2. El
postmodernismo niega la posibilidad de
la historia misma: se considera que su
“relativismo” ataca de lleno la “objetividad”
sobre la que se basa la historia académica
y declara el triunfo del signo sobre la
realidad.
3. Hay
un retorno a la narración dentro del
ámbito de la disciplina historiográfica que
traería asociada la recuperación de la
biografía.
4. Se
pone énfasis de la fenomenología
basada en eventos, la fuerte valoración de
los análisis etnográficos y antropológicoculturales, entre otros caracteres.
5. Es
un intento de acabar con todo
positivismo historicista, reductor de la
historia a mera crónica, y con los residuos
idealistas rastreadores de un sentido para
el devenir histórico acudiendo a las
“grandes ideas” (progreso, razón), el
rechazo a cualquier Teología de la
Historia.
6. Deconstrucción
del objeto histórico-
pedagógico:
Todo puede ser historiado. Hay una
extraordinaria diversificación de las
cuestiones a las que se le dedica
atención, una curiosidad históricoeducativa que se dirige al estudio de
múltiples temas.
7. Se
consideran temas olvidados dentro de la
investigación pedagógica: infancia, mujer,
nacionalismos y localismos, minorías étnicas
y culturales, mentalidades, higiene,
arquitectura escolar, currículo, tecnología
material de la enseñanza, tiempo escolar.
8. El
trabajo del historiador no se concibe
como resultante de un canon fijo,
pretendidamente neutro, de objetividad.
9. Cada
tema puede ser visto desde múltiples
miradas y perspectivas, el principio de
objetividad no descansa sobre el
establecimiento de “verdades científicas”
según el desfasado ideal positivista sino se
fundamenta en la construcción de “discursos
verídicos”.
10. Los
historiadores de la educación no
renuncian a los métodos cuantitativos y
cualitativos de análisis de las ciencias
sociales pero dichos métodos son
complementados con la biografía, la
fenomenología, la hermenéutica de la
memoria oral y la etnología, que va unido
a ese retorno a la narración.