La medicina en la antigua Roma se basaba en las tradiciones médicas griegas y creían que las enfermedades tenían un origen sobrenatural. Los médicos eran a menudo esclavos o libertos y solo los ricos podían pagar sus honorarios, mientras que la gente pobre recurría a curanderos. El ejército romano desarrolló uno de los primeros sistemas de hospitalización militar con instalaciones avanzadas, mientras que los hospitales civiles no aparecieron hasta el siglo IV d.C.