1. EL QUE CHOCA POR ATRÁS PIERDE
Es extraño que el conductor del camión no se haya percatado de lo ocurrido
con su vehículo pero es bastante obvio que, el que tiene mayor responsabilidad
es el periodista que siempre estuvo en falta, en primer lugar por no haber
mantenido su distancia y porque seguramente se encontraba en estado etílico
o iba a excesiva velocidad.
Pero lo que más sorprende es que los medios de comunicación, considerados
el cuarto poder por ser muy influyentes en el público, no hayan sido objetivos
al cubrir la noticia, como suelen hacer en los demás casos; es cierto que para
ellos era un personaje muy querido pero este personaje había incurrido un error
que le costó la vida. Este hecho debió haber servido para dar un mensaje
valioso a la sociedad, de que nadie está libre de los accidentes de tránsito por
más que sea un personaje importante, que es un gran delito conducir ebrios o a
excesiva velocidad.
Sin lugar a dudas es un claro ejemplo del “espíritu de cuerpo” que no solo se
ve en la policía, sino también en otros grupos como en este caso, en los
medios de comunicación, que impidió informar con transparencia lo que
realmente ocurrió en ese accidente. Esto también impidió que la policía realice
una investigación más profunda de los hechos seguramente por la presión que
ejercieron los medios.
Se creó una muralla de silencio y se nota claramente que encubrieron los
hechos ocurridos. Es muy lamentable lo que le pasó al periodista pero los
medios de comunicación deben cumplir con su trabajo de informar de manera
veraz siempre y no solo cuando no se ven afectados sus intereses.