Este documento analiza el fenómeno de las masas en el contexto del Tercer Mundo. Discute cómo las masas están influenciadas por la industrialización masiva y los medios de comunicación para consumir bienes culturales de forma acrítica. También examina cómo las sociedades de consumo fomentan comportamientos gregarios e individualistas en torno al consumo. Finalmente, señala que en el Tercer Mundo, el fenómeno de las masas se ve afectado por la pobreza, la falta de educación y la débil producción cultural local frente a la
1. El fenómeno de las masas.
Las masas constituyen un fenómeno sociocultural cuyo estudio no es un trabajo simple.
Varían de un lugar a otro; son fenómenos distintos los que suceden en los países
capitalistas desarrollados, que en los socialistas o del Tercer mundo.
En el Tercer mundo, el fenómeno de masas muestra mayors consecuencias nocivas que
en el capitalismo desarrollado. Después de todo, la masificación tiene lugar en nuestra
miseria y en nuestro analfabetismo. Aquí los entretenimientos audiovisuals de la
industria cultural adquieren mayor eficacia manipuladora. Debemos estudiar el
fenómeno de las masas en relación a esta realidad y con respecto a los modos masivos
de consumo, de los bienes culturales. Hemos de centrarnos en nuestro ámbito
tercermundista en donde los medios masivos, como parte importante de la actual
tecnología humana, ejercen coercions sentimentales y persuaciones, manipulaciones y
deformaciones. El Tercer Mundo constituye también una ecoestética, o un ecosistema
de fuerzas estéticas que se concreto en nuestros principales centros urbanos. En estos
centros se Cruzan las presiones foráneas y los anhelos locales: el imperialismo, la
dependencia sumissa y la búsqueda de una salida a la autodeterminación.
En nuestra ecoestética actuan la demoecologia, una ecología objetual y un espacio
intellectual que tienen como fin el tiempo libre y la cotidianidad del hombre común,
colmado de miseria. Un resultado de nuestra realidad ambiental son los cinturones de
miseria que son una antesala a la proletización, cuyas miseries optan por una de las dos
esperanzas liberadoras: la lotería o la imagen misteriosa de un Santo.
En las ya bien definidas sociedades de consumo de nuestros tiempos, el fenómeno de
masas adquiere su sentido verdadero y se torna en un conjunto de individualismos
gregarious en pugna de poseer o consumir lo que los demás poseen y consumen. Las
masas constituyen multitudes proclives al consumo masivo.
Las masas no son lo mismo que las hordas o multitudes. Las masas existen como un
fenómeno sociocultural e histórico de nuestro tiempo, muy ligado a sociedades de
consumo, donde se imponen nuevos modos de consumo de los bienes culturales, hoy
en circulación como productos de una perfeccionada y agresiva industrialización masiva.
El fenómeno de masas va directamente ligado a modos acritcos y engañosamente
placenteros de consumo de los bienes culturales.
Como es sabido los productos que se consumen no solo van ligados a satisfacer las
necesidades materiales del hombre, engloba también productos de utilidad comunicativa,
de transporte, sanidad, comodidad entretenimiento y de información y algunos bienes
espirituales derivados de la tecnologia humana que, ocupada en modelar conciencias
abarca desde la educación pública hasta los recursos de información y entretenimiento.
Así, el fenómeno de masas, depende de la existencia conjunta de la industria masiva, de
una distribución también masiva y de un consumo igualmente masivo.Los medios
masivos de comunicación, inculcan al hombre, necesidades artificiales de consumo.
“Todo aquel que pertenece realmente a una masa, sabe que no puede avanzar más que
en la masa. Nuestros intelectuales que solo avanzan separándose de la masa, cada cual
por su lado, no logran un progreso, sino que ven solamente ventajas. Las masas de
nuestro tiempo,dirigidas por intereses communes, reorganizándose continuamente de
2. acuerdo a estos intereses, pero funcionando uniformemente, se mueven según leyes del
pensamiento bien determinadas, que nos son las gneralizaciones del pensamiento
individual.”
Berthol Brecht, el arte y la politica
A lo señalado hasta aquí, debemos agregar en nuestro mundo latinoamericano las
miseries materiales, las deficiencies educativas y la muy débil y desequilibrada
producción de bienes culturales. Como países dependientes, nuestra cultura estética
presenta muy pocas resistencias a la industria cultural, con lo que se incrementa su
agresividad trasnacional en el acelaramiento del proceso de internacionalizar nuestros
usos y costumbres. A veces, nuestra cultura popular, a diferencia de la dominante, le
contrapone su proceso de nacionalización y rechaza y supera algunos elementos
foráneos.
En nuestra ecoestética, los diseños audiovisuals y de entretenimiento desempeñan un
papel mas decisivo. Los diseños iconico-verbales, con las tiras cómicas y fotonovelas
siguen en numero e importancia dentro de la cultura popular.
Es tiempo que nuestros productores de cultura hagan a un lado la conocida paradoja: a
la realidad la conocen mas y mucho major los conservadores y hasta los reaccionarios,
que los progresistas y revolucionarios, quienes confunden el conocimiento de una
realidad con la aceptación de la misma. Por si fuera poco,nuestra realidad
tercermundista se caracteriza por un grave desequilibrio en su débil producción cultural
entre la sobrevaloración de los productos que apelan a los sentimientos, incluidos los
estéticos y el menosprecio hacia el pensamiento lógicoy crítico, precisamente el único
capaz de conducirnos hacia la producción de conocimientos de nuestra realidad
inmediata, hacia las innovaciones útiles y la corrección de nuestros males.
Juan Acha. Introducción a la Teoria de los Diseños.
Ed.Trillas
Síntesis cap. 9 El fenomenos de las masas.