Arribando a la concreción II. Títulos en inglés, alemán y español
no a la legalización de las drogas
1.
2. POR QUÉ NO DEBEN SER LEGALIZADAS LAS DROGAS
La posibilidad de llevar a acabo la legalización de las drogas no nace de una sugerencia en
absoluto reciente, sino que las anteriores o bien han sido resistidas o desechadas; sin
embargo, y con todo, últimamente es una batalla que está planteada y encima de muchas
mesas oficiales, es decir, mesas de gobierno;
hay países ya que han vivido y aún están viviendo la dura resaca de procesos supuestamente
pioneros al respecto, y otros que, por parte de sus gobiernos rectores ya se anuncian, en
algún grado y modo, pasos decididos a favor de dicha opción;
Hemos procurado recoger y examinar santo y seña tanto de defensores como de opositores a
tal medida, si bien, y más que nada, lo que sí deseamos aquí, sobre todo, es intentar impartir
de manera humilde si así nos es permitido una serie de conceptos referenciales, dado que
muchos de los fundamentos aportados se basan, sin ningún género de duda, en las arenas
movedizas del egoísmo personal y el abuso, cuando no de la ilegitimidad o del desorden, si es
que no rayan en la contundente simplicidad del mero desconocimiento y falta de percepción
de lo que implica la convivencia en sí, en una vida de relación justa, múltiple y sostenida,
además de moderna; de forma muy similar a como señalábamos más arriba, al establecer los
respectivos conceptos tocante a la prostitución, en una situación de convivencia colectiva y
diversa, el ser humano no es nunca una isla, ni siquiera cuando este tipo con vivencial no se
esté dando; nosotros afirmamos que en un mundo fenoménico, como el nuestro, el azar no
puede tener lugar en ningún caso, sepámoslo descubrir o no; por lo que, en consecuencia, el
hombre no ha surgido a través o por medio de un sistema de probabilidades, sino que, antes
bien, su presencia atiende a una razón intencional divina con sus correspondientes e
implícitos fines .
3. INVOCACIÓNES PRO-LEGALIZACIÓN Y SU REFUTACIÓN
1: Motivo: “escapar de la realidad”.- Este intento supone siempre inhibición,
escapismo, cobardía, subordinación o curiosidad morbosa cuando se actúa con
manifiesto seguidismo; de otro lado, quien no quiere afrontar la realidad de que
disponemos, la nuestra, la tridimensional, se entiende, ¿cómo va a incardinarse
con defensas apropiadas en el mundo real, tan duros a veces, y cómo podrá
luchar contra las adversidades y obstáculos naturales que presenta?; porque, si
logra “evadirse” artificialmente y pierde el dominio y control intelectual y emocional
respecto del entorno en que se encuentra ¿cómo podrá estar seguro de que no
cometerá error tras error en tal estado? ¿es que acaso no nos son dados a
conocer hechos delictivos diarios, tales como todo tipo de lesiones, conducciones
temerarias e ilegales, o muertes y catástrofes provocadas bajo la influencia o
efecto de las drogas? ¿con qué derecho o libertad ilimitados puede actuar quien
no sólo vulnerará su propia salud sino que necesariamente implicará la
vulneración indeseada de la de otros? ¿qué garantía puede ofrecer deque estos
acontecimientos no van a ocurrir?
nosotros argüimos que quien atenta contra su propia salud, está atentando
simultáneamente contra él mismo y contra la salud de la colectividad, de la cual
forma parte de forma indisoluble, y que, por tanto, está actuando como un
delincuente cuando menos contra la ley natural, la cual reclama la plena salud
general, es decir, tanto la individual como la colectiva .
4. 2: “que el uso de las drogas esté prohibido le importa un comino a la mayoría de
las personas, igual lo harán; y esto incluye a muchos de los que supuestamente
combaten su tráfico”.- Esta invocación en su 1ª parte apela a que, estén o no
prohibidas las drogas, quien tenga interés en ellas, de una u otra forma las
tomará; sin embargo, sabemos bien por experiencia propia casi todos, que en
infinidad de ocasiones grandes o pequeñas por su trascendencia eludimos
delinquir debido a las múltiples consecuencias que ello podría acarrear; luego no;
muchas personas se contienen, efectivamente, ante el hecho de la simple
prohibición; en su 2ª parte alude a una serie de presuntos funcionarios y no
funcionarios que, evidentemente, suelen caer en las redes del narcotráfico; pero,
aún siendo así, el hecho no invalidad en absoluto, ni en lo más mínimo, la validez
de la lucha y esfuerzo que son llevados a cabo por el conjunto del sistema;
porque, así como podemos decir que los ladrones habituales no empecen el
carácter de progreso y noble de la sociedad, ni que el hecho de que algunos
curas pederastas puede desdecir ni enfangar en poco ni en nada la vida y
enseñanzas de Cristo, así decimos que los corruptos de turno tampoco tienen
entidad suficiente para anularla probidad y buen hacer de quienes intervienen por
oficio o no en aquella lucha .
5. 3: “el costo de prohibir el tráfico y consumo es muy alto”.- En primer lugar,
que en un momento determinado Colombia o Afganistán produzcan más
que nunca cocaína y opio, no quiere decir, de ninguna manera, que la
batalla o guerra estén perdidas; todo imperio, de lo que sea, tiene su cenit,
e igualmente la lucha oficial frente a la producción y distribución debe
tenerlo; todo acontecimiento detenta su línea de producción propia; pero si
ese acontecimiento se combate u obstruye, inevitablemente tenderá a
concluir o a desaparecer; y, en segundo lugar, que EE.UU. y otros países
estén gastando grandes cantidades de dinero en dicho combate, nos hace
meditar para preguntarnos seriamente y a continuación que cómo estaría
Occidente, y por extensión el resto de la Humanidad, si tales sumas no se
gastaran en lo que se gastan: en combatir prácticas de sus enemigos; por
tanto, creemos que se trata de un argumento baladí por extremadamente
débil para ser invocado siquiera frente al valor descomunal que en sí
supone n o sólo la salud de cada personal individualmente considerada,
sino la salud general tantas veces citada .
6. 4:.- “el narcotráfico desaparecería y la corrupción disminuiría”.- Nosotros
estamos convencidos de que quien actualmente se esté dedicando al
narcotráfico, es decir, a envenenar a la Humanidad y a explotarla, sea
consciente o no acerca de los hechos es un enemigo directo de ella; por tanto,
si su negocio hubiese de desaparecer necesariamente, dicho individuo, por este
mera circunstancia, no se habrá convertido de repente en un santo y ni siquiera
en persona ordinaria; la experiencia de vida y los estudios realizados alo largo y
ancho del mundo muestran que tal individuo, casi con absoluta seguridad,
comenzaría o se integraría en otra actividad delictiva que tendiera a
proporcionarle la ganancia antier e incluso mayor; otro tanto podríamos prever
tocante al personal oficial corrupto, dado que esa condición intencional e interior
ya se encontraba latente en el infractor de turno, hasta terminar por emerger en
el mismo momento en el que el narcotráfico le haya ofrecido la oportunidad de
percibir alguna prebenda económica; por tanto, seguirá siendo corrupto en su
puesto, sin descartar que pueda ser descubierto y apartado del cometido de
lucha encomendado;
7. 5: “prohibir las drogas es autoritario”.- Esta invocación dice, o pareced sustentarse,
en el hecho de que tanto el tabaco como el alcohol aún gozan entre nosotros de
legalidad, al menos en numerosos países; pero hoy día, tras los descubrimientos
científicos efectuados acerca del porqué muere una serie de gente y los esfuerzos
sostenidos a fin de hacer conscientes a las sociedades respecto de las
consecuencias perniciosas que ambos conllevan y demás, os más que obvio que
algunos pasos importantes estamos dando en la buena dirección; en España,
además de en otros países europeos y no europeos, las restricciones para
fumadores han alcanzado cotas notables, lo cual indica la concienciación por
convicción cada vez más elevadas respecto al menor uso tanto del tabaco como
asimismo del alcohol; de aquí resulta como no podría ser de otra manera que el
conocimiento de los daños que ambos ocasionan, tiene su reflejo directo bien en
una temperancia voluntaria, bien, por fin, en la abolición absoluta; queremos citar
aquí los numerosísimos círculos de ayuda voluntarios, en cuyas primeras líneas
encontramos siempre a ex-fumadores o ex-alcohólicos, conocedores profundos y de
primera mano de las tropelías personales y en terceros a que el uso de aquéllos les
había conducido; por tanto, nada justifica que aún haya personas que fumen o
beban todavía; insistimos en que el conocimiento y la experiencia están
conduciendo de forma muy notable hacia un a disminución rápida y efectiva;
8. 6: “selección natural; si alguien se quiere joder la vida, es su propia decisión”.- El desprecio y
abandono contemplados aquí hacia el ser humano son inenarrables, por lo que, más que otra cosa,
se trata de una invocación emanada de una naturaleza más bien bestial, muy oscura y baja, muy
primigenia aún; así oponemos: ¿dejaríamos a un niño que jugara con una pistola cargada? ¿y quién
es quién para adueñarse de una vida que él no se ha dado a sí mismo? porque, si elimináramos de
esta forma nuestras vidas ¿cómo podríamos aprender el valor y rectitud acerca de las cosas, de
cada cosa, cómo? y del mismo modo, ignorar que cualquier derecho, como toda libertad a ejercerlo,
tienen su límite en un mundo de relación colectiva? ¿y cómo, pues, invocar a Darwin si Darwin
contempló únicamente las formas en que habitaba la vida pero no la propia vida en sí con todas sus
potencialidades?; porque, que sepamos, no hay ninguna ley ni en el cielo ni en la tierra que autorice
el daño, es decir, a quebrar la salud e integridad del ser humano, de ningún ser humano, ni siquiera
de sí mismo; el planteamiento, pues, del defensor de la legalización de las drogas atenta y va en
contra de los ideales más altos no sólo de la civilización occidental, sino de cualquier existencia y
civilidad humanas mínimas posibles.
7: “las drogas no son las causas verdadera de los problemas; las personas lo son”.- Sí, ciertamente,
así es; pero tendríamos que volver a insistir en el ejemplo del niño con la pistola, pues, ¿puede esto
ser ignorado cuando todos sabemos o debiéramos saber que los niños, los adolescentes y los
jóvenes aún se están conformando como seres humanos completos, o sea, adultos, y que, por
tanto, no son todavía competentes para tomar decisiones correctas en numerosísimas materias?;
todos los códigos civiles y penales avanzados contienen requisitos para la determinación de la
responsabilidad, y, ser menor o carecer de ciertas facultades, tiende por sí mismo a disminuir e
incluso a exonerar de responsabilidad directa y personal .
9. 8: “limitar el acceso a las drogas es una restricción a las libertades personales”.-
¿Sabemos de antemano que, por ejemplo, si quien su autolesiona o mata a otro, lo
hace por propia, deliberada y libre voluntad? ¿o la información luego tiende a que sí,
que en infinidad de casos el suceso ha tenido lugar bajo el consumo de drogas o
porque estando el situación de “mono” o descontrol personal alguien fue mucho más
allá que el de un simple robo?; y en fin, nuestros argumentos de refutación respecto
de semejante aserto han sido tan repetidos con anterioridad que preferimos prescindir
de ellos porque creemos en verdad que el lector se dará cuenta de la futilidad de la
invocación traída aquí por parte del defensor;
9: “todas las opiniones valen”.- No, ello no es cierto, por lo que nosotros debemos
decir, y decimos, que no todas las opiniones valen para el mismo tema o fin y en el
mismo grado, dado que si bien es cierto que las hay válidas por bien fundamentadas y
ciertas, otras, sin más, son desechables porque no son o lo son menos; no
confundimos, desde luego, opiniones con personas, pues así como queda clara
nuestra posición respecto de las primeras, respecto de las segundas tienen y gozan y
gozarán siempre de toda nuestra consideración, estima y profundo respecto; por
tanto, y ya, para concluir, queremos traer aquí una simple pero máxima frase que, sin
pretender con ella ningún emblema de excelencia propia, sí nos gustaría que su
lectura y meditación ayudaran al lector tomar referencias y nortes debidos y justos en
tiempos en que a menudo todo parece truculencia, confusionismo y oscuridad; esta
frase/máxima es dice lo siguiente:
“es lícito todo aquello que no causa daño a nada ni perjudica a nadie”.
un sincero saludo.