El poema habla sobre haber conocido a un ángel que le devolvió la capacidad de creer en los milagros. Aunque ahora que lo conoce y lo siente, el tiempo se le hace corto para tenerlo en sus brazos. El silencio es ahora su aliado para siempre, desde el amanecer hasta el anochecer, con la tristeza de verlo y no poder tenerlo, pero poder soñar con él con alegría por el camino de su vida, pues necesita de ese ángel conocido.