2. ¿QUÉ ES EL NIDO VACÍO?
Es una sensación general de soledad
que los padres u otros tutores
pueden sentir cuando uno o más de
sus hijos abandonan el hogar.
Aunque es más común en las
mujeres, puede ocurrir en ambos
sexos. El matrimonio de un hijo o
hija puede provocar sentimientos
parecidos, ya que el papel e
influencia de los padres a menudo se
vuelve menos importante que el del
nuevo cónyuge.
4. NIDO VACÍO: ¿NO ERA
ESTE EL OBJETIVO?
Cuando los hijos son
pequeños, los padres les
enseñan a atarse sus
cordones, lavar su ropa, y
todo lo que los lleve a ser
independientes.
Pasan
tiempo enseñando a sus
hijos, con la esperanza de
que sean jóvenes adultos
independientes
y
productivos. Y ¿no era
ese
el
objetivo?
Sin
embargo, algunos padres
tienen
sentimientos
encontrados cuando los
hijos
comienzan
a
aventurarse
por
su
cuenta.
5. Los sentimientos de la madre pueden incluir la
sensación de ya no ser necesaria. Se encuentra a
sí misma buscando qué hacer con el tiempo libre
que antes era usado en ser chofer, asistir a las
funciones de la escuela, ser anfitriona de fiestas
de pijamas y cosas por el estilo. Ambos padres
podrían estar luchando con los sentimientos
referentes a la pérdida de autoridad. Además,
los cónyuges podrían descubrir que tienen poco
de qué hablar, dado que sus hijos habían sido el
foco de la conversación por muchos años. Pero
este fue el momento de la vida para el cual
criaron a sus hijos.
6. El nido vacío provoca crisis
matrimoniales
Este síndrome, debe ubicarse dentro de las
etapas de evolución de la pareja; primero se
da un desprendimiento de los cónyuges de su
núcleo original, es decir los sujetos que buscan
una relación deben desprenderse de sus
progenitores.
Después, viene su consolidación como cabezas
de una nueva familia, el nacimiento de hijos,
su crecimiento y el paso a la adolescencia, y
repiten los mismos conflictos que sus padres
(escolares, familiares, emocionales, sexuales,
vocacionales y profesionales), los cuales
pueden o no quedar resueltos.
7. A continuación sigue el reencuentro, es decir la
etapa del "nido vacío". Cuando los vástagos se
van, ambos experimentan el aislamiento y
sentimientos de depresión ante la ausencia,
debido a que sus actividades de crianza han
terminado.
Si durante el cuidado de sus descendientes no
existió comunicación, se acabó la pasión y no se
conocieron como personas de manera más
profunda, puede complicarse mucho la
convivencia y, por lo mismo, su situación
matrimonial.
8. Lo contrario
El caso contrario serían aquellas parejas que
con el abandono del hogar del hijo, se
apoyan más el uno con el otro, consiguiendo
una mejor relación entre ellos, basada en la
comprensión y el apoyo mutuo.
Ven que tienen más tiempo para ellos,
pueden sentir como si recuperaran parte de
su intimidad, o incluso de su juventud, ya
que son muchas las parejas que al tener
hijos dejan de viajar, de salir a cenar,...
suprimiendo el tiempo que tenían para ellos
e invirtiéndolo en sus hijos, de modo que
cuando estos ya no están en casa, pueden
volver a vivir estas experiencias que de
alguna manera les rejuvenecen.
9.
10. Daños Psicológicos y Físicos
Este Síndrome, afirma, tiende a dañar
seriamente la autoestima de las
mujeres, sobre todo de aquellas que
fincan su vida alrededor del hogar y sus
familias; influenciada por la situación
cultural, les crea un enorme vacío,
reforzado por los cambios hormonales
que se reflejan en daños no sólo
psicológicos sino también en su salud
física.
11. Síntomas más
Frecuentes
Para muchas personas
mayores el alejamiento
de los hijos al
independizarse les hace
reflexionar sobre su lugar
propio en este mundo y
sobre la validez de su
aspiración vital.
El mayor tiempo libre con
el que cuenta la persona
en la nueva situación es
vivido desde la anhedonia
(incapacidad de disfrute)
y desde la carencia de un
papel sustitutivo
inmediato que hace que
aparezcan sentimientos
de inutilidad.
12. La persona que queda sola en el domicilio
familiar experimenta sentimientos de
soledad, una percepción súbita del paso de
los años y la obligatoriedad de recuperar
un papel de pareja que probablemente no
se ha trabajado durante muchos años.
Otro síntoma importante es la apatía, pues
la persona que se queda en el domicilio
familiar no se siente con ganas de
comenzar ninguna nueva actividad ni se
siente capaz de resolver situaciones.
A menudo puede ocurrir que los padres den
la sensación de querer inquietar a los hijos
que se han marchado del hogar, creando
una preocupación en ellos que es sin duda
un reclamo de atención.
13. Cómo Asumir el Nido Vacío
Todos los padres han de estar preparados ante la
sensación de tristeza y soledad que supone la marcha
de los hijos del hogar. Deben tratar de superarlo lo
antes posible y afrontar la nueva etapa con actitud
positiva. Veamos algunas sugerencias que pueden
ayudarnos para afrontar esta etapa con una actitud
positiva:
-Pensar que nuestros hijos han crecido y madurado
como personas adultas, capaces de tener una vida
independiente y con la suficiente autonomía para
enfrentarse ellos solos a la vida y a las dificultades
cotidianas. Al final, esto es lo que todos los padres
equilibrados pretenden con la educación que les han
ido dando a sus hijos a lo largo de la vida.
14. - Tener claro que la marcha de los hijos no significa perder la
relación con ellos, sino una relación diferente basada más en
la comunicación que en la rutina diaria, una relación entre
iguales y viendo la evolución de nuestros hijos como
personas, y quién sabe, a lo mejor eso significa que pronto
seremos abuelos.
- Retomar la vida de pareja: Es un buen momento para
retomar la vida de pareja. Ahora podemos hacer realidad
todos aquellos proyectos que nos ilusionaban pero que las
obligaciones familiares no nos permitían realizar. Es el
momento de disfrutar de nuestra pareja y de las nuevas
oportunidades que nos presenta la vida, sin ningún tipo de
ataduras ni obligaciones.
- Ocupar el tiempo libre: Debemos realizar actividades que
nos distraigan y nos hagan disfrutar, ya sea realizando por
ejemplo algún deporte, clases de cerámica, pintura, etc.
Aprovechemos también esta etapa para relacionarnos más
con los amigos. Es muy gratificante salir a comer o a cenar
con amigos, o ir al cine, al teatro, etc.