Formatear un PC implica restaurarlo a su configuración predeterminada de fábrica, eliminando todos los archivos y programas instalados para comenzar con un sistema operativo limpio. Esto se logra reiniciando el equipo y accediendo al menú de configuración inicial, donde se encuentra la opción para formatear la unidad de disco duro y reinstalar el sistema operativo de forma limpia. Una vez completado el proceso, el PC quedará como nuevo y listo para volver a ser configurado por el usuario.