LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
Epopeya de Abbas Firuz
1. La Epopeya de Abbas Firuz
Capítulo I
La Marcha
El abrasador Sol de mediodía cayó sobre la capital como la hoja de un sable sobre la muñeca de un
ladrón, Bagdad en aquel entonces era la metrópoli más importante de todo oriente Medio por ser el mayor centro
cultural, político-religioso y comercial de la zona. Harún al-Rashid hacía relativamente poco que había accedido al
trono del califato lo que sitúa esta epopeya en el año 170 de nuestra era y el año 792 de la era cristiana.
Permitirme presentar al querido protagonista de esta gloriosa epopeya, Abbas Firuz un joven persa de carácter
fuerte que lo único que desea es poder vivir en paz, predicando en su ciudad natal, Shiraz para estudiar el
esotérico mensaje de las sagradas escrituras del Corán pero el despótico líder suní Harún al-Rashid persigue a
todos los chiitas del califato para masacrarlos y eliminarlos, por eso el joven Abbas se lanzará a la aventura para
encontrar lo único que le proporcionaría su deseo: un viaje a la sabiduría y el conocimiento y a ser posible a hallar
un Ifrit, los ifrits son genios, los primeros seres creados por el grande, el misericordioso, fueron creados del vaho
de Allah, además buscaba la sabiduría para enfrentarse al poder y desvelar los secretos del Corán.
Abbas Firuz no tenía familia, toda ella había sido ejecutada por el régimen suní, no tenía amigos pues tenía miedo
a que le traicionaran y corriese la misma suerte que su familia, por eso nadie lo echaría en falta. Se fue directo a su
morada donde cargó un caballo con su ropa y sus pertenencias (que eran pocas) alfanjes, botas con agua, papiro y
utensilios de escritura, junto al sagrado Corán y algunos dinares.
Al alba partió con sus pertenencias hacia la aventura, escogió un rumbo al azar y siguió su camino hasta topar con
alguna ciudad, así estuvo durante treinta días y treinta y una noches deambulando por las grandes estepas arbóreas
del sur de Persia, hasta que por fin vislumbró en el ondulante aire del horizonte una gran metrópoli, Qom un
centro político-cultural y religioso muy importante para los chiitas, una oportunidad de crecer espiritualmente.
Una vez cruzó el umbral de las puertas de la ciudad un aire a muerte se cernió sobre Firuz, como un
cazador sobre su indefensa presa, Abbas Firuz se dirigió rápidamente al bazar donde sabía que podría
conseguir algo de información sobre la situación en la ciudad, al acceder al bazar a través de un paso
inferior todo el mundo lo miró a los ojos y a los pies descubriendo así que se trataba de un extranjero,
se aproximó al puesto de telas, para preguntar sobre las noticias recientes de la ciudad, a lo que el
anciano que regentaba el puesto simplemente le evitó con la mirada, como quien es temeroso de Dios,
al no recibir respuesta alguna Firuz se dirigió de nuevo a otro puesto, esta vez al de especias que era
regentado por una mujer y que está muy amablemente le entregó una nota plegada con un discreto
saludo con la mano.
Nuestro joven héroe se marcho del bazar hacia la plaza principal donde leyó la nota, una nota que
advertía que el Sahib al-Shurta de Qom era un corrupto vasallo del califa, inmediatamente después de
leer la nota se deshizo de ella incinerándola y ahora con esa información en su poder, Abbas no podía
dejar que un hombre atemorizara a una ciudad a su antojo y menos un hombre suní de fe ética, moral
y religiosa cuestionable.
Abbas se dirigió hacia la posada más cercana que le quisiera ofrecer hospedaje para alojarse en ella
durante su estada en la metrópoli, la única posada apta para extranjeros era la "Posada del Genio"
2. donde hizo uso de sus servicios, la primera noche pagó un suplemento por una habitación de uso
privado en vez de la típica comuna, una vez se quedó solo con Dios, sacó todas sus pertenencias
entre ellas unos rollos de papiro, una pluma y tinta de la más exquisita calidad, lo preparó todo para
comenzar un escrito, pero antes de nada como buen musulmán, se aseó y oró al único, bondadoso y
misericordioso dios verdadero, Allah.
Recién acabadas sus oraciones se dirigió a la silla de enfrente de la mesa con los utensilios
preparados, se sentó y dio comienzo a su más sagrado trabajo, el de analizar el mensaje esotérico de
las sagradas escrituras, del magnánimo, único y perfecto Corán, el mensaje narrado al último y más
grande profeta de Dios, Muhammad.
Al alba, Abbas Firuz se despertó, se vistió recogió todas sus pertenencias y se dirigió hacia la planta
baja, para desayunar, pagar e irse a la mezquita más cercana. Desayunó pan con uvas, zumo de
naranja y un té verde con bastante azúcar, seguidamente pagó y se marcho de ahí como el humo se
difumina en el aire un día ventoso.
Al salir de la posada, como ya mencioné antes, se dirigió a la mezquita más cercana donde se aseó
entes de orar como buen creyente, rezó, dio las gracias al imán acto seguido dio media vuelta y con un
paso firme pero tranquilo avanzó hasta la salida.
Una vez fuera se calzó las babuchas, se colocó bien su chilaba y recogiendo sus pertenencias, se
dirigió al bazar donde estuvo el día anterior, una vez allí buscó con la mirada a la anciana que le dio la
información el día pasado pero no la encontró, en su lugar había un hombre de avanzada edad que
con cara de dolor se dirigió a Abbas para comunicarle que la mujer que andaba buscando era su mujer
y que había fallecido recientemente (es decir aquella misma noche) por conspirar contra el Sahib al-
Shurta de Qom.
El anciano le preguntó si deseaba formar parte de la resistencia chií/chiita a lo que contestó
afirmativamente, en aquel momento el regente llamó a su hijo mayor al grito de: Yala, Yala este
apareció del interior de la tienda lo más rápido y sigilosamente posible, como un gato que desea pasar
desapercibido, el hijo, llamado Bahadur (atrevido, valiente) acompañó a Firuz hasta el fondo de la
tienda, donde por medio de una puerta secreta que daba a un pasadizo escondido, accedieron a una
habitación pequeña, de austera decoración donde lo único destaca-ble eran las copias y copias de las
sagradas escrituras donde al lado tenían escritos descifrando el contenido esotérico del sagrado Corán
como hacía el propio Abbas Firuz.
Una vez estaba todo calmado y se habían presentado el joven Firuz pregunta donde están y que es lo
que hacen exactamente a lo que Bahadur contesta.
-Estamos en la guarida de la Resistencia Chií y nuestro principal objetivo es legalizar el chiismo para
poder estudiarlo en las universidades y bibliotecas públicas.
Abbas preguntó.
-¿La ciudad posee catacumbas?
La respuesta fue afirmativa.
Abbas le agradó tanto la idea de la resistencia (y ahora que sabía que poseían catacumbas) que
inmediatamente después de que acabaran con la presentación ya tenía un plan ideado para acabar
con el régimen autoritario del Shalib al-Shurta, dicha estrategia era infiltrarse en los aposentos del
Shalib por medio de unos pasadizos secretos de las catacumbas (las catacumbas conectaban las
dependencias del palacio gubernamental con el cuartel de la guardia) y una vez dentro, robarían todas
las pertenencias del pueblo robadas por hacienda para devolvérselas a sus dueños legítimos y así
ganarse el favor del pueblo, una vez hecho esto Bahadur solo debería esperar dentro de los aposentos
con un escuadrón de rebeldes tomando cautivo al sátrapa, mientras Abbas Firuz con los miembros
restantes de la resistencia, algunos villanos y los miembros infiltrados de la guardia arremeterían con
todas sus fuerzas en una entrada secundaria de la administración local para acceder a las estancias
donde se retenía al Shalib y se le obligaría a traspasar el poder de administración de Qom al pueblo
3. chií (mayoría del 98% en Qom) entonces Firuz podría aumentar sus conocimientos sobre Allah, para
poder ir descifrando el esotérico mensaje coránico, después de contar el plan se fueron a dormir
mientras se pasaban instrucciones detalladas a todos los miembros de la resistencia para actuar a los
pocos días.
Al alba Abbas se despertó como un gallo con el primer rayo de sol, se vistió, se armó con su alfanje y
con un mapa de las catacumbas quería ir a investigar unos días antes para evitar sorpresas que
pudieran joderlo todo. Así fue se dirigió a la entrada de las catacumbas estaban justo detrás del cuartel
de la guardia este lo rodeó sin ser visto y justo en la entrada de las catacumbas utilizó la llave que le
dieron en el bazar para abrirlas y penetrar en ellas sin ser visto