Nietzsche cuestiona la valoración tradicional de la Grecia Clásica, simbolizando las fuerzas creadoras de Dionisos y el orden de Apolo. La metafísica es uno de los mayores errores al presentar un mundo racional en lugar de un caos. Nietzsche establece la voluntad de poder como la fuerza de la vida, que busca más poder en lugar de simplemente vivir. Finalmente, propone la eterna repetición de todas las cosas, de modo que cada instante eterno se repetirá infinitamente.
1. REALDAD DE NIETZSCHE
[INTRO]
En una de sus primeras obras El nacimiento de la tragedia Nietzsche va a cuestionar la valoración
tradicional que se tiene sobre el mundo griego, que consideraba a la Grecia Clásica un periodo de
esplendor en todos los sentidos.
Nietzsche va a recurrir a los dioses griegos Dionisos y Apolo como metáforas que simbolizan lo que
para Schopenhauer era entendido como voluntad y representación. En Nietzsche, la fuerza creadora
viene simbolizada por Dionisos, teniendo este un sentido afirmativo que representa lo instintivo e
irracional, frente a Schopenhauer para quien la voluntad viene a ser algo negativo para el hombre. Por
otro lado, tenemos a Apolo que representa, el equilibrio y el orden. De modo que el mundo es resultado
del conflicto entre estos dos impulsos simbolizados por Apolo y Dionisos. Además, Nietzsche pretendía
hacer, creer que esta visión trágica del mundo es lo que predominó en la Grecia antigua, anteriormente
a Sócrates, que fue según Nietzsche, el corrupto del pensamiento griego, donde junto con Platón, el
cual consumió la cultura griega introduciendo los conceptos de mundo sensible y mundo inteligible, y al
poner el valor de verdad en este último. Así pues, añade que la filosofía medieval es una vulgar
interpretación del platonismo, que acabará corrompiendo la cultura occidental contemporánea. Por
tanto, su filosofía es un intento de superación del platonismo, defendiendo así la tesis opuesta.
Por otro lado, una de las cosas que Nietzsche va a decirnos es que la metafísica es uno de los grandes
errores de la humanidad. En primer lugar nos presente el mundo como un cosmos y no como un caos.
En segundo lugar inventa entidades racionales como, alma, Dios, sustancia, que son universales,
inmutables y eternas. Además según la interpretación de Nietzsche la metafísica nacería como
consecuencia de una moral de esclavos.
Tras establecer esta profunda autocrítica al pensamiento occidental, así como de la metafísica, establece
el concepto de voluntad de poder de la cual dice que es el carácter más importante de la vida. Utiliza
esta expresión, en primer lugar, en contra el sentido que tiene la expresión de Schopenhauer de
“voluntad de vivir”, ya que según Nietzsche lo que está vivo no quiere vivir, sino que quiere más,
quiere lo que aún no es, quiere poder. Se puede decir, en este sentido, que la vida es voluntad de poder;
en segundo lugar, emplea la expresión contra la supuesta “voluntad de verdad” que sería
consustancial al género humano según algunos pensadores, además tal voluntad de verdad no existe ya
que lo que importa no es la verdad, sino aquello que le da fuerza a la vida. Dicho esto, tampoco
debemos de entender la voluntad de poder significa aspirar al poder, porque esa aspiración supondría
una subordinación del individuo a los mecanismos sociales, políticos o psicológicos. Además, hay que
tener en cuenta que con frecuencia Nietzsche habla de un hombre superior refiriéndose a aquel que
haya hecho de la política o de la guerra un arte y que las haya empleado para dar forma a la sociedad.
Por otro lado, retomando la concepción griega establece el eterno retorno de lo mismo que nos dice
que se trataría de lo siguiente: una vez que eliminamos toda hipótesis de una “creación” del mundo, este
es eterno, por lo tanto no tiene principio porque no hay creador ni final porque sino ya se habría
descubierto. Sin embargo, el mundo es finito, y llegara un momento donde todos los estados de cosas
posibles ya se habrán dado y se volverán a repetir infinitas veces, de modo que, el tiempo también se va
a repetir, este tiempo mismo es eterno.
2. Se establece así una concepción dinámica del ser, donde se sintetizaría ser y devenir, puesto que cada
instante es eterno y las cosas una vez que suceden al cabo del tiempo volverán a pasar; de modo que el
ser es concebido cono devenir, como dinámico