Haz cuanto te dice y no intervengas
en exceso, de lo contrario “robamos” iniciativa y espontaneidad y el juego pierde toda su razón de
ser. El niño dejará de jugar.
J. Bruner termina su ensayo con una premisa cargada de contenido para
reflexionar: “El juego que está controlado por el propio jugador, le
proporciona a éste la primera y más importante oportunidad de pensar, de
hablar e incluso de ser él mismo.”
Por último, como es habitual, los Consejeros Didácticos te proponen una
sugerencia: El tiempo de juego es excelente para crear lazos con tu
hijo. Aprovéchalo para hablarle, preguntarle… Procura que sea un
momento de camaradería e intimidad.. ¡Ya nos contarás los resultados!
¿Juegas con nosotros?