Entrevista de Diego Rodríguez en La Tribuna de Puertollano a colación de la publicación del libro "Se llamaba Alfredo... Las claves de una derrota electoral inevitable". Laertes, 2013
Entrevista sobre "Se llamaba Alfredo..." para La Tribuna de Puertollano
1. DOMINGO 3 DE NOVIEMBRE DE 2013 LA
PUERTOLLANO21
TRIBUNA DE CIUDAD REAL
Periodista y escritora
Ángela P. Martín
Ángela Paloma Martín (Puertollano, 1985) es diplomada en Biblioteconomía y
Documentación y licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en Comunicación Política y Corporativa por la Universidad de Navarra y The George Washington University. Recientemente ha publicado el libro
Se llamaba Alfredo... Las claves de una derrota electoral inevitable, en el que
analiza la campaña electoral del PSOE del año 2011 y sus consecuencias.
«Soy de las personas que todavía
creen en la política»
D. R. / PUERTOLLANO
Q
ué la ha llevado a escribir este libro?
Este libro nació por un sentimiento, es decir, yo sentí que debía escribir este libro para responder a una demanda casi social
porque creí que había parte un
puzle y un rompecabezas que estaba inconcluso. Y creí que recomponerlo y entrevistar a sus
principales protagonistas servía
para dar respuesta a una brecha
de nuestra historia reciente y en
nuestra historia política en un
momento tan complicado como
fue la campaña política de 2011.
Cuando yo sentí que debía escribir este libro tenía claro que debía ser un libro sencillo, narrado,
contado y comprensible para la
sociedad, para el máximo común
de personas vote a quien vote en
unas elecciones, puesto que el objetivo era dar una respuesta a una
brecha histórica en nuestro país.
Además de Fernando Garea,
que escribe el prólogo, también
aparecen testimonios de personalidades del mundo de la política y de los medios de comunicación. ¿Cuánto tiempo le ha llevado recopilar estas entrevistas
y qué han aportado a su libro?
Cuando comencé a escribir el
libro tenía un mapa mental sobre
lo que quería hacer, porque conocía muy bien esta campaña
electoral, pero cuando comencé
a escribir creí necesario aportar
un valor adicional porque creo
que quienes participaron en esta
campaña -políticos, periodistas,
expertos y consultores- necesitaba de su testimonio para poder
responder a todas las dudas que
pudieran surgir. Primero hablé
con los protagonistas internos de
la campaña, es decir, con los políticos. Y hablé con el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, Ángeles Álvarez, Ignacio
Varela, Carlos Hernández y María
González Veracruz. Y también,
por supuesto, periodistas, porque
su visión también es muy necesaria para comprender la campaña:
María Rey, Fernando Garea, Sonia Sánchez y Álvaro Gil. Las experiencias de cada uno de ellos
sirven para recomponer las piezas de este rompecabezas. Y también, por supuesto, Manuel Campo Vidal, que en este país tiene un
papel muy relevante en cuanto a
debates. Él nos cuenta cómo surgió este debate, que a punto estuvo de no celebrarse. Y por parte
de la consultoría política, contacté con Rafael Rubio y Antoni Gutiérrez-Rubí. Los testimonios de
todas estas personas son fundamentales para poder elaborar este libro. El trabajo de campo me
ha llevado mucho tiempo y eso
que nadie me dijo que no. Me lle-
Ángela Paloma Martín, autora del libro ‘Se llamaba Alfredo... Las claves de una derrota electoral inevitable’. / LT
«Cuando sentí que debía escribir este libro tenía muy claro
que debía ser un libro sencillo, narrado, contado y comprensible para toda la sociedad»
«Los partidos políticas tienen que hacer una reflexión interna
sobre su situación actual y escuchar más a la gente»
vó mucho tiempo, sobre todo
por temas de agenda, tanto mía
como de los entrevistados. La
primera entrevista la tuve en
marzo y la última el 3 de julio.
Todo lo he hecho con mucha ilusión y con muchas ganas.
El título del libro es muy elocuente. ¿Cuáles son, a su juicio,
las claves para la derrota de Rubalcaba en 2011?
El título no podía ser otro,
puesto que Alfredo Pérez Rubalcaba fue el candidato de 2011 y
no fue otro. Él era la única persona que se vislumbraba en las
encuestas como la única oportunidad, e incluir su nombre era
lo más acertado. La campaña se
llamaba Alfredo, de ahí el título.
Hay tres momentos clave que
suponen el desgaste tanto del
PSOE como del candidato de cara a esta campaña electoral. Es-
te desgaste comienza en 2010
con los recortes de Rodríguez
Zapatero a nivel social; un segundo momento son las elecciones autonómicas y locales de
mayo de 2011, donde el PSOE
perdió todo su músculo político,
y un tercer impacto en el que la
gente de izquierdas rompe con
el PSOE fue en agosto de 2011
en el que la economía española
sufre el efecto dominó desde Estados Unidos, y también en ese
momento surge un problema
interno en el seno del PSOE a raíz de la reforma de la Constitución que negoció Pérez Rubalcaba porque Rodríguez Zapatero se lo pidió. Aquí quedó
constancia de que el partido y el
candidato tenían objetivos diferentes de los del Gobierno, y lo
reconoce Rubalcaba. Lo que
más me llama la atención de es-
te tema es que la sociedad apenas recuerda este tema de la reforma constitucional exprés sin
contar con el pueblo. La derrota
no fue casual, sino que era algo
inevitable tanto por el contexto
como por esta serie de acontecimientos que fueron surgiendo.
Tras esa derrota, Pérez Rubalcaba sigue al frente del
PSOE y parece que las primarias han de esperar. ¿Cree que
Rubalcaba será el candidato socialista en 2015?
No creo ser la persona más
adecuada para responder a esta
pregunta, sobre todo porque para responder a esta pregunta habría que hacer un análisis muy
profundo para responder a este
tema y creo que sería imprudente hablar de este asunto. Hace
falta un análisis muy profundo
sobre lo que quiere la gente. Si
no se escucha a la gente, jamás se
podrá elegir una estrategia adecuada para un candidato adecuado. La escucha en comunicación,
es la clave para el éxito. Los partidos tienen que hacer una reflexión
interna sobre su situación y escuchar más a la gente.
Sea cual sea el candidato, ¿cómo ve la situación actual del
PSOE?
Hace unas dos semanas se celebró un laboratorio interno del
partido, abierto a toda la sociedad,
con la intención de poder re adaptar una comunicación y profesionalizar su labor en las campañas
electorales. Se ve que hay una intención de mejorar, pero no sólo
por parte del PSOE sino también
por parte de otros partidos políticos como Equo o UPyD, que están
dando pasos adelante para adaptarse a las nuevas tecnologías.
También es experta en comunicación política. ¿Cómo ve el panorama político nacional? ¿A qué
cree que se debe esta desafección
de la sociedad respecto a la política?
La desafección política nace de
una serie de incoherencias. Es decir, cuando hay una estrategia de
silencio rotunda y no hay transparencia y no se transmite nada a la
sociedad, esa desafección aparece
y, además, crece. Tenemos un
electorado que no sólo quiere participar cada cuatro años, sino a
diario, y a esto ayudan muchos las
nuevas tecnologías. Los partidos
políticos tienen el reto de renovarse en sí mismos y tienen el reto de
conseguir que esa desafección disminuya lo antes posible, y para
ello necesitan gestionar una buena comunicación, una buena escucha e incluir a su electorado en
sus estrategias. Las redes sociales
son fundamentales para que la sociedad se sienta más participativa
en política. Las redes sociales contribuyen a fomentar la participación pública y los políticos deben
escuchar más a la ciudadanía.
Usted es de Puertollano y se
define como castellano-manchega de corazón. ¿Cómo ve el panorama político regional?
Creo que el reto de Castilla-La
Mancha está en conquistar el voto
huérfano y aprovechar oportunidades. El voto huérfano es el que
no se siente representado ni por el
partido que gobierna ni por el que
está en la oposición. El reto está
en recuperar este voto huérfano,
ya que hay una desilusión. Mi percepción como periodista y como
asesora es que cada vez hay mayor desilusión, y me entristece
mucho. Soy de las personas que
todavía cree en política y creo que
el reto está en trabajar por conquistar a estas personas para poder ayudarlas.