El documento describe a Adolfo, un niño que se divierte haciendo bromas humillantes a sus compañeros más débiles física o emocionalmente. Adolfo necesita tener una banda de seguidores incondicionales para sentirse poderoso. Probablemente tuvo una infancia difícil con falta de afecto que le llevó a manipular a los demás para satisfacer sus propios intereses. Si no cambia su comportamiento, es probable que se convierta en una persona solitaria, violenta y delincuente. El documento sugiere ayudar a personas
2. Texto de María José Lera y Daniel Cela
Ilustraciones:
Agradecemos la colaboración de Rogelio
Iñaki Salas Diánez
David de la Iglesia Mellado. Rodríguez y Eduardo Muñoz, profesores
I.E.S. Prof. Tierno Galván. de Bachillerato Artístico del I.E.S. Prof.
Alcalá de Guadaira, Sevilla Tierno Galván, por la coordinación
artística.
6. Les obligaba a hacer
cosas humillantes,
pero que él
consideraba
graciosas.
7. Se divertía mucho
poniendo motes.
Observaba algo
diferente en los
otros, y los llamaba,
con tono
despectivo:
cabezón, orejón,
gordo, canijo.
Siempre
funcionaba.
14. También sabía que
había que había
que aprovechar
cualquier
oportunidad para
enfrentarse al
profesorado, para
ponerlo en apuros.
Esto haría que el
resto le admirase.
19. Claro que para entender
a Adolfo había que
conocer su vida desde
que era un bebé.
Probablemente muchas
veces no fue atendido
cuando lloraba, o bien
fue excesivamente
mimado por sus padres,
porque lloraba
demasiado.
21. Estas experiencias
le hicieron entender
que la manera de
relacionarse con los
demás, era ignorar
los sentimientos de
los otros,
manipularlos para
conseguir sus
propios intereses y
usar violencia para
conseguirlo.
22. Puede que siguiera
así siempre, y que
incluso llegara a
convertirse en un
personaje “raro”.
23. Pero lo más
probable es
que termine
como un ser
solitario, tal
vez violento,
destructivo y
delincuente.
24. Si conoces a alguien
como Adolfo lo
mejor que puedes
hacer es ayudarle a
entender que las
relaciones
personales se basan
en la igualdad, en el
respeto y en el
afecto.
25. En la vida no somos
nadie sin la
compañía, sin el
afecto de los demás.
Todos y todas
tenemos la misma
necesidad de ser
amados, de tener
amistades, de ser
comprendidos y en
definitiva de no
sentirnos solos.
26. Una buena manera de empezar es mirar a nuestro
alrededor y ver si hay alguien como Adolfo.
No debes de olvidar que Adolfo necesita tu ayuda y
los demás, también.