RELACION MEDICO – PACIENTE
Por relación médico-enfermo se entiende aquella interacción que se establece entre el médico y el paciente con el fin de devolverle a éste la salud, aliviar su padecimiento y prevenir la enfermedad. Para que el médico pueda aplicar sus conocimientos teóricos y técnicos al diagnóstico y tratamiento, necesita establecer este diálogo con el enfermo del que depende en gran parte el éxito terapéutico.
La relación médico-paciente, sigue siendo, por encima de los avances tecnológicos, tan importante para la práctica médica y tan imprescindible en la formación integral del médico, como siempre; o un poco más si cabe, dado el deterioro a que viene estando sometida dicha relación, tanto por la utilización hipertrófica de las medidas técnicas, como por la masificación asociada con las tendencias socializadoras y preventivas, que la Medicina ha experimentado en los últimos años.
Medicina centrada en el paciente
La Medicina Centrada en el Paciente es un método clínico que tiene como objetivo dar una atención más adecuada y eficaz a los pacientes. Por ende, no puede separarse del ejercicio de la Medicina y sólo puede comprenderse cabalmente en el marco asistencial. El ejemplo de Gladys ilustra cómo una entrevista clínica puede abordarse desde distintos marcos teóricos, no siempre conscientes o explícitos para el médico que los aplica.
La Medicina ha estado basada en un Método centrado en la Enfermedad, e indirectamente en el médico, como eximio conocedor de la misma. En este marco conceptual, el paciente concurre al consultorio presentando ciertos síntomas. El médico mediante el interrogatorio, el examen físico y, en ciertos casos, los exámenes complementarios completa un cuadro diagnóstico, ya sea sindromático o nosológico, e indica un tratamiento. En este modelo, el médico sabe lo que el paciente necesita y el paciente cumple lo que el médico dice. El modelo de la Medicina Centrada en la Enfermedad está representado, quizá de manera un tanto esquemática, en el escenario.
Del ejemplo de Gladys. El médico determina qué se va a hacer en la consulta e indica una conducta al paciente al final. Algunos inconvenientes que pueden surgir en el marco de este modelo son que:
2. Por relación médico-enfermo se entiende aquella interacción que se
establece entre el médico y el paciente con el fin de devolverle a éste la salud,
aliviar su padecimiento y prevenir la enfermedad. Para que el médico pueda
aplicar sus conocimientos teóricos y técnicos al diagnóstico y tratamiento,
necesita establecer este diálogo con el enfermo del que depende en gran
parte el éxito terapéutico.
La relación médico-paciente, sigue siendo, por encima de los avances
tecnológicos, tan importante para la práctica médica y tan imprescindible en
la formación integral del médico, como siempre; o un poco más si cabe, dado
el deterioro a que viene estando sometida dicha relación, tanto por la
utilización hipertrófica de las medidas técnicas, como por la masificación
asociada con las tendencias socializadoras y preventivas, que la Medicina ha
experimentado en los últimos años.
4. La Medicina Centrada en el Paciente es un método clínico que tiene como
objetivo dar una atención más adecuada y eficaz a los pacientes. Por ende, no puede
separarse del ejercicio de la Medicina y sólo puede comprenderse cabalmente en el
marco asistencial. El ejemplo de Gladys ilustra cómo una entrevista clínica puede
abordarse desde distintos marcos teóricos, no siempre conscientes o explícitos para el
médico que los aplica.
La Medicina ha estado basada en un Método centrado en la Enfermedad, e
indirectamente en el médico, como eximio conocedor de la misma. En este marco
conceptual, el paciente concurre al consultorio presentando ciertos síntomas. El
médico mediante el interrogatorio, el examen físico y, en ciertos casos, los exámenes
complementarios completa un cuadro diagnóstico, ya sea sindromático o nosológico, e
indica un tratamiento. En este modelo, el médico sabe lo que el paciente necesita y el
paciente cumple lo que el médico dice. El modelo de la Medicina Centrada en la
Enfermedad está representado, quizá de manera un tanto esquemática, en el
escenario.
Del ejemplo de Gladys. El médico determina qué se va a hacer en la consulta e
indica una conducta al paciente al final. Algunos inconvenientes que pueden surgir en
el marco de este modelo son que:
5. La inquietud del paciente no se expresa o se expresa tardíamente en la consulta dejando
al médico menos tiempo para encargarse de este asunto.
No se da lugar a la interpretación del paciente acerca de la situación que vive
excluyéndose esta valiosa información de la consulta.
El médico no obtiene información respecto a la opinión del paciente sobre la conducta
indicada, quedando sin pistas en cuanto a la posible adherencia a la misma.
En fin, se construye una relación médico- paciente en la que no hay espacio para que
el paciente se manifieste libremente.
La Medicina Centrada en el Paciente surge como respuesta a estas deficiencias y
amplía el marco de la Medicina centrada en la Enfermedad, más que presentarle oposición.
El accionar médico en el marco teórico de este método está representado por el escenario
2 del ejemplo de Gladys. En esta entrevista, el médico permite al paciente expresar todas
sus preocupaciones en primer lugar y se enfoca en ellas, aunque también incluye sus
propias inquietudes (control de salud); incorpora la visión del paciente sobre el problema,
obteniendo información que le permite aclarar el cuadro clínico; da una respuesta más
integral al problema del paciente, abarcando aspectos biomédicos y psicosociales; y
consensua con el paciente los pasos a seguir. Se logra así una relación médico-paciente en
la que cada cual sabe qué esperar del otro, la responsabilidad se comparte (sin detrimento
de la parte que le corresponde al médico en base a sus conocimientos), y se intenta
generar una alianza que favorezca la salud del paciente, fin último de cualquier interacción
entre ambos.
7. La única condición, bajo este nuevo modelo, para tomar decisiones es que la
persona sea autónoma y competente. Pueden darse diversas situaciones a
este respecto:
Sujeto plenamente capaz
Sujeto incapacitado
Sujeto afecto de restricciones en su autonomía
El primer supuesto es el ordinario, que abarca a la mayoría de la población
adulta. En el segundo se encuentran quienes han sido objeto de una
resolución judicial que les priva de la capacidad para conducirse en la vida
diaria. Respecto del tercer supuesto podemos distinguir los casos en los que la
restricción la motiva la persona misma de aquellos otros en los que la causa
reside en la situación que vive la persona.
La persona misma tiene restringida su capacidad de actuar por su menor edad o
por su estado mental, siendo mayor de edad. En estos últimos casos la
persona puede ser normalmente capaz (no estando incapacitado) y
ocasionalmente incapaz (en un delirio, en un brote psicótico, por ejemplo)
volviendo a la situación contraria.
9. Virtud, en su concepto más amplio, puede definirse como el
hábito de hacer el bien. Se distinguen virtudes humanas diferentes
de las virtudes teologales. Nos referiremos únicamente a las
primeras. Las virtudes humanas son perfecciones del entendimiento
y la voluntad para practicar libremente el bien, regula nuestros
actos y encauzan nuestra conducta en la práctica del bien y generan
los actos moralmente buenos.
Las virtudes morales naturales o humanas son virtudes
adquiridas que mejoran a las personas en el nivel natural; la
madurez humana a nivel natural es consecuencia del desarrollo
armónico de las virtudes humanas. Dentro de las virtudes humanas
algunas tienen preeminencia sobre las demás porque son como
epicentro en torno a las cuales giran las demás, por ello se llaman
cardinales y son: la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia.
Por su gravitación en el actuar de los profesionales de la salud
haremos una referencia particular a la prudencia.