Este documento propone que para tener éxito en el nuevo año, las personas deberían enfocarse en mejorar su educación y trabajo más que en desear cosas. Analiza el libro "Las Leyes del Éxito" de 1920 y encuentra que personas exitosas como Bill Gates y Thomas Edison compartían regularidades como esforzarse más allá de lo usual. Sugiere que estudiar más los fines de semana y esforzarse por mejorar en el trabajo conducirán a mejores oportunidades.
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
Año nuevo 2014 mas educacion y mejor trabajo
1. Zaguán de Oro Puquio
29.12.2013
AÑO NUEVO 2014: MÁS EDUCACIÓN Y MEJOR TRABAJO
Al fin de año e inicio de uno NUEVO, todos los caminos nos llevan a “enviar saludos, deseos
sinceros, de bienestar, de mejores momentos, de ÉXITO, para el amigo (a) que es saludado”, así en
esta oportunidad no podría ser distinto. También tengo los deseos de hacer lo mismo. Sin
embargo, tratando de ser coherentes con la ciencia, pensé que todos los años solemos decirnos lo
mismo, a toda persona a quien la estimamos o incluso lo hacemos a veces por pura
responsabilidad, sea cuando nos dirigimos a nuestros colegas trabajadores o incluso desde la
jefatura.
Entonces nos viene a la mente, ¿y los deseos del año pasado, se cumplieron?, y ¿de los años
anteriores se cumplieron?. Consecuentemente, ¿los deseos de este año seguirán el mismo fin de
los anteriores?. Así, ¿cuánta valides tiene el dar estos deseos nuevamente?.
En ese camino me puse a pensar si habrían REGULARIDADES, que las personas seguirían para
obtener ÉXITO: ¿habrán comportamientos, conductas, similitudes entre los Bill Gates, Henry Ford,
Añaños, Tomas Alva Edison, por ejemplo?. Con eso no quiero decir que el éxito es equivalente a
obtener únicamente el dinero, sino trato de establecer que, estos personajes, seguramente
presentan características sobre su éxito alcanzado y que desearíamos que los repitieran cada año,
nuestro amigo o familiar, en lugar de decirles todos los años: “que todos tus deseos se cumplan”.
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Encontrar esas regularidades o “leyes”, es practicar el método científico REDUCCIONISTA, que
siguen la ciencias duras, como la física, por ejemplo, que en esencia dice que “existen leyes
básicas en base a ellas se puede explicar todo comportamiento de la naturaleza”. Claro, no
pretendo usar el lenguaje que las ciencias naturales utilizan que es la matemática. Si no, quiero
rescatar el sentir del método que: “también habrían algunas leyes que conducen al éxito de las
personas”, y su búsqueda en primer lugar tendría que basarse en estudiar las vidas de esas
personalidades que lo lograron aquello que consideramos “éxito”.
Así, es cómo ayer, mientras pensaba en mi participación de hoy, y la coincidencia del año nuevo,
me pareció muy repetitivo y simple decirnos todos los años, “feliz año nuevo y que todos tus
deseos se cumplan”. Y, más bien, me propuse invitarlos a ustedes estimados oyentes, a
reflexionar, sobre estas “LEYES”, que estarían tras el éxito.
Con eso en mente me aproximé a las librerías, con sinceridad no soy proclive a comprar los libros
de autoayuda, que repletan sus anaqueles, pues tengo una repulsa por su carácter
extremadamente comercial, y que sus ventas se basan en la esperanza del lector de encontrar la
fórmula mágica, de llegar al éxito, a ser rico, en un abrir y cerrar de ojos. De la manera más fácil y
sin esfuerzo. Mi intensión era encontrar alguno que fuera escrito hace unos 50 o más años, a fin de
comparar sus puntos de vistas con la realidad actual, en la intención de “estimar si sus propuestas
son reglas, regularidades de ayer y hoy”, y por tanto tienen proximidad a ser “leyes”, pues son
duraderas. Así ubiqué, por casualidad, de tantos que revisé, el de Napoleón Hill, “Las Leyes del
Éxito”, escrito en 1920. Tiene 750 páginas. Su propuesta se basó en el análisis de las regularidades
de casi 100 hombres y mujeres que alcanzaron el éxito en sus respectivas profesiones.
No voy a resumirles lo que allí dice, tan solo, coincidir con una de las leyes que allí se establece, y
que tiene que ver con el esfuerzo desplegado. Y, que no hay persona exitoso que no haya trabajado
o dedicado su tiempo más allá de lo que el promedio de la gente lo haría, o el empleado que hace
más de aquello para lo que se le paga. Me vino a la mente, el esfuerzo que mucha gente hace hoy
estudiando los viernes por la noche y los sábados, mientras que otros se divierten o descansan
hasta altas horas de la mañana. Ese esfuerzo dedicado a la educación, sí o sí, va a ser
recompensado, porque en su trabajo, algún día tendrá un jefe que, priorice el mérito, entonces
preguntará, “¿el Sr. Xyz, tiene mucha dedicación, lo puede llamar a mi oficina?”, y cuando lo
entreviste y sepa del esfuerzo que hace para estar mejor preparado, para hacer mejor sus
funciones, incluso haciendo más de aquello para lo que se le paga, inmediatamente lo tomará en
cuenta y lo promoverá, o lo “nombrará de jefe”, consecuentemente obtendrá, no solo una mejora
económicas sino, mas “reconocimiento”, su reputación profesional se incrementará y así la rueda
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virtuosa crecerá y posiblemente ese buen jefe viendo su rendimiento, no pretenderá que ese
trabajador se fuera para la competencia. Así, “cuánto más esfuerzo hagas por la educación,
mejores oportunidades obtendrás”. Es una ley del éxito, y el otro es, “hacer más de aquello para lo
que te pagan”.
Y, eso sería mi propuesta para ustedes estimada audiencia, en el presente año 2014, sacrificarse
por la educación, es una inversión, y esforzarse por trabajar cada vez mejor. Esa es nuestra parte,
de la cual estamos libres de hacerlo nadie nos lo impide. Mientras que ir hacia lo menos, si es
penado, por ello siendo libres y amando la libertad, les deseo mas estudio y mejor trabajo. Como
consecuencia la rueda virtuosa del éxito correrá a nuestro favor.
Cierro la ventana citando algunos mensajes del libro de Napoléon Hill:
Hay diez debilidades de las que la mayoría de nosotros debe guardarse. Una de ellas es el hábito de
intentar cosechar antes de haber sembrado, y las otras nueve se incluyen todas en la práctica de
crear excusas para ocultar el error que cometemos.
He estado pensando durante más de 25 años en el privilegio de prestar un mayor y menor servicio
que aquel para el que a uno le pagan, y mis pensamientos me han llevado a la conclusión de que
una sola hora al día dedicada a prestar un servicio para el que no se nos paga puede traernos
mayores beneficios que los recibidos en todo lo restante de un día en el que únicamente
cumplimos con nuestro deber.
Una persona educada es aquella que ha aprendido a conseguir todo lo que necesita sin conculcar
los derechos de sus semejantes. La educación viene de dentro y se puede obtener mediante la
lucha, el esfuerzo y el pensamiento.
Es cierto que uno puede tener un éxito mayor y más rápido si ayuda a los demás a tener éxito.
El trabajo que se realiza con un espíritu de amor suele ser mayor en cantidad y calidad que aquel
que se hace únicamente por dinero.
Entre las cosas que pretendes “eliminar” en tus propósitos del Año Nuevo, ¡incluye la palabra
“imposible”!.
La Pluma del Viento
Lima, 29 de diciembre de 2013
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