2.
Se puede definir como una máquina hidráulica
motora cuyo principio de funcionamiento se basa en
la variación del momento de la cantidad de
movimiento, su campo de trabajo son las centrales
hidroeléctricas.
3.
Existen en la actualidad dos grandes tipos de
turbinas hidráulicas, las de acción y las de reacción;
al primer grupo pertenece la turbina pelton y al
segundo la francis y sus derivadas: hélice, kaplan
bulbo, deriaz y straflo.
Toda turbina hidráulica tiene un órgano
principal, denominado rodete o rueda, que gira
sobre su eje, por donde pasa el agua de manera
continua y se transforma su energía hidráulica en
mecánica, siendo su principio de funcionamiento el
teorema de la cantidad de movimiento.
4.
Una vez conocidas las turbinas hidráulicas en sus
aspectos más generales, el presente capítulo se
dedica al estudio del primer tipo de turbinas, es decir
a las denominadas de acción. En la práctica las
turbinas de acción se restringen casi a una sola, es
decir a la pelton, pues aunque existen otras tienen
una presencia casi anecdótica.
6. pelton
En las turbinas pelton el agua, al pasar a la
rueda, entra en contacto con la
atmósfera, transformándose toda la energía de
presión en cinética, actuando sobre el
rodete, únicamente de esta forma.
8.
El agua al salir del rodete lleva cierta energía cinética
y tiene algo de energía de posición, que han de ser
contabilizadas como pérdidas en la turbina. Para que
esta energía no deteriore el punto donde caiga se
prevé un colchón de agua,
9. Francis
En las turbinas francis y en sus derivadas el agua al
entrar en el rodete no toma contacto con la
atmósfera, por lo que en dicho punto la energía de
presión se ha transformado en cinética tan sólo de
manera parcial.
10.
Otra diferencia esencial entre ambos tipos de
turbinas es que en las primeras el agua llega a su
rodete en uno o varios puntos afirmándose entonces
que es de admisión puntual, mientras que en las
segundas accede al rodete por los 360º de su
periferia, diciéndose entones que la admisión es
total.
12.
Si el inyector no disminuyera su sección transversal
frente a la de la tubería forzada el agua saldría a la
atmósfera con la misma velocidad que en
aquélla, produciéndose unas fortísimas pérdidas de
carga en la conducción y reduciéndose muy
notablemente la altura neta disponible. Al reducirse
la sección de salida la velocidad en la tubería forzada
se limita a una velocidad que produce una pérdida
de carga en la misma reducida.