1. CLARIDAD DE UNA NOCHE
“Es cosa mía ver lo que veo”
William Shakespeare
Es realmente lamentable entender; de lo que el tanto me protegía, y de hecho me enseño a
temerle también, es en lo que finalmente me ha convertido y me ha hecho fiel viviente; me ha
hecho estúpida. Sí, todo en lo que tu y yo tanto habíamos trabajado, para que llegue el a tirárselo
todo. Es tanta la estupidez creada en mí, que me hizo lo suficientemente crédula para creer que
podía engañarlo y esta misma estupidez es la que hizo me entregara a él, con esto solo logre darle
lo que a él tanto le gusta y aumenta su gran ego, que lo idolatren. Lo increíble es que es
inmensamente humano, por esto me asusta.
Su sonrisa neutra me desconcierta.
Su mirada me desnuda.
Su firmeza tierna la admiro.
Viene simultáneamente a mi mente, su forma de andar y me encanta.
Estas múltiples sensaciones las produce una imagen que ni siquiera es mía, me pregunto entonces
¿Qué tal que lo fuera? ¿Qué tal lo tuviese al frente? ¿Qué tal lo tuviese para mi? Entonces, ¿Qué
sentiría? Llegan entonces, las primeras 3 lágrimas de amor. Ahora pregunto ¿Qué haría él, si
supiera lo que pasa por mi mente, y corre por mis mejillas?
Luego de esconderme durante 17 horas por fin llega el momento del encuentro. Hablamos. Eres
de pocas palabras pero suficientes. Entonces me libero.
Al relajar mis nervios, sosegar mi espíritu, llenar mi ser de paz y serenidad; encuentro oportuno
disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida. Pero no logro adentrarme en lo más profundo
de mi subconciente. Me aturden. Mi cuerpo quiere descansar pero no lo dejan, tal vez es que no
puedo con el peso de mis propias ideas, y solo tal vez es por eso que le tengo pavor a escribir, por
no creer en mi capacidad de dominio sobre ellas. Pensándolo bien, creo que de eso es que se
trata, no darles control. Dan el primer golpe y lo acepto con cierto entusiasmo, porque es la
repuesta que con tanta angustia buscaba. Pero no se detienen, es un bombardeo, de ideas,
externas, ajenas a mí. Giro a la izquierda, a ver si en esta posición mi cuerpo logra descansar, pero
genero el efecto contrario. Giro de nuevo esta vez boca arriba, manera de encontrar equilibrio
sobre mí. De ninguna manera concibo girarme a la derecha pues fue de esa manera como inicié y
me mantuve hasta quedar con el brazo acalambrado y razón por la cual decido buscar un estado
diferente, donde mente y cuerpo sepan convivir.
Una vez más me interno en la guardería. Aquí se actúa igual que en un pueblo donde los más
desocupados se encargan de averiguar la vida de todos sus habitantes, mientras los van
degradando uno tras otro, a ese proceso se le ha de llamar vida social y a quienes comen y

2. resultan vivir de esto, les llaman farándula. Entonces rápidamente deberás ir a confesarte con el
sacerdote del pueblo antes de que tus rebeldías lleguen a él de otra lengua. Le dirás que has
intentado suicidarte y él te dirá que la vida no te pertenece por lo tanto, no decides sobre ella.
Dirás que eres compradora compulsiva, pero resulta que eso es lo que te hace feliz, y finalmente,
que eres la menos vengativa del planeta, claro que hay ciertas excepciones en donde
definitivamente no podemos permitir que nos humillen. Posteriormente, el sacerdote te dará su
bendición para que sigas cometiendo los mismos errores, porque definitivamente, a él no le
interesa lo que hagas con tu vida con tal de que asistas a misa todos los domingos. Sin buscar el
verdadero problema, más o menos así es como funciona la sociedad feroz.
Tomo asiento. Disimuladamente quemo el tiempo, esperando su llegada. Momento en el que
recuerdo que exactamente el fin de semana anterior, había sentido un gozo enorme en mis
entrañas. Me sentía inmensamente feliz, al contrario de un bebé que juega en una tina con el
agua, siendo la temperatura y las condiciones perfectas para él, presentándose el problema
cuando lo sacan.
Si este bebé se forma enteramente en lo que él como ser es, no importará en que tipo de agua lo
pongan, ya sea helada, tibia, aceite o incluso, barro. El medio en el que se encuentre será lo de
menos pues él, como individuo, tendrá sus cimientos sobre piedra y sobre ella se mantendrá. Pero
si forma su personalidad según las personas que lo rodean, recuerdos, momentos, que es lo
habitual, va siempre a vivir en conflicto con el medio en el que se encuentra porque no está
viviendo como el ser humano individual y autónomo que en realidad es. Hay tragedias en mi vida
porque no veo el origen. Para empezar el problema nunca será externo, será mio, así que no
podré culpar a nada ni a nadie de las desgracias que ocurran porque no existirán desgracias, ni
buenos ni malos momentos sólo acontecimientos. Es por esto que soy 100% responsable de lo
que experimente, pero sobre todo de la manera en que lo asuma.
La cosa era que mi vida había estado llevando un curso relativamente normal, excepto que con los
18 años que tengo había tomado la primera decisión racional que afectaría directamente el resto
de ella. Desde ese momento empecé a vivir. Antes, muerta, porque esta aventura se basa en
decidir constantemente lo que se va a hacer y hasta el momento eran otros los que decidían por
mi, o solo existía, siguiendo costumbres. Ahora sé que esa felicidad tan infinita se debía a lo que es
ser como yo y solo yo. Pero tu, tu eres el único prototipo al que me atrevería a seguir.
Me levanto en vano, luego de una larga espera; pero de ninguna manera triste, porque he sabido
sacar unas interesantes conclusiones que no fueron interrumpidas, pero debieron haberlo sido. Al
salir de la jaula una mirada llena de envidia y celo, penetra y señala. Acelero el paso para no tener
que aguantar sus niñerías, y me sonrió imaginando cuál será la imagen que sus amigos tendrán de
mí; los cuales mas que amigos son cómplices y según la manera en que son tratados por ella
maquinas de celo. Puedo decir que su voz tierna y dulce es solo la muestra para interpretar el
monstruo que lleva por dentro, inseguro, que depende de los demás para sentirse alguien, que
por más que quiera esconderlo en momentos de éxtasis inevitablemente sale a flote.

3. Por un lado me odian y acusan de cosas de las que yo no tenía la más remota idea cometía. Del
otro, me topo con un ser culpable de que su presencia afecte la sangre que corre por mis venas,
para hacerla volar, y mis pies dejen de caminar para levitar pero en esta ocasión no me determina,
la razón, no estaba en soledad.
Es muy difícil de describir para que los demás puedan comprenderlo, ni él mismo sabe cómo
hacerlo, tan solo diciendo: “No soy de aquí ni soy de halla”. Pero para referirme, a lo que sea, que
sea, será él.
A diferencia de lo que todos me han enseñado; con lo poco que he hablado con él, desde mi
mente he delineado su boca y lo que sale de ella; de lo que he escuchado, he dibujado sus
pequeños pero potentes ojos; tomando su manera de hablar, trazo su postura y cabeza en alto;
basándome en sus ideas y pensamientos, he imaginado su forma de caminar. Aunque el resultado
de su forma, según los demás, no sea nada atractivo, no logro encontrar algo que físicamente en
él, esté mal.
Los ratos en que me ve perdida, me lee sin que yo se lo pida. Pero en realidad no siento que esté
realmente leyendo, al contrario, me describe momentos dentro de los que no encuentro alguna
improvisación aunque no esté siguiendo un libreto, no siento rebuscadas sus palabras, pues fluyen
al igual que sus ojos de tal manera que encuentro casi imposible distraerme siendo tan
apasionante su forma de interpretar que hasta llega a sofocarme, a pesar de que su voz sea la
segunda más apacible que he oído; pues la primera es la tuya. Cuando escucho lo que dice, es
como si me estuviera recordando lo que él y yo en algún momento ya habíamos vivido, pues cada
historia de alguna manera logro ubicarla en algún instante del tiempo y el espacio dentro de mi
cabeza. Sus ideas, son las mías, que intentan con un rocío de agua, despertarme del sueño tan
profundo en el que me he encontrado. Ya ha sucedido varias veces donde súbitamente se
detienen las palabras de su boca y su mirada reposa en la mía, cuando pregunto que sucede sólo
dice estaba recordando.
Jamás delire, que sentiría un despliegue de energía superior a lo que fue el Bing-Bang el cual
iniciaría por el estruendo. De inmediato afectaría la forma de percibir lo palpable. Luego se
extendería desde la planta que procesa la fuente de energía, hasta donde su trabajo se ve
reflejado y ahora es tanta la tensión que existe, que me limita expresar cosas. Ahora hay algo
que, por más que quiera evitar llega, a mi mente, siendo este el de afrontar que ya no habrán mas
instantes juntos, pues este es el primero y ultimo; pero esto no será malo mientras siga teniendo
en mi mente un lugar para guardar los segundos en que nuestros seres se cruzaron; pero este
recuerdo, a diferencia de los otros, no será malo que forme parte de mí, ya que en todos donde
aparezca él, me veré contrarrestada yo, y por lo tanto, lo que en esencia soy.
Suena aquel que nos controla el tiempo, esta vez nos avisa, que cual ganado nos empiezan a arriar
fuera del establo. Voy en busca de mi hermano con el que comparto no sola la misma sangre, sino
la misma fuente de inspiración, la cama. Le entrego un paquete, y cuando estoy a punto de
irme, me toma de la mano, me arrincona, me pregunta si puede confiarme un secreto, yo con una
amplia curiosidad digo que sí. Me dice que él y su grupo de amigos tienen el permiso de la

4. autoridad del colegio para hacer uso del teatro en horas del descanso. Ya todo estaba arreglado,
las directivas habían hablado con la guardia para que les entregaran las llaves cuando las
desearan. Me invita a ir durante la hora del almuerzo y yo, un tanto perpleja aún con la solicitud
concedida, acepto. Me insiste mucho en que no le puedo comentar nada a nadie, y en lo posible,
cuando haga el recorrido para llegar al sitio, tenga precaución. Todo se debía a que en el teatro se
encontraba el único piano del colegio y el cual panchita sabía tocar a la perfección.
Las siguientes 2 horas de espera son eternas, en las que sólo me imagino como una infiltrada
dentro del lugar lo emocionante que iba a ser, porque ya había decidido ser uno de ellos. Llega el
momento. Cuando me encuentro en el lugar, es como hacerlo en un mundo paralelo en donde
todos saltamos, vamos, venimos, hacemos y deshacemos. Inventamos obras las cuales salen casi a
la perfección, pues teníamos en nuestro poder los controles de los efectos especiales, excepto por
la esencia de las historias que son un tanto contradictorias. No me imagino que pasaría si algo se
nos sale de las manos, entonces dirían que nadie sabia nada, o aun peor, que la directora no le
había otorgado el permiso a nadie de nada, donde además venía siendo un secreto, a voces. Todo
es perfecto excepto por la melancolía del piano que pancha nunca para de tocar.