2. Caminaremos los dos
Caminaremos los dos,
a un Mundo de Paz,
Si quieres venir construiremos los dos,
conmigo, el Amor.
a una tierra más feliz, Si te pesa lo que tienes,
vende todo lo que tienes, si te cuesta decidir,
pon tus ojos sólo en mí. te libero de la carga,
Si quieres venir te regalo el primer sí.
conmigo, Si te pesa lo que tienes,
si quieres seguirme a mí. si te cuesta decidir.
3. El Señor es mi pastor
El Señor es mi pastor,
nada me falta.
¡Qué bien ser una oveja pequeñita!
¡Me dormiré en sus brazos!
El Señor es mi pastor.
Me deja jugar en prados verdes.
Me deja beber el agua fresca de las fuentes.
Mi Padre Dios me acuna.
Mi padre Dios me protege.
Su voz me guía por un camino recto.
No tengo miedo de noche.
No tengo miedo a nada.
4. No me asustan los sitios oscuros.
Tú me llevas de la mano. Padre Dios,
contigo estoy tranquilo.
Eres bueno,
me cuidas,
me acompañas
siempre, siempre, siempre,
todos los días de mi vida.
Ser tu oveja, Padre Dios.
¡Quiero estar contigo
en tu casa del cielo!
¡Quiero ser tu ovejita,
Padre Dios!
6. Todos los recaudadores y los pecadores
se acercaban a escucharle, de modo que
los fariseos y los letrados murmuraban:
«Éste recibe a pecadores y come con
ellos».
7. Él les contestó con la siguiente
parábola: «Si uno de vosotros tiene cien
ovejas y se le pierde una,
8. ¿no deja las noventa y nueve en el
campo y va a buscar la extraviada hasta
encontrarla?
10. va a casa, llama a amigos y vecinos y les
dice: Alegraos conmigo pues encontré la
oveja perdida».
11. Os digo que, de la misma manera, habrá
más fiesta en el cielo por un pecador que
se arrepienta que por noventa y nueve
justos que no necesitan arrepentirse.
13. Parábola de la oveja perdida
La oveja se extravía de su rebaño.
14. Parábola de la oveja perdida
La oveja se extravía de su rebaño.
Cuando el pastor se da cuenta la busca hasta
encontrarla.
15. Parábola de la oveja perdida
La oveja se extravía de su rebaño.
Cuando el pastor se da cuenta la busca hasta
encontrarla.
Al encontrarla, la cuida y la devuelve a casa.
16. Parábola de la oveja perdida
La oveja se extravía de su rebaño.
Cuando el pastor se da cuenta la busca hasta
encontrarla.
Al encontrarla, la cuida y la devuelve a casa.
Invita a sus conocidos a alegrarse con él.
17.
18. El pastor es Dios, la oveja somos cada
uno de nosotros y el rebaño es la Iglesia,
son nuestros prójimos.
19. El pastor es Dios, la oveja somos cada
uno de nosotros y el rebaño es la Iglesia,
son nuestros prójimos.
Pecar es extraviarse del rebaño, perder
la relación con Dios y con los demás.
20. El pastor es Dios, la oveja somos cada
uno de nosotros y el rebaño es la Iglesia,
son nuestros prójimos.
Pecar es extraviarse del rebaño, perder
la relación con Dios y con los demás.
Cuando pecamos, Dios se entristece pero
sale a buscarnos, ¿estoy dispuesto a
ayudar a Dios para que me pueda
encontrar?
21. El pastor es Dios, la oveja somos cada
uno de nosotros y el rebaño es la Iglesia,
son nuestros prójimos.
Pecar es extraviarse del rebaño, perder
la relación con Dios y con los demás.
Cuando pecamos, Dios se entristece pero
sale a buscarnos, ¿estoy dispuesto a
ayudar a Dios para que me pueda
encontrar?
Cuando nos reconciliamos con Dios y
con el prójimo, Dios se alegra e invita a
todos a alegrarse con él.
25. Pasos para confesarse bien…
Examen de conciencia.
Dolor de los pecados.
Propósito de enmienda.
26. Pasos para confesarse bien…
Examen de conciencia.
Dolor de los pecados.
Propósito de enmienda.
Decir los pecados al confesor.
27. Pasos para confesarse bien…
Examen de conciencia.
Dolor de los pecados.
Propósito de enmienda.
Decir los pecados al confesor.
Cumplir la penitencia.
28. Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor.
29. Señor, ten piedad
Tú que siempre Tú que siempre
nos perdonas nos escuchas,
porque nos quieres Señor, ten piedad.
mucho. Tú que siempre
Tú que siempre nos ayudas porque
nos perdonas, nos quieres mucho.
Señor, ten piedad. Tú que siempre
Tú que siempre nos ayudas,
nos escuchas Señor, ten piedad.
porque nos quieres
mucho.
30.
31. Tú que siempre
nos perdonas
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre
nos perdonas,
Señor, ten piedad.
32.
33. Tú que siempre
nos escuchas
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre
nos escuchas,
Señor, ten piedad.
34.
35. Tú que siempre
nos ayudas porque
nos quieres mucho.
Tú que siempre
nos ayudas,
Señor, ten piedad.
36.
37. Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén