Mecanismos de diseminación viral e infección de órganos blanco
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DISEMINACIÓN VIRAL
La salida de los virus de un organismo infectado es tan importante como la
entrada, en lo que se refiere a mantener su ciclo de transmisión. Todas las vías
5 que utilizan los virus para ingresar al organismo son también usadas para la
salida.
Los factores importantes en la diseminación de los virus tienen que ver con propiedades
intrínsecas del virus en relación al tiempo (cuanto mayores son la capacidad y la velocidad
de diseminación, mayor eficiencia).
Los virus que causan infecciones persistentes, generalmente desarrollan estrategias particulares
para evitar las respuestas inmune e inflamatoria del hospedador a fin de continuar la
diseminación. Por ej. el herpes simplex requiere de la reactivación de la infección ganglionar,
del tránsito del genoma viral hacia las terminales nerviosas y de la infección productiva en la
mucosa epitelial, para la perpetuación del virus en la población.
Todo esto ocurre a pesar de que el hospedador haya establecido algún nivel de inmunidad.
Frederick A. Murphy
Academic Press Enciclopedia of Virology 2e
Granoff, Alan.; Webster, Robert.
http://apresslp.gvpi.net/apvirol/lpext.dll?f=templates&fn=main-h.htm
Traducción: Pedro E. Morán
Julio 2004
MECANISMOS DE DISEMINACIÓN VIRAL E INFECCIÓN DE ÓRGANOS BLANCO.
La replicación viral puede estar restringida a la superficie corporal a través de la cual el virus
ingresa- por ejemplo, la piel, el tracto respiratorio, tracto gastrointestinal, tracto genital o la
conjuntiva. Alternativamente, los virus pueden atravesar la barrera epitelial y ser diseminados
por sangre, por vía linfática o nervios causando una infección
generalizada, o infecciones en sitios específicos como el sistema
nervioso central.
En experimentos realizados por Frank Fenner en 1949, se utilizó el virus de la ectromelia
(viruela murina) como modelo de la secuencia de eventos de una infección sistémica y
producción deenfermedad. Para ello se inocularon grupos de ratones en las almohadillas
plantares de los miembros posteriores; luego se realizaron titulaciones diariamente de
diferentes tejidos para determinar la cantidad de virus presente en los órganos. Se demostró
que durante el período de incubación la infección se diseminó en forma escalonada en el
organismo del ratón. En principio el virus replicó localmente en el tejido de las almohadillas
plantares y luego en los linfonódulos de drenaje; desde ese sitio el virus pasó al torrente
sanguíneo, causando una viremia primaria con lo cual el virus alcanzó sus órganos blanco
iniciales, especialmente el bazo, linfonódulos y el hígado.
En este estadío de infección se produjo necrosis focal, primero en la piel y linfonódulos de las
2. extremidades inoculadas, y posteriormente en el bazo e hígado. En los siguientes días hubo
una necrosis extensiva en hígado y bazo y muerte rápida.
Sin embargo, esta no fue la secuencia completa de la patogenia dado que para completar el
ciclo de infección viral se debía explicar la diseminación e infección del siguiente hospedador.
Fenner encontró que el virus producido en los órganos blanco (bazo e hígado) causaba una
viremia secundaria, y así era diseminado a la piel y a las mucosas. La infección en la piel
producía una erupción papular, desde donde se eliminaban grandes cantidades de virus y se
producía la infección, por contacto, de otros ratones susceptibles.
DISEMINACIÓN LOCAL EN SUPERFICIES EPITELIALES
Los virus replican primero en las células epiteliales en el sitio de entrada y producen una
infección localizada, generalmente acompañada de diseminación viral directamente al
ambiente desde ese sitio. La diseminación de la infección sobre las superficies epiteliales
ocurre por la infección secuencial de las células vecinas, y dependiendo de cada virus en
particular puede o no haber diseminación a los tejidos subepiteliales adyacentes.
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Los virus que ingresan al organismo por el tracto respiratorio o digestivo pueden causar
rápidamente la infección extensiva de la mucosa epitelial, por lo tanto las enfermedades
asociadas con estas infecciones progresan rápidamente luego de un corto período de
incubación. En los mamíferos, hay poca o casi nula invasión productiva en los tejidos
subepiteliales del tracto respiratorio luego de la infección con influenza o parainfluenzavirus; al
igual que en el tracto gastrointestinal luego de infecciones con rotavirus y coronavirus. Aunque
estos virus pueden ingresar a la vía linfática y por lo tanto tienen el potencial para diseminarse
a través de la misma, generalmente no lo hacen, debido a que los receptores virales
apropiados, u otros factores celulares permisivos (proteasas activadoras de clivaje o
potenciadores de transcripción) están restringidos a las células epiteliales.
Muchos virus que se diseminan por el organismo luego de la infección de una superficie
epitelial son transportados inicialmente a los linfonódulos regionales a través de los vasos
aferentes.
7 y luego ser distribuidos rápidamente a través del organismo, ya sea dentro de las células o
como viriones libres.
Los órganos que actúan como filtros de la sangre (pulmón, hígado y bazo) son frecuentemente
órganos blanco de los virus que producen infecciones generalizadas.
Normalmente hay una respuesta inflamatoria local en el sitio de invasión viral, y la severidad
de la misma refleja la extensión del daño en el tejido. La inflamación conduce a alteraciones
características en el flujo y la permeabilidad de los vasos sanguíneos locales, así como a la
movilización y activación de leucocitos; algunos virus aprovechan esta circunstancia para
infectar células que intervienen en la respuesta inflamatoria, lo cual facilita la diseminación
local o sistémica de estos virus.
DISEMINACIÓN POR VÍA SANGUÍNEA: VIREMIA
La sangre es el vehículo más efectivo para la rápida diseminación del virus dentro del
organismo.
El ingreso inicial el virus a la sangre luego de la infección se denomina viremia primaria, la que
aunque generalmente es clínicamente inaparente, conduce a la localización del virus en los
órganos. La replicación viral en los grandes órganos blanco lleva a una producción sostenida
de altas concentraciones de virus, produciendo una viremia secundaria y la subsiguiente
3. infección en otras partes del cuerpo, resultando en manifestaciones clínicas de la enfermedad
asociada.
En la sangre, los viriones pueden circular libres en el plasma o bien contenidos o adsorbidos a
leucocitos, plaquetas y eritrocitos.
Los virus que son transportados en leucocitos (generalmente linfocitos o monocitos)
normalmente no son eliminados con tanta facilidad o de la misma manera que los virus que
circulan libres. Los virus asociados a células pueden estar protegidos de los anticuerpos y otros
componentes plasmáticos, y pueden ser transportados cuando los leucocitos que los
mantienen ocultos en su interior migran dentro de los tejidos.
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DISEMINACIÓN POR VÍA NERVIOSA
Aunque la infección del sistema nervioso central puede ocurrir luego de la diseminación
hematógena, la invasión por nervios periféricos es también una importante vía de infección –
5-.
Los viriones de los herpesvirus viajan al sistema nervioso central a través del citoplasma de los
axones infectando secuencialmente las células de Schwann de la vaina nerviosa. Los virus de
la rabia y de la enfermedad de Borna también migran hacia el sistema nervioso central por el
citoplasma de los axones, pero generalmente no infectan la vaina nerviosa.
Los nervios de los sistemas motor, sensorial y autónomo pueden estar involucrados en la
diseminación neural de estos virus. Además de migrar centrípetamente desde la superficie
corporal a los ganglios sensoriales y desde ahí al cerebro, los herpesvirus pueden trasladarse
en dirección centrífuga desde los ganglios hacia la piel y mucosas.
MECANISMOS DE DISEMINACIÓN VIRAL
La diseminación de viriones infecciosos es crucial para poder mantener las infecciones dentro
de las poblaciones. Para los virus que replican sólo en las superficies epiteliales, la salida de
viriones infecciosos generalmente se produce desde el mismo sistema orgánico por donde
ingresó el virus (por ejemplo, sistema respiratorio, sistema digestivo).
En las infecciones generalizadas, la diseminación puede darse desde diferentes sitios, y
algunos virus pueden diseminarse por diferentes vías indistintamente.
La cantidad de virus diseminado en una secreción es un aspecto a tener en cuenta en relación
a la transmisión. Concentraciones virales muy bajas pueden ser irrelevantes a menos que se
trate de grandes volúmenes de material infectado; sin embargo algunos virus pueden estar
presentes en concentraciones tan altas que una mínima cantidad de una secreción infectada
puede transmitirlos a otro hospedador susceptible.
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Los virus entéricos generalmente son más resistentes que los virus respiratorios a la
inactivación por acción de las condiciones ambientales; especialmente cuando se encuentran
en el agua, estos virus pueden persistir por más tiempo.
Virus como el de la influenza (familia Ortomixoviridae) y los neumovirus (familia
Paramixoviridae) que causan típicamente infecciones localizadas y lesiones del tracto
respiratorio, son diseminados por el mucus y expelidos desde las vías respiratorias mediante
la tos y los estornudos. Durante las infecciones sistémicas los virus también pueden
diseminarse desde el tracto respiratorio.
Los virus entéricos, como los rotavirus, son diseminados por las heces; y cuanto más
voluminosa sea la descarga de materia fecal desde los individuos infectados mayor será la
contaminación ambiental que causen.
4. Unos pocos virus (virus de la rabia, citomegalovirus) son diseminados en la cavidad oral desde
las glándulas salivales infectadas, o desde los pulmones o mucosa nasal en las infecciones
respiratorias.
La diseminación por saliva depende de acciones como el lamido, olfateo, mordidas o
acicalamiento entre los animales. Este tipo de diseminación puede continuar durante el
período de convalescencia o posteriormente en forma recurrente, especialmente con
herpesvirus.
La piel constituye una importante fuente de virus en enfermedades en las que la transmisión
se produce por contacto directo o por pequeñas lesiones: papilomavirus, algunos poxvirus y
herpesvirus utilizan este modo de transmisión.
Aunque en varias enfermedades generalizadas se producen lesiones en la piel, sólo en muy
pocos casos hay diseminación viral desde esas lesiones. Sin embargo, en enfermedades
vesiculares como la fiebre aftosa, estomatitis vesicular, y la enfermedad vesicular porcina, los
virus son producidos en grandes cantidades en las vesículas en la piel y las mucosas de los
animales afectados; los virus son eliminados desde estas lesiones luego de la ruptura de las
vesículas.
Otros virus que producen importantes enfermedades en animales son diseminados por el
semen y son transmitidos durante el coito; por ejemplo, los virus que replican en glándula
mamarias son excretados por leche, la cual sirve como vía de transmisión por ejemplo para el
virus de la artritis-encefalomielitis de la cabra (familia Retroviridae) y alguno de los flavivirus
transmitidos por garrapatas.
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INFECCIÓN VIRAL SIN DISEMINACIÓN
Muchos sitios de replicación viral podrían ser considerados como “sitio ciego” desde la
perspectiva de la diseminación natural; sin embargo, la replicación en estos sitios puede
facilitar indirectamente la transmisión viral; por ejemplo, animales carnívoros y omnívoros
pueden infectarse al consumir carne o tejidos que contienen virus. De esta manera el virus de
la peste porcina clásica (familia Flaviviridae), el virus de la peste porcina africana (familia
Asfarviridae) y el virus del exantema vesicular porcino (familia Caliciviridae) han sido
diseminados a diferentes regiones y países mediante restos de alimentos que contenían carne
de cerdo contaminada.
La encefalopatía espongiforme bovina (mal de la vaca loca) producida por un prion en el Reino
Unido, fue ampliamente diseminada entre el ganado por la alimentación con harina de carne y
de hueso elaboradas con restos de carcasas de bovinos conteniendo tejido nervioso
contaminado.
Muchos retrovirus en vez de ser diseminados por las vías mencionadas son transmitidos
directamente en el plasma germinal o por infección del embrión en desarrollo en los
mamíferos, o de los huevos en las aves.
A pesar de la falta de transmisión horizontal, estos virus transmitidos verticalmente llegan al
mismo fin que aquellos que se diseminan en el ambiente, esto es, la transmisión a un nuevo
hospedador y su perpetuación en la naturaleza.
Traducción de Fenner’s Veterinary Virology – fourth edition
Pedro E. Morán – Agosto 2011